En la revista JAMA se publican los resultados de una encuesta llevada a cabo a pediatras norteamericanos entre los meses de abril y junio de 2019 en la que se pone de manifiesto que el 37% de los mismos a menudo o siempre rechazaban atender a familias que no querían que sus hijos recibieran las series primarias de vacunación y que el 6% las rechazaban si solicitaban su administración secuencial. Esa cifra supone un incremento respecto a 2012, donde era el 21% los que rechazaban a las familias, si bien es verdad que algunas reconsideraban su postura tras el rechazo.
Los autores concluyen que el rechazo de los pediatras es frecuente y podría generar importantes implicaciones a la hora de completar las vacunaciones rutinarias de la infancia de estos niños, por lo que convendría estudiar su efecto en las coberturas, si sirve para que los padres cambien de opinión y si erosiona la confianza en los médicos.