Rosario Cáceres es la primera farmacéutica en formar parte de la Junta Directiva de la Asociación Española de Vacunología. Es también copresidenta del Comité Organizador del XII Congreso de la AEV, que se celebra en Málaga del 24 al 26 de octubre, y del que nos da más detalles en esta entrevista:
¿Qué novedades podemos esperar en el Congreso de este año con respecto a ediciones anteriores?
Este Congreso presenta tres novedades destacables. Por un lado, se han multiplicado el número de comunicaciones presentadas con respecto a encuentros anteriores, superando los 200 trabajos. Otra novedad muy destacable es el hecho de que este vaya a ser un congreso sostenible. Para esto hemos desplegado un plan de actuación en el que se tendrá en cuenta esta premisa a todos los niveles, desde el material del congresista, la entrega de documentación, los traslados…Y por último, la variedad del programa en cuanto a lugar de trabajo y ámbito profesional, así como de paridad. Hemos sido capaces de reflejar tanto en la estructura de los comités como en el programa la pura esencia de la AEV, una asociación multidisciplinar enormemente rica precisamente por esta diversidad.
¿Cómo está siendo la labor de organizar este encuentro científico?
Dura pero muy satisfactoria. Tengo la suerte de contar con un copresidente que es meticuloso, sensato, moderado y muy divertido a la vez, hacemos un buen tándem porque nos complementamos bien. Disfrutamos de un comité organizador muy implicado y trabajador y un comité científico que, aunque como hemos dicho, es muy variado, la experiencia es que hemos congeniado estupendamente todos, aportando cada uno su valor y trabajando en perfecta sintonía. Y la junta directiva de la AEV siempre ayudando, supervisando y aportando experiencia y conocimiento, y velando por que la misión y los valores de la AEV estén presentes. Y no me puedo olvidar de la secretaría técnica, que nos ayuda tantísimo, profesionales y cuidando cada detalle. Es un regalo compartir esta experiencia con compañeros con tanto talento y calidad humana. Con esta ayuda es muy fácil que todo salga bien, espero que así sea, porque le estamos poniendo mucho cariño y empeño.
¿Qué criterios se han tenido en cuenta para elaborar el programa científico?
El objetivo principal es que salgamos del Congreso un poco más preparados para transmitir a la población que las vacunas son prevención y autocuidado, y que la cultura vacunal debe ir calando como una acción más dentro de nuestra idea de lo que son hábitos de vida saludables. Por eso vemos un programa tan transversal. Una vez pensado el esquema básico, creamos diferentes grupos de trabajo con los miembros de los comités para ir trabajando cada mesa en particular: nombre, posibles ponentes, objetivos, estructura, técnicas didácticas…Todo siempre supervisado por la junta directiva. El resultado es el que podemos ver, un programa novedoso, equilibrado, de alto nivel científico y útil para nuestro día a día. Y un poco gamberro, ¿por qué no?
¿Hay algún tema o ponente que destaque especialmente y que no nos podemos perder?
No nos podemos perder nada, hay que venir desde el miércoles, porque ya los simposios previos al Congreso son sumamente interesantes. Quizás si tuviera que destacar, destacaría la mesa de vacunología social por la importancia que tienen los determinantes sociales en vacunas si queremos que las estrategias, campañas y comunicación sean efectivos. Además del programa del Congreso, tenemos programadas multitud de actividades dinámicas dentro y fuera de la sede, ya que una de las ideas clave del Congreso es abrirnos a la ciudad y sus ciudadanos.
¿Cómo ve el futuro de la vacunología y el papel que juegan estos congresos en su desarrollo?
Estamos en un momento emocionante y en auge de la vacunología, con las nuevas plataformas y los nuevos retos microbiológicos y epidemiológicos que se nos presentan. Veo un futuro enfocado en la vacunación del adulto, impulsado por el aumento de la esperanza de vida, donde vayamos estando cada vez más preparados para un envejecimiento saludable. También veo un futuro donde cada vez tengan más peso los determinantes sociales y las circunstancias de cada persona a la hora de acompañarla en su proceso de salud, donde se tenga en cuenta la realidad de otros países y se aborden las estrategias de forma más global, y donde entren es escena otros profesionales sanitarios e incluso otros agentes promotores de la salud. Y para conocer y trabajar con todos estos factores, los congresos son un espacio en el que debatir, conocer la labor de otros compañeros, generar ideas y crear alianzas para estar preparados para todos estos desafíos.