La Universidad de Oxford ha comunicado que ha comenzado con los ensayos en humanos a los que se les vacunará para posteriormente inocularles una cantidad predeterminada de virus SARS-CoV-2 (challenge). El estudio tendrá lugar en dos fases con distintos participantes en cada una de ellas. La primera servirá para establecer la dosis mínima del virus que, en alrededor del 50% de los participantes que se infectaron previamente, pudiera replicarse produciendo escasos o ningún síntoma. En la segunda fase, que comenzará para el verano, todos los participantes se infectarán con la dosis estandarizada del virus que se estableció en la primera fase. En la primera participarán hasta 64 adultos de 18 a 30 años que se infectaron previamente de manera natural y se re-expondrán al virus bajo condiciones muy controladas. A su vez, se dividirán en dos grupos: uno con 24 personas que irán recibiendo dosis progresivas del virus hasta determinar la dosis óptima y un segundo, de 10 a 40 miembros, que recibirán la dosis localizada como óptima. Los participantes permanecerán en cuarentena en suites hospitalarias especialmente diseñadas durante un mínimo de 17 días. Se someterán a numerosas pruebas incluidas escáneres pulmonares y resonancias magnéticas pulmonares. Cualquiera de los participantes que desarrollen algún síntoma sospechoso de COVID-19 recibirán tratamiento médico con anticuerpos monoclonales Regeneron y solamente saldrán de la cuarentena cuando ya no estén infectados y no supongan un riesgo para sus contactos.
El estudio completo durará doce meses, incluyendo un mínimo de ocho visitas de seguimiento. El virus utilizado es el original aislado en Wuhan.
La importancia de este estudio radica en que posibilitará definir con precisión la respuesta inmune basal previa a la infección controlada, medir cuánta cantidad de virus se detecta tras esa infección y, todo ello, permitirá, a su vez, medir la respuesta inmune en varios puntos y entender con precisión cuál es la respuesta generada por el virus.