El Pharmacovigilance Risk Assessment Committee (PRAC) de la EMA, tras su reunión de 7 a 10 de marzo, ha decidido añadir dos posibles efectos adversos a los ya conocidos de las vacunas COVID-19.
El primero de ellos concierne a la vacuna Ad26.CoV2.S de Janssen y es el de la vasculitis de pequeños vasos acompañada de manifestaciones cutáneas (exantema rojizo), de frecuencia desconocida. Hasta la fecha se han reportado 21 casos a escala mundial tras 42.5 millones de dosis administradas de vacuna.
El segundo afecta a la vacuna Spikevax de la farmacéutica Moderna y a Comirnaty de BioNTech/Pfizer, y se trata del síndrome de fuga capilar, cuadro grave y extremadamente infrecuente caracterizado por hinchazón de brazos y piernas, súbita ganancia de peso e hipotensión. De momento, no se ha podido probar una asociación causal entre la vacuna y el síndrome en cuestión. Hasta la fecha, se han reportado 55 casos, de los que once corresponden a Spikevax y 44 a Comirnaty, tras 559 y dos mil millones de dosis, respectivamente.