Bibliografía
1. Darmon P. L´homme et les microbes, XVII-XX siècle. Paris, ed Fayard, 1999.
2. Herrmann Koch fue un hombre activo e inteligente, que a pesar de las dificultades económicas para mantener a tan extensa familia, once hijos y dos hijas, amaba la lectura y disponía de una pequeña biblioteca. Coleccionaba sellos y jugaba al ajedrez, afición que transmitió a su hijo Robert. Había empezado a trabajar como simple minero, pero fue ascendiendo a capataz, maestro en la escuela de mineros y, posteriormente, inspector de las explotaciones mineras del Harz. Llegó a formar parte del Real Consejo Superior de Minería. Siempre vivió modestamente y su mayor ilusión era viajar. Conocía París, Marsella, Nápoles y había estado en Inglaterra y Noruega por razones de trabajo, un hecho poco frecuente para alguien de la pequeña burguesía luterana de un pueblo del corazón de Alemania (1,7) .
3. Ligon BL. Robert Koch: Nobel Laureate and controversial figure in tuberculin research. Seminars in Pediatric Infectious Diseases 2002; 13 (4): 289-299
4. Pérez-Miravete A. Vida y obra de Roberto Koch. Premio Nóbel de Fisiología y Medicina 1905. Bol Med Hosp Infant Mex 2001; 58 (8): 589-598
5. Koch intentó sin éxito, fue declarado inhábil por su fuerte miopía, ayudar a su país en la guerra austro-prusiana de 1866. Tras ese rechazo pasa el examen de Estado en Hannover, prueba que le habilitaba para ejercer como médico. En la Alemania de la época, era el estado quien atribuía un puesto a los médicos, que no podían ejercer libremente donde quisieran sin pasar ese examen. Emmy Fraazt, su primera mujer, hija del intendente de Clausthal era su prometida desde hacía siete años y prefería para su marido una vida tranquila trabajando en un pueblo con pacientes en lugar de viajar. Con ella tuvo a su única hija Gertrude, nacida en 1868, que más tarde colaboraría con su padre en algunos experimentos (1,4) .
6. Koch estuvo en Saint-Privat como médico del X Cuerpo de Ejército, luego se encarga del hospital de tifoideos de Neuf-Château (cerca de Orleáns) y más tarde es trasladado a Faubourg Bannier. Al quinto mes de guerra el general médico le repatría, la victoria alemana parece segura y en Rackwitz lo reclaman (7) .
7. Unger H. Roberto Koch, la novela de su vida. Ediciones del Zodíaco, Barcelona, 1944. Traducción española de la biografía novelada datada en 1936 “ Robert Koch: Roman eines großen Lebens ”, con prólogo del tisiólogo Rafael Serra Godoy. Una de las innumerables obras que reconstruyen la vida de Koch, tiene un apéndice con dos cartas autógrafas del famoso bacteriólogo.
8. Kruif P. Los cazadores de microbios. Aguilar Ediciones, Madrid, 1954.
9. El trabajo sobre el carbunco le conquistó grandes apoyos y le abrió las puertas del mundo científico. Con las propias palabras de Koch, el artículo se inicia: “Davaine ha demostrado decisivamente que el carbunco puede ser transmitido con sangre fresca y seca de animales infectados, solamente cuando la sangre contiene los bacilos característicos, y que estos bacilos eran bacterias. Él atribuyó la transmisión de carbunco al hombre, y a los animales a la diseminación de este bacilo, que permanece viable en el estado seco por largos períodos de tiempo”. “Sin embargo, una variedad de objeciones ha sido elevada a las conclusiones de Davaine. Algunos investigadores han producido carbunco inyectando sangre que contenía bacilos pero han fallado en demostrar bacterias en los animales así infectados y, contrariamente, otros creen haber transmitido la enfermedad con sangre libre de gérmenes; aún otros han notado que la transmisión del carbunco depende no solo del agente contagioso que puede estar presente en las capas superficiales del suelo sino que las condiciones de éste también influyen”. “El acceso a casos de carbunco en animales me ofreció la oportunidad de aclarar estas dudas. Yo, rápidamente llegué a la conclusión de que los principios de Davaine eran sólo parcialmente correctos” (4) . Un doble mérito hay que señalar en este trabajo, el propósito del mismo que fue demostrar la participación de las esporas en la transmisión del ántrax y la otra quizás más trascendente, en la utilización de una metodología científica original que posteriormente fue dada a conocer por Koch (4) .
10. Villemin observó que podía trasmitirse de un hombre o una vaca a un conejo, Cohnheim y Salomonsen la inocularon en la cámara anterior de ojos de conejo y Tappeiner infectó perros por inhalación de material infeccioso.
11. Puede encontrarse el texto en inglés de la carta de Koch, consultado el 24 de noviembre 2005]
12. Cita tomada de Darmon, 1999. También puede leerse la réplica de Pasteur a Koch en una traducción al inglés de Cohn, consultado el 24 de noviembre 2005]
13. Dr. Robert Koch’s Latest Estimate Of Pasteur’s Methods And Discoveries, And Of The Present Position Of the General Inoculation Problem. Boston Medical and Surgical Journal, January 18, 1883 , Vol. CVIII, Nº 3. [Acceso el 22 de noviembre de 2005, en Pasteur Koch controversy]
14. Pasteur’s Reply To Koch. Boston Medical and Surgical Journal, March 1, 1883 , Vol. CVIII, Nº 9. [Acceso el 22 de noviembre de 2005, en Pasteur Koch controversy]
15. El artículo de Mollaret HH, publicado en 1983 y titulado “Contribución al conocimiento de las relaciones entre Koch y Pasteur” puede encontrarse en una traducción de Cohn et. al. , acceso el 14 de noviembre 2005]
16. Kaufmann S. A short history of Robert Koch´s fight against tuberculosis: Those who do not remember the past are condemned to repeat it. Tuberculosis 2003; 83: 86-90
17. Nobel Lecture, December 12, 1905 . [Acceso el 14 de noviembre de 2005]





