En la sección de “News” de la revista Nature se plantea la pregunta clave: “en caso de disponer de una vacuna frente al SARS-CoV-2, ¿habría suficiente cantidad para todo el mundo?
Mediante entrevistas a destacados investigadores se intentan resolver las grandes dudas derivadas de la pregunta. Un aspecto crítico es si la producción de la vacuna pandémica interferirá con la producción de las vacunas de uso rutinario del tipo de la antigripal o la triple vírica. Respecto al reparto, la OMS se ha comprometido a que haya un reparto equitativo, pero ¿cómo lo puede hacer?, ¿cómo puede forzar a un país productor de la vacuna a que la exporte a otros países? En este sentido algún entrevistado recuerda el caso de Australia y la vacuna frente a A/H1N1pdm. El aspecto financiero también sería clave: ¿qué gobiernos o compañías farmacéuticas invertirían en el proyecto? Se abordan, en última instancia dos aspectos cruciales: el papel de las organizaciones filantrópicas y la manera de adquisición de vacunas.
En cuanto al primer punto, la Fundación Bill y Melinda Gates propone construir las instalaciones de producción simultáneamente con el desarrollo de los ensayos clínicos, y en cuanto al segundo se propone una estrategia de adquirir compromisos de compra “a la avanzada”, que ha funcionado para que la Global Alliance for Vaccines and Immunization pudiera introducir la vacuna antineumocócica conjugada en países de baja renta.