Ocho países asiáticos evalúan la seguridad y eficacia de la nueva vacuna cubana contra la hepatitis B, HeberNasvac, como parte de un acuerdo de colaboración con la compañía francesa Abivax.
Se trata de Australia, Nueva Zelanda, Singapur, Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong, Filipinas y Tailandia, naciones de esa región del mundo de las más afectados por el virus, por el cual mueren cada año cerca un millón de personas.
Autoridades del Centro cubano de Ingeniería Genética y Biotecnología, donde se creó el tratamiento, explicaron que en el ensayo clínico participan 50 centros de salud e involucra a alrededor de 230 pacientes.
En Cuba también se desarrolla un estudio clínico para optimizar el esquema de tratamiento y las rutas de administración del nuevo medicamento y con ese análisis se beneficiarán 160 pacientes de 13 sitios de salud de diversos territorios de nuestro país, donde se prevé que comience a utilizarse el HeberNasvac en el año 2016.
La Organización Mundial de la Salud cifra en cerca de un millón el número de muertes que se relacionan cada año con la infección por VHB. En la nueva propuesta terapéutica se combinan el antígeno de superficie y de la nucleocápsida del virus de la hepatitis B, dos proteínas recombinantes producidas por el CIGB. El preparado se administra por vía nasal y subcutánea, provoca menos reacciones adversas y cuenta con una mayor eficacia antiviral que los tratamientos existentes en la actualidad para esta afección.
Mientras tanto, un segundo estudio clínico se desarrolla en Cuba con la participación del Ministerio de Salud Pública, con el objetivo de optimizar el esquema de tratamiento y las rutas de administración del producto.
En la investigación están involucrados 13 sitios clínicos distribuidos por todo el país, y por medio de la misma serán beneficiados 160 pacientes cubanos. El estudio se encuentra actualmente en fase de reclutamiento de un grupo de pacientes con hepatitis B crónica.