Ismael Huerta González, Coordinador de Salud Pública en el Área Sanitaria III de Asturias, es socio de la AEV desde 2007. Apasionado de las vacunas, hace unas semanas participó en una jornada del ISGlobal en la que repasó la historia de las vacunaciones del adulto y cómo ha ido cambiando el enfoque a lo largo del tiempo.
¿Qué te llevó a formar parte de esta asociación?
En esa época trabajaba en Salud Pública de Asturias y estaba a cargo del Programa de Vacunaciones. El mundo de las vacunas siempre me ha apasionado, y ya había ido a varios congresos y simposios de la AEV, la única sociedad científica dedicada específicamente a este tema. Además ya eran socios muchos de mis compañeros de otras Comunidades Autónomas, así que era natural que me asociara.
¿En qué proyectos estás inmerso en estos momentos?
Estoy terminando un estudio sobre la vacunación en los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales en España, junto con una compañera del ámbito de la salud laboral, que ya ha servido como base para un trabajo de fin de máster, y del que quedan pendientes algunos análisis finales. Además, participo en pequeños estudios sobre vacunación frente a herpes zóster en pacientes de riesgo, dirigidos por el Servicio de MPySP del hospital del Área Sanitaria VII de Asturias. Por último, como trabajo de fondo, estoy trabajando en una Guía de vacunación en pacientes de riesgo que actualice la guía de 2014 de Asturias (en la que participé como autor) y tenga en cuenta las indicaciones de la guía nacional de 2018 y otras actualizaciones.
El pasado mes de octubre participaste en la jornada ‘La vacunación en España. Presente y futuro’, ¿en qué consistió tu presentación?
Mi presentación repasaba la historia de las vacunaciones del adulto y cómo ha ido cambiando el enfoque, desde una vacunación separada, infantil por un lado y del adulto por otra, hasta el planteamiento actual de vacunación a lo largo de toda la vida. Este cambio, junto con el envejecimiento demográfico en España y las nuevas vacunas que estarán disponibles para personas mayores o con situaciones de riesgo, hace resaltar la importancia de las vacunaciones en el adulto, especialmente de cara al futuro. Para responder a ello, también hacía un repaso de las razones para vacunar a los adultos, y de los planteamientos necesarios para mejorar esta vacunación, tanto con más y mejores vacunas, como para llegar con la vacunación a más personas.
¿Con qué mensajes claves de los que diste en la ponencia te gustaría que se quedara la sociedad?
Los dos mensajes claves de la ponencia se dirigen a normalizar las vacunaciones como una actividad básica y habitual del sistema sanitario, y serían los siguientes. En primer lugar, que las vacunaciones del adulto forman parte de un estilo de vida saludable, contribuyendo a mantener un buen estado de salud a lo largo de la vida, lo que incluye completar las vacunaciones infantiles que no se hayan recibido, proteger a las personas en situaciones de mayor riesgo y contribuir a un envejecimiento activo y saludable, con una buena calidad de vida y evitando situaciones de discapacidad, mediante las vacunaciones indicadas en personas mayores.
En segundo lugar, que la vacunación de los adultos debe formar parte de la actividad asistencial básica preventiva del adulto, implicando tanto al conjunto de profesionales sanitarios como a la sociedad en general.
¿Cómo se pueden mejorar las coberturas de vacunación en el adulto?
Se requieren una serie de actuaciones coordinadas que aborden el tema desde diferentes
puntos de vista. Por un lado actuaciones estructurales, como mejorar los sistemas de información para realizar una evaluación continuada de coberturas e impacto de las vacunaciones (básico para difundir y comunicar los resultados a profesionales, gestores sanitarios y a la población en general), y dotar a los profesionales sanitarios de Atención Primaria de tiempo y recursos para actividades comunitarias, incluida la vacunación.
Por otro lado actuaciones funcionales, dirigidas a mejorar la comunicación con la población, con campañas informativas dirigidas, y la formación en vacunas de los profesionales sanitarios a todos los niveles. También se puede valorar la opción de establecer revisiones sistemáticas en adultos, a determinadas edades, para realizar actividades preventivas, incluidas las vacunaciones, como las que aseguran las altas coberturas en la infancia. Así como actuaciones para ampliar la accesibilidad, mejorando la gestión de las campañas de vacunación e implicando a nuevos actores en la información y captación de las personas con indicaciones de vacunación, como a los profesionales de las oficinas de farmacia.
¿Qué consejo o mensaje le darías a un nuevo socio de la AEV?
Que aproveche los recursos de información y formación de la AEV, tanto los contenidos de la web (vacunas.org, que se está modernizando), como los recogidos en el apartado de profesionales (muy completos y actualizados), así como los webinares que se organizan. Que participe en los congresos y simposios de la AEV, tanto por la formación como por la oportunidad de relacionarse con expertos en diferentes aspectos de las vacunas y participar en actividades lúdicas enfocadas en pensar de manera diferentes en estos temas. Y, por supuesto, que sea un apasionado de las vacunas como un buen socio de la AEV.