Un par de estudios procedentes de investigadores de los Estados Unidos, de laIcahn School of Medicine at Mount Sinai de Nueva York y de la University of Maryland School of Medicine de Baltimore, aún en fase preprint y recogidas en la sección de “News” de la revista British Medical Journal abordan la vacunación con una sola dosis de vacuna de ARN mensajero de aquellas personas que han padecido COVID-19.
El primer estudio encontró que las personas seropositivas responden rápidamente con síntesis de anticuerpos tras recibir una dosis de vacuna de Pfizer/BioNTech o de Moderna. Adicionalmente, reportaron efectos adversos con mayor frecuencia tras esa primera dosis, en línea con lo reportado para las segundas dosis en los ensayos clínicos.
Se examinó el suero de 109 personas, de las que 68 no había tenido COVID-19 mientras que 41 habían tenido una serología positiva previa. Los títulos de anticuerpos en estos últimos no solo eran de 10 a 20 veces mayores respecto de los que eran seronegativos, en todos los cortes de análisis, sino que a las dos semanas después de recibir una dosis también excedieron en diez veces la media de anticuerpos de los sujetos seronegativos que recibieron dos dosis. Por otra parte, compararon la frecuencia de efectos adversos tras la recepción de la primera dosis de vacuna, de manera que los seropositivos previos experimentaron mayor número de efectos adversos sistémicos del tipo de cansancio, artralgias, mialgias, escalofríos y fiebre. El coordinador del estudio, Florian Krammer, concluye que la vacuna puede comportarse como una dosis de recuerdo en las personas que padecieron una infección, lo que proporciona las bases para considerar que la administración de una dosis de vacuna es suficiente para alcanzar inmunidad. Un segundo estudio evaluó las respuestas humorales a una dosis de vacuna de ARN mensajero de Pfizer/BioNTech o de Moderna en 59 sanitarios. Los previamente infectados por SARS-CoV-2 tuvieron una respuesta clara con un pico de anticuerpos funcionales entre los días 10 y 14, estadísticamente significativo respecto de los seronegativos basalmente, con una cinética característica de una respuesta anamnésica y similares a los obtenidos en los vacunados con dos dosis en los ensayos clínicos. En este caso, los autores concluyen que teniendo en cuenta que una dosis de vacuna tiene un efecto booster, que desconocemos la duración de la protección y de la memoria inmune y, hasta que no se identifique un correlato de protección, en tiempos de desabastecimiento de vacunas se puede adoptar la siguiente estrategia en tanto en cuanto no se disponga de más evidencias: a) administrar una dosis única a los pacientes que tuvieron una COVID-19 confirmada por laboratorio, y b) aquéllos en los que se confirmó por laboratorio pueden ubicarse en la parte inferior de la lista de prioridades de vacunación.
Traducido y adaptado por José A. Navarro-Alonso M.D.
Pediatra. Comité Editorial A.E.V.