Un estudio publicado en American Journal of Infection Control ha constatado que un brote nosocomial de gripe acaecido en una sala de oncología de un hospital de los Estados Unidos tuvo su origen en sanitarios que continuaron trabajando a pesar de estar padeciendo la enfermedad.
El brote por el subtipo A/H3N2 tuvo lugar a lo largo de ocho días y afectó a siete de diez pacientes ingresados, a dieciséis sanitarios y a dos visitantes. Una encuesta anónima pasada al staff que presentó síntomas gripales reveló que el 64% de los sanitarios encuestados fueron a trabajar aún con síntomas y el 56% lo motivó su sentido de responsabilidad.
Los autores concluyen que la diseminación nosocomial del virus podría haberse evitado si los sanitarios no hubieran asistido al trabajo (“presentismo”) o en su caso lo hubieran hecho con mascarillas protectoras.
Brote nosocomial de gripe A H3N2 en una unidad de oncología para pacientes hospitalizados relacionado con trabajadores de la salud que se presentan al trabajo mientras están enfermos