Los problemas de suministro en las vacunas de los laboratorios Sanofi Pasteur MSD y Glaxo Smith Kline que incluyen el antígeno de la tosferina obligaron en mayo de 2015 al Sergas –y al conjunto de las autoridades sanitarias internacionales– a introducir cambios transitorios en sus calendarios de vacunación infantil que perduran casi un año después. Como consecuencia de la suspensión temporal del refuerzo de los seis años, la cobertura en esa dosis pasó en Galicia del 93,74% de 2014 al 34,2% de 2015, según datos adelantados por el subdirector xeral de Información sobre Saúde e Epidemioloxía, Xurxo Hervada. El mercado público, admitió, ha perdido atractivo para la industria farmacéutica, que desde el inicio de la crisis económica y en respuesta a la presión ejercida desde las administraciones se ha visto forzada a asumir una bajada de precios en sus ventas a los programas públicos de vacunación. A esa pérdida de interés de los proveedores, señaló, se suma como factor en contra la elevada concentración del sector (que en el caso del antígeno de la tosferina se traduce en sólo dos laboratorios proveedores). El escenario, reconoció el subdirector, se traduce en una posición frágil de los estados a la hora de garantizar la disponibilidad de dosis suficientes para sus programas, principalmente en aquellas vacunas fabricadas bajo patentes ya agotadas y, por tanto, muy amortizadas por sus responsables.
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