Casi 40 años después de conseguir la vacuna contra la rubeola, a sus 85 años, el neoyorquino Stanley Plotkin sigue trabajando como “profesor, asesor de múltiples organismos científicos y ONG, e investigador de la vacuna contra el citomegalovirus”, como resume con orgullo. “Es un virus muy complicado que si infecta a una embarazada puede causar graves malformaciones en el feto, y que también se da en personas trasplantadas e inmunodeprimidas”, explica. También ha tenido aportaciones relevantes contra la rabia y la polio, entre otras enfermedades. Plotkin ha visitado Madrid para dar una conferencia en un encuentro de la compañía Sanofi Pasteur. Afable y didáctico, no se altera cuando se le pregunta si no le molesta que haya quien dude de la aportación de trabajos como el suyo en el campo de las vacunas.
Compartir
Autor: Asociación Española de Vacunología
Asociación científica dedicada a la formación e información sobre vacunas destinada a profesionales sanitarios y público en general.