Un trabajo publicado por investigadores del Rutgers Cancer Institute of New Jersey en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences de los Estados Unidos, sugiere que la administración intratumoral de la vacuna antigripal inactivada convierte a tumores “fríos” en “calientes” lo que implica generación de inmunidad antitumoral sistémica mediada por linfocitos CD8, además de sensibilizar a los tumores resistentes al bloqueo chekpoint y de proteger de la infección gripal. Sorprendentemente, las vacunas antigripales adyuvadas basadas en escualeno mantiene las células B regulatorias intratumoralmente y no mejora las respuestas antitumorales.
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La inyección intratumoral de la vacuna contra la gripe estacional convierte los tumores inmunológicamente fríos en calientes y sirve como inmunoterapia para el cáncer.