Un panel de expertos de la Organización Mundial de Salud (OMS) recomendó realizar pruebas piloto en ciertas zonas de África subsahariana de una vacuna contra el paludismo, la más avanzada que existe hasta ahora, antes de contemplar un uso más extendido. Este panel aconseja que el Mosquirix o vacuna RTS,S, fabricado por el laboratorio GlaxoSmithKline, sea distribuido en varios lugares para evaluar su eficacia. La primera dosis deberá ser dada a niños de entre cinco y 17 meses, y determinar sus efectos protectores, para saber así si se puede administrar en los programas normales de vacunación. En abril, la revista médica The Lancet publicó los resultados de un estudio que se extendió durante varios años en el que participaron 15.500 niños en siete países. La investigación tuvo resultados dispares. Solo un tercio de los niños que recibieron la vacuna estuvieron protegidos durante el tiempo en el que duró la prueba. La fabricación de la vacuna en el laboratorio GlaxoSmithKline se hace con financiación de la Fundación Bill y Melinda Gates. El Mosquirix es la primera vacuna antipaludismo en llegar a la fase III de las pruebas clínicas, la etapa final antes de la autorización para la comercialización.
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