El virus de la viruela seguirá entre nosotros. Tras días de debate intenso y división interna, finalmente los 193 países que componen la Organización Mundial de la Salud (OMS) han decidido conservar las cepas de este virus que todavía se almacenan en dos laboratorios de alta seguridad en EEUU y Rusia. Según han anunciado, la discusión sobre la destrucción definitiva del virus vuelve a posponerse hasta la celebración de la 67ª Asamblea General del Organismo, que tendrá lugar dentro de tres años. Parece que finalmente han ganado las presiones ejercidas por EEUU y Rusia para preservar las reservas "para investigación", en contra de la postura defendida por Irán, entre otros países, que quería la destrucción completa del virus. "La buena noticia es que se ha alcanzado un consenso en el sentido de que reafirmamos la decisión de que el virus debe ser destruido", algo que ya se acordó en 1986, ha declarado Pierre Formenty, jefe de la sección de Patógenos Emergentes y Peligrosos de la OMS.
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