Andalucía ya ha destacado a nivel nacional por ser la primera comunidad española en creación de nuevas empresas de biotecnología en 2009 con un 26%, por delante de Cataluña (24%), Valencia (9%) y Madrid (7%). Se demuestra que con las medidas adecuadas de programas de acompañamiento del sector nivel público se pueden cambiar tópicos. Estas bioempresas suelen ser además una escuela de investigadores, gestores y emprendedores de nuevas empresas.
La compra pública de tecnología innovadora (CPTI) se ha empleado con asiduidad en los EEUU para crear nuevos mercados para sus empresas innovadoras. Por poner un ejemplo, en los EEUU acaban de aprobar un programa para pagar una competición de 10 empresas biotecnológicas para hacer vacunas en tiempo récord al menor coste posible. El presupuesto ha sido de 100 millones de dólares, y 10 empresas se comprometerán a crear una infraestructura industrial capaz de desarrollar vacunas en pocas semanas desde que se conoce el origen, para suministrar a toda la población americana.