Rutas de la REFV
La ruta propuesta no fue única. A medida que avanzaban los preparativos de la Expedición, se conocían mejor las necesidades y se cambiaba el derrotero. Se propusieron al menos tres rutas diferentes: la propuesta de Francisco Requena, la de José Flores y la de Francisco Xavier Balmis. Con todas estas propuestas, el Consejo de Indias, el 26 de mayo de 1803, dictaminó una ruta para la Expedición.
El derrotero que debe ser seguido se expresa en la Circular tipo que se envía a todos los territorios de Ultramar para la propagación de la Vacuna fechada el día 1 de septiembre de 1803.
En ella dice: “Dirigirá su rumbo en primer lugar a la Habana, haciendo escalas en las Islas de Tenerife, y Puerto Rico, para reponer algunos otros Niños, si hicieren falta: para introducir en ellas tan precioso descubrimiento; y para comisionar algunos Individuos al Virreinato de Santa Fe, a las Provincias de Caracas, u otra parte de la tierra firme, según conviene: el resto de la expedición continuará su derrota a Veracruz, y haciendo el giro por Nueva España y el Perú, terminará la comisión en Buenos Ayres, después de haber enviado algunos de ellos a Filipinas en la Nao de Acapulco, o desde el Callao de Lima”.
La realidad es que ninguno de los derroteros propuestos es seguido por Balmis que hizo modificaciones sobre la marcha. Se puede considerar la división de la Expedición en tres tramos: Expedición Conjunta, de La Coruña a Venezuela (del 30 de noviembre de 1803 al 8 de mayo de 1804); Expedición de Balmis (del 8 de mayo de 1804 al 7 de septiembre de 1806); Expedición de Salvany (del 8 de mayo de 1804 al 21 de julio de 1810).
La REFV salió de Madrid el 7 de septiembre de 1803. Dos semanas más tarde, el 21 de septiembreya se encontraban en La Coruña. En este puerto peninsular, Balmis prepara la travesía marítima del Atlántico. En el mes de octubre y noviembre se contrata el barco y se colectan en Galicia los niños que iban a transportar la vacuna en sus brazos.
Los componentes de la Expedición eran los médicos Francisco Xavier Balmis y Berenguer (Director) y José Salvany y Lleopart (Subdirector). En calidad de ayudantes: Manuel Julián Grajales y Antonio Gutiérrez Robredo. En calidad de practicantes: Francisco Pastor Balmis y Rafael Lozano Pérez. En calidad de enfermeros: Basilio Bolaños, Pedro Ortega y Antonio Pastor.
Como cuidadora de los niños: Isabel Sendales y Gómez. Como secretario personal de Balmis participó Ángel Crespo. Como transmisores de salud, un grupo inicial de 22 niños del hospicio de La Coruña y un número incalculable de niños que desplazaron en sus brazos la linfa vacuna por los territorios por los que deambuló la REFV.
La Expedición Conjunta trasladó la vacuna desde la península hasta el continente americano. Tras los preparativos, la Expedición zarpa del puerto de La Coruña el 30 de noviembre de 1803, a bordo de la corbeta María Pita, con dirección al archipiélago canario. El 9 de diciembre la Real Expedición arriba al puerto de Santa Cruz de Tenerife después de 10 días de navegación.
La isla de Tenerife se erigió en un centro difusor del fluido vacuno para las demás islas que forman el archipiélago canario. Se crean pequeñas expediciones, que desde cada una de las islas llegan a Tenerife demandando la vacuna. El proceso es sencillo. Desde cada isla del archipiélago se forma un equipo compuesto por un facultativo y un grupo de niños con el fin de contagiarse la vacuna y llevarla fresca en sus brazos hasta la isla de procedencia. Los expedicionarios estuvieron en esta isla canaria escasamente un mes.
Durante este tiempo realizaron tres vacunaciones generales en las que se trasmitía la vacuna a toda persona que lo demandaba. Cuando Balmis pensó que su labor había concluido, se dispuso la salida para no demorar la llegada a América. La Expedición abandonó Tenerife el día 6 de enero de 1804.
