Maertens K, Caboré R, Huygen K, Hens N, Van Damme P, Leuridan E. Vaccine 2016;34:142-150
Estudio prospectivo de cohortes controlado en el que se analiza la influencia de una dosis de recuerdo de Boostrix en la embarazada en el título y la duración de los anticuerpos transferidos transplacentariamente al recién nacido. El estudio se llevó a cabo en cinco centros de Amberes (Bélgica) en 57 embarazadas vacunadas a una edad gestacional media de 28.6 semanas. Los niños recibieron la vacuna hexavalente de GSK a las 8, 12 y 16 semanas. Las 42 mujeres del grupo control no recibieron ninguna vacuna durante su embarazo. Las muestras sanguíneas para serología se efectuaron antes de la vacunación materna y un mes después, en el cordón umbilical y en los neonatos antes de las dosis rutinarias y al mes de la recepción de las tres dosis correspondientes a la primovacunación. Encontraron que los neonatoa de madres vacunadas tenían mayores concentraciones de anticuerpos al nacer y durante los dos primeros meses de vida para todos los antígenos vacunales al compararlos con la descendencia de las no vacunadas. No obstante se observó que tras las series primarias, los hijos de vacunadas sufrieron el fenómeno de blunting para los antígenos de difteria y para la toxina pertussis (p<0.001) aunque aumentaron entre la semana 8 y el quinto mes. Por el contrario, para la pertactina, la FHA y el tétanos no se observaron diferencias significativas. Para estos tres antígenos se evidenció un descenso en los títulos entre las ocho semanas y los cinco meses. Está pendiente la monitorización del seguimiento antes y después de la dosis de recuerdo de los 15 meses. Concluyen que sus resultados avalan las políticas de vacunación en las embarazadas ya que con la vacunación se cierra el periodo de vulnerabilidad de los dos primeros meses de vida. El blunting, por otra parte, tendrá que estudiarse tras el recuerdo del segundo año para comprobar si persiste a esa edad.