La mayor incidencia de enfermedad por Hib se concentra entre los 4 y los 18 meses de vida, siendo esta etapa la de mayor riesgo para desarrollar la enfermedad. Desde el nacimiento hasta los 2 meses de vida existe protección por la presencia de anticuerpos maternos en la sangre, adquiridos a través de la placenta durante el embarazo. A partir de los 24 meses de edad, el sistema inmunitario es capaz de desarrollar una potente respuesta inmunitaria contra el microorganismo.
Incluso con un tratamiento adecuado, un 5% de los niños con meningitis por Hib mueren y hasta un 20-40% sufren secuelas graves (ceguera, sordera, déficits en el aprendizaje). En zonas con falta de acceso a recursos, esta tasa aumenta hasta el 20-60%1.