Las vacunas llevan toda su existencia enfrentándose a problemas satélite que minan su labor. Más allá de casos puntuales o excepciones (las vacunas son, como todo, mejorables), hay consenso sobre su seguridad y eficacia, pero no son pocas las realidades con las que las vacunas tienen que lidiar para no ver dañado su estatus de recurso imprescindible. La OMS cifra en 40 las vacunas existentes para evitar 25 enfermedades. No sólo funcionan, sino que ahorran: se calcula que por cada euro invertido en ellas los sistemas sanitarios se ahorran más de 20 euros en gasto. Seguras, eficaces… pero siempre en la picota. ¿Por qué? Los desabastecimientos, exacerbados en los últimos años; la presencia de rumores y mitos, la inmensa mayoría falsos y liderados por los movimientos antivacunas, que hacen dudar de su aportación; la continua lucha por incrementar las tasas de vacunación e inmunidad, especialmente en poblaciones como mayores y profesionales sanitarios, y las inequidades a escala mundial y nacional en acceso y tipo de calendario vacunal son algunas de las realidades que complican la vida a las vacunas.
Compartir
Autor: Asociación Española de Vacunología
Asociación científica dedicada a la formación e información sobre vacunas destinada a profesionales sanitarios y público en general.