La Universidad de Queensland ha anunciado que ha comenzado en Brisbane la fase I de los ensayos clínicos de una vacuna frente al SARS-CoV-2 con 120 voluntarios de 18 a 55 años que recibirán dos dosis de la vacuna separadas por cuatro semanas y serán seguidos durante un periodo de doce meses. Las fases preclínicas comenzaron el pasado febrero en las que se comprobó que la vacuna inducía la producción de anticuerpos neutralizantes. Los líderes del proyecto confían en disponer de resultados en tres meses.
El gobierno del Estado ha aportado diez millones de dólares australianos para acelerar el desarrollo, mientras que la Coalition for Epidemic Preparedness Innovations contribuyó con 4.5 millones de dólares norteamericanos.
La vacuna se basa en la glicoproteína vírica S, pero estabilizada mediante una tecnología “molecular clamp” en la que un polipéptido mantiene la forma original de la proteína. Esta técnica ya ha sido ensayada en vacunas prototipo frente a gripe, virus Nipah y SARS-MERS y cuenta con la asesoría técnica de la compañía CLS.