Más de 800.000 niños menores de cinco años mueren cada año, sobre todo en países en vías de desarrollo, por culpa de la enfermedad neumocócica, para la que existe vacuna desde hace una década. Es sólo un ejemplo, entre muchos posibles, de cómo la extensión de las campañas de vacunación podría salvar numerosas vidas a nivel mundial. Sin embargo, el rechazo social a las vacunas no sólo no ha mermado, sino que ha encontrado nuevos cauces de expresión a través de Internet y las redes sociales, según lamentan los expertos.
La Fundación Bill y Melinda Gates cifra en más de siete millones y medio los niños menores de cinco años cuyas vidas podrían salvarse hasta 2019 si la cobertura de vacunas se extendiera hasta un 90%. Al mismo tiempo, se suceden alarmas, escándalos y retiradas de vacunas: las últimas, en marzo pasado, han sido las de la neumonía y meningitis en Japón, "pese a que no existen pruebas fiables que justifiquen la preocupación", según comentan el pediatra E. Richard Moxon, de la Universidad de Oxford, y varios colegas en un número especial de la revista ‘The Lancet’, dedicado a los retos de la vacunación durante los próximos años.