Este año es el décimo desde que en España se introdujo la vacuna contra el papiloma humano. Las dos vacunas tienen en común que actúan contra dos tipos del virus alfa, el 16 y el 18, responsables de más del 70% de los casos de cáncer uterino, según expuso el viernes Aureli Torné, jefe de la Unidad de Ginecología Oncológia del Hosital Clínic de Barcelona en una sesión promovida por Sanofi. En total, ya se han vacunado un millón de niñas en España (100 millones en el mundo), lo que representan casi un 80% de cobertura, dijo Xavier Bosh, del Instituto Catalán de Oncología. Bosch explicó que desde que salieron las vacunas hasta ahora se había revisado la relación de estos medicamentos con múltiples posibles efectos adversos, que van desde el fracaso ovárico, vasculitis, síndrome de Guillain-Barré a la inmundeficiencia, embarazos no deseados y la esclerosis múltiple, y que, tras analizar más de 30.000 casos, solo se había encontrado una relación con los síncopes (desmayos que ocurren en el momento de ponerse la vacuna), aunque se trata de un efecto “poco importante que se pasa con 20 minutos de reposo”. Las diferencias entre las tasas de vacunación por comunidades (del 59,2% en Asturias al 93% en Ceuta) se deben más a los programas autonómicos que a recelos de las familias.
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Autor: Asociación Española de Vacunología
Asociación científica dedicada a la formación e información sobre vacunas destinada a profesionales sanitarios y público en general.