Brousseau N, Andrews N, Waight P, Stanford E, Newton E, Almond R, Slack M et al.Clin Infect Dis 2015;60:1793-1801.
Palabra clave: Neumococo. Vacuna. Anticuerpos. Enfermedad invasora
Los autores plantean un estudio para conocer si la hiporrespuesta inmune tras el padecimiento por una ENI neumocócica es frecuente y si se asocia a un serotipo particular. Para ello analizan las concentraciones de anticuerpos antineumocócicos de la vacuna heptavalente en niños que han padecido un episodio de ENI. Para estimar la proporción de niños con títulos protectores frente al infectante y los factores asociados incluyendo el status vacunal. Encontraron que los niños naives a la vacuna, especialmente lactantes, tenían una concentración baja de anticuerpos frente al serotipo infectante tras una ENI (lógico, ya que los pequeños no responden a los polisacáridos), mientras que una alta proporción de niños vacunados tras la ENI tenían títulos superiores a 0.35 mcg/ml aunque en menor medida comparando con los no infectantes. Por otra parte los vacunados antes de la ENI también era menos probable que tuvieran esos títulos frente al infectante respecto de los vacunales no infectantes, independientemente de si tras la ENI fueran revacunados. En cualquier caso es tranquilizador que la recurrencia de la ENI