“En tierras de temblores, huracanes y lluvias torrenciales hay que reconstruir honrando a las víctimas. A los que han muerto, a los heridos, a los que lo han perdido todo.”
Ana Merino. El País. 25-9-171
Vivir un desastre natural de cualquier tipo, que afecta directamente, a nuestras familias, amigos, vecinos, conocidos y a otras personas cercanas, nos hace consientes y más cercanos a entender que somos susceptibles; hoy sin duda estamos más sensibles a diferenciar en la vida, lo que es realmente importante.
He aprendido por mi profesión, y en estos momentos reitero, con lo vivido en el desastre natural: “Salvar una sola vida lo vale todo”. A varias semanas de los terremotos que azotaron diferentes regiones de México el 7 y 19 de septiembre, nos deja claro y sin duda alguna, que la prevención es lo más importante para salvar vidas. Los terremotos son desastres naturales que no se pueden predecir y para los cuales estamos menos preparados; sin embargo, las experiencias previas nos han preparado de diferentes formas para prevenir muertes y lesiones, y en consecuencia una crisis mayor.
La experiencia de hace 32 años, con un terremoto de gran intensidad que sacudió a la Ciudad de México, casualmente también el 19 de septiembre, nos llevó a modificar el reglamento de construcción, a tener organizaciones de protección civil, a realizar simulacros periódicamente, contar con un sistema de alarma sísmica, en resumen, a construir una formación preventiva para enfrentar acontecimientos como los señalados. Nuevamente el 19 de septiembre de este año 2017, con horas de diferencia, volvemos a vivir un nuevo terremoto, diferente en tiempo y circunstancias, hay opiniones diversas, pero en ambos casos hubo víctimas mortales y lesionadas, consecuencias económicas y sociales, con la diferencia de que hoy el impacto fue mucho menor, gracias a la preparación y educación en acciones preventivas.
Con estas palabras queremos gritar que remediar es respuesta al daño, pero prevenir es evitar o limitar el daño. Queremos honrar a los afectados, al igual que a los que respondieron desinteresada y solidariamente y muy en particular a todos aquellos que no han dejado el compromiso de seguir salvando vidas.
“El que es de aquí.
El que acaba de llegar y ya es de aquí.
El que dice “ciudad” por decir tú y yo y Pedro y Marta y Francisco y Guadalupe.
El que lleva dos días sin luz ni agua.
El que todavía respira.
El que levantó un puño para pedir silencio.
Los que le hicieron caso.
Los que levantaron el puño.
Los que levantaron el puño para escuchar si alguien vivía.
Los que levantaron el puño para escuchar si alguien vivía y
oyeron un murmullo. Los que no dejan de escuchar”
El Puño en Alto. Juan Villoro. 22 septiembre de 20172
-
1 Ana Merino. Desastres Naturales. El País. 22 de septiembre de 2017. Descargado desde https://elpais.com/elpais/2017/09/24/opinion/1506250261_913845.html
-
2 Juan Villoro. El Puño en Alto. Periódico Reforma. 22 septiembre de 2017. Descargado desde https://www.mexicodesconocido.com.mx/el-puno-en-alto-el-poema-de-juan-villoro-sismo-19-septiembre.html
Dr. Rodrigo Romero Feregrino
Dr. Raúl Romero Cabello
Asociación Mexicana de Vacunología
www.amv.org.mx
La AMV es una asociación científica hermana sin fines de lucro, fundada en el año 2001 con el fin de difundir los avances en el campo de las inmunizaciones, revisar permanentemente criterios médicos, clínicos y epidemiológicos, emitir juicios que puedan ser útiles para un uso racional y acorde con el desarrollo social y sanitario de las vacunas, apoyar proyectos de investigación en vacunas y organizar conferencias y cursos con el fin de actualizar los conocimientos en Vacunología. Nuestros objetivos son dar a conocer todas las opciones de vacunación con que se cuenta actualmente, actualizando a los trabajadores de la salud y a la población sobre los biológicos con que se cuenta y las posibilidades en esquemas de vacunación a nivel de atención en el sector público y privado.
Con estas palabras y estos versos nuestros compañeros de la Asociación hermana de Vacunología en Méjico nos transmiten el dolor del desastre natural repetido en su país. Y también nos infunden el valor de la prevención. En este caso de infraestructura y organización que aun paliando los efectos del desastre, no los anulan. Y, desafortunadamente no ha sido el único desastre acontecido en tierras hermanas. Los huracanes que han barrido Puerto Rico, Cuba, República Dominicana, sur de EEUU etc han devastado los lugares forma inmensa, dejando huellas que tardarán en resolverse, si es el caso.
Contribuyamos como países y como personas a solventar en la medida de lo posible los déficits nuevos y creados por estas desgracias naturales, por un lado con nuestra aportación y nuestra protección, yendo inmunizados como cooperantes, si es el caso de forma adecuada y, por supuesto, sin aportar nuevos desastres como ocurrió en Haiti, con la llegada del cólera con los cascos azules tras el terremoto de 2010.
Dra. María José Álvarez Pasquín, Directora Vacunas.org
Los cascos azules salen de Haití: 5 momentos complicados que marcaron la presencia de las fuerzas de la ONU. http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-41624098
Salud exterior, necesidades de vacunación según destino y causa de viaje. https://www.msssi.gob.es/profesionales/saludPublica/sanidadExterior/salud/home.htm