El desgraciado fallecimiento de la niña de tres años de Puebla de Arganzón a consecuencia de una complicación de la varicela pone de nuevo de actualidad el asombroso caso de la vacunación de esta enfermedad en nuestro país desde agosto. El Comité de expertos de la Asociación Española de Pediatría publicó en enero (como todos los años) el calendario de vacunas que es aconsejable para nuestros niños, e incluye la vacuna de la varicela con una primera dosis entre los doce a quince meses y una segunda dosis entre los dos a tres años.
Desde agosto del 2013, la Agencia Española del Medicamento del Ministerio de Sanidad bloqueó el abastecimiento a las farmacias de la vacuna (a excepción de Navarra, Ceuta, Melilla y, hasta diciembre, Madrid) en base a un supuesto riesgo de que se iba a cambiar el patrón epidemiológico de la enfermedad desplazándola hacia edades más adultas y que iban a aumentar los casos de herpes. Es una hipótesis teórica que, por ahora, no tiene una justificación real, ni de peso. Países con más tiempo vacunando como EE. UU. o, en Europa, como Alemania y Francia, donde se sigue vacunando a estas edades, no han comunicado nada a este respecto. Cuando presumimos de que nuestra sanidad es universal, gratuita e igual para todos ¿qué pasa?.
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