Según The New York Times el gobierno chino ha suspendido el comercio, la venta y consumo de animales salvajes, bien criados en granja o cazados, para intentar poner freno a lo que se considera que fue el inicio de la pandemia por SARS-CoV-2. De momento, el Congreso ha emitido una directiva para estudiar el refuerzo de las actuales reglas entretanto se elabora la oportuna legislación. La diseminación de la pandemia se produjo desde un mercado de Wuhan (Huanan Seafood Wholesale Market), donde los animales se venden y sacrifican in situ en condiciones sanitarias no ideales.
Aunque hasta la fecha los Centers for Disease Control de la República Popular de China no han asociado la COVID-19 con ninguna especie animal, la pasada semana los perros y los pangolines salieron de la lista de animales domésticos permitidos para el consumo humano, pero permanecen las ratas que son aptas para captura, venta y consumo.