En este día feriado se hizo vela de esta rada rumbo a Puerto Rico la corbeta María Pita, conductora de la expedición marítima de la vacuna.
A esa isla caribeña, la Expedición llega sin novedad el día 9 de febrero del mismo año, después de un mes de dura y arriesgada navegación trasatlántica, llena de riesgos y con el temor de no tener niños suficientes para mantener fresco el fluido vacuno.
Los acontecimientos en la isla portorriqueña fueron diferentes a los de la isla canaria. Balmis no pudo menos que comparar el trato recibido y la diferencia de actitud de las autoridades locales. Mientras que el Marqués de Casa-Cagigal, en Tenerife, le había favorecido, el Gobernador Ramón de Castro, en Puerto Rico, había permanecido al margen y no se implicó en el devenir de la Expedición Vacunal.
El malestar en Puerto Rico se debió a dos causas. Que el médico catalán Francisco Oller ya hubiera empezado unos meses antes a vacunar con fluido procedente de la vecina isla de Saint Thomas y por las dificultades que tuvo Balmis para conseguir niños que transportasen la vacuna hasta la Capitanía General de Caracas.
Balmis creyó que la Expedición se le venía abajo y tras varios enfrentamientos con Oller y las autoridades abandonó la isla portorriqueña a bordo de la María Pita con dirección a La Guayra el día 13 de marzo de 1804. El viaje por el mar Caribe fue complicado, por las dificultades de la travesía y por el desconocimiento de la marinería de esta costa. El barco tuvo que hacer una arribada de urgencia en la ciudad de Puerto Cabello, el día 20 de marzo de 1804. Esta población de la Capitanía General de Venezuela estaba muy distante de la capital, Caracas, donde les esperaban.
Para desplazarse con rapidez a su destino y con utilidad para la campaña vacunadora, Balmis divide la expedición. Un grupo se desplaza por tierra, a lo largo del Valle de Aragua, y otro por mar, a bordo del guardacostas Rambli. Tardaron en llegar a Caracas más de 10 días. Una vez que hubieron llegado a la capital, todos los miembros de la expedición comenzaron las vacunaciones.
El día 30 de marzo de 1804, Viernes Santo, Balmis vacuna por primera vez en Caracas a 64 personas. En esta ciudad la vacuna se recibió con gran admiración. Una vez establecida la vacuna en Caracas, y después de haberse creado una opinión pública favorable a la vacuna, se erigió como centro difusor para toda la Capitanía General de Venezuela. Desde la capital se envió la vacuna a los territorios de Coro, Puerto Cabello, Ortiz, Santa María de Iripe, Tocuyo, Maracaibo, Cumaná e incluso a la isla Margarita.
Balmis y los miembros de la expedición contaron con el apoyo del Gobernador y Capitán General Manuel Guevara y Vasconcelos. La presión de la epidemia de viruela que se había generalizado en Nueva Granada aumenta el entusiasmo.
En este territorio, Balmis, con el visto bueno del Capitán General de Caracas, creó la primera Junta de Vacuna del continente americano el día 23 de abril de 1804. El reglamento de creación y establecimiento de esta institución sirvió de modelo para otras poblaciones de América.
La estancia de la Expedición de la Vacuna en el territorio caraqueño fue satisfactoria profesional y personalmente. Contaron con el respaldo de la población en las vacunaciones y fueron reconocidos como guardianes de la salud pública. El día 9 de abril de 1804 todo cambió. Ese día, Balmis recibe la noticia del fallecimiento del Dr. Verges, que había sido comisionado en régimen de urgencia para frenar la vacuna en la capital del Virreinato neogranadino. Esta fue la causa primera para dividir la Expedición en dos partes.
También existen otros dos motivos que refuerzan esta decisión. Por un lado, la urgente necesidad de cortar el cruel contagio varioloso que reinaba en el territorio santaferino. Por otro lado, la accidentada navegación no sólo por el Atlántico, sino también por el Caribe. Una parte, dirigida por Balmis, puso rumbo a la América Septentrional, y otra, dirigida por Salvany, a la América Meridional.





