El sentido común prevalece en la sanidad valenciana. La prueba más clara se halla en que el personal de los centros de salud de la Comunidad Valenciana hace caso omiso a la obstrucción que el Ministerio de Sanidad ejerce sobre la vacuna de la varicela y la inyecta ya a los niños cuando los padres llevan el suero. Pese al bloqueo de la Agencia Española del Medicamento (AEMPS) sobre el stock de vacunas, «los padres las obtienen de muchas formas y van a los centros de salud valencianos y allí se ponen sin ningún problema», explicó ayer el presidente de la Fundación Española de Pediatría, Carlos Paredes, quien confirmó que tanto los médicos como los enfermeros de los ambulatorios «están completamente a favor de inmunizar a los niños más pequeños».
Esta realidad ha sido comprobada directamente por este diario que ha visto como el personal de los centros sanitarios públicos están dispuestos a inocular el suero que ha paralizado el Gobierno de España. Incluso, se dan casos en los que los propios trabajadores públicos explican a los padres los cauces que pueden utilizar para conseguir la vacuna saltándose la prohibición del Ministerio de Ana Mato.