El 13 de noviembre de 2020, la Asamblea General de la ONU estableció el Día Internacional de la Preparación ante las Epidemias, que se celebra el 27 de diciembre. La propuesta fue una iniciativa de la Embajada de Vietnam ante la ONU, en virtud de las repercusiones devastadoras y trágicas que tienen las enfermedades infecciosas epidémicas y pandémicas en la vida humana, teniendo un impacto directo no solo a nivel sanitario, sino también y de forma muy importante a nivel social y económico. Este día 27 de diciembre se hizo coincidir con el aniversario del nacimiento del genial Louis Pasteur, considerado como el padre de la Microbiología moderna.
Aunque muchos tengan la impresión de vivir tiempos excepcionales, una mirada al pasado pone en evidencia que la excepción es pasar una vida sin enfrentarse a una epidemia de consideración. La peste negra, la viruela, la gripe, el SIDA o ahora la COVID-19 no son excepciones, sino ejemplos sobre la norma general de continuas apariciones de enfermedades epidémicas y pandémicas que han azotado a la especie humana a lo largo de la historia.
La COVID-19 nos ha demostrado la rapidez con la que una enfermedad infecciosa puede propagarse por todo el planeta, llevando a los sistemas de salud al colapso más absoluto. También ha puesto en evidencia que no hemos aprendido nada en cuanto a emergencias de salud se refiere, y nos ha demostrado que el mundo sigue estando muy mal preparado para evitar que brotes localizados en cualquier punto del planeta, crucen las fronteras y se conviertan en pandemias. La COVID-19 no es la primera ni será la última pandemia a la que deba enfrentarse la humanidad.
Estar preparados supone disponer de sistemas de salud sólidos y resilientes, que lleguen a las personas que son vulnerables o se encuentran en situaciones de vulnerabilidad. Para ello debemos contar con inversiones sólidas en investigación, sistemas de vigilancia e inteligencia epidemiológica, para llevar a cabo una mejor prevención y gestión de estas pandemias y epidemias.
Asimismo, debemos orientarnos hacia un enfoque integrado One Health que fomenta la cooperación entre la salud humana, la sanidad animal y la salud ambiental. Los desastres naturales y las alteraciones ecológicas provocadas por el hombre agravan considerablemente el riesgo de epidemias, poniendo en jaque nuestra salud, desarrollo y bienestar. No debemos olvidar que cerca del 60% de las enfermedades infecciosas humanas, y el 75% de las enfermedades infecciosas emergentes, como el ébola, el VIH o el COVID-19 son de origen animal, es decir, son zoonosis. Por este motivo, es necesario optar por este enfoque One Health, destinado a comprender y gestionar los riesgos para la salud del planeta y abogar por ecosistemas sostenibles más equilibrados. Vivir en armonía con la naturaleza puede ayudarnos a prevenir la aparición de futuras enfermedades.
Dentro de estas estrategias de prevención y lucha frente a pandemias y epidemias, cobra especial importancia la cooperación internacional. Entidades como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Mundial de la Salud Animal (OMSA) y los gobiernos, juegan un papel fundamental en la coordinación de las respuestas a las epidemias, y los Estados Miembros deben comprometerse a velar por una participación inclusiva, equitativa y no discriminatoria. El acceso a fármacos y vacunas debe de ser igual para todos. Debemos asegurarnos de que todas las personas tengan acceso a las intervenciones vitales, como las vacunas, intentando en todo momento lograr que la cobertura y acceso a estas vacunas sea universal y equitativa.
También es fundamental concienciar a la ciudadanía y educarla en salud, con información veraz y contrastada, impartiendo programas de sensibilización a nivel local, nacional y mundial. Dentro de estos programas, hemos de incidir en la toma de conciencia sobre la importancia de las vacunas y el tener los calendarios de vacunación actualizados con vacunas dirigidas y específicas para los distintos grupos de edad y de riesgo. Las vacunas salvan vidas.
En este Día Internacional de la Preparación ante las Epidemias, demos a esta cuestión la importancia, la atención y las inversiones que se merece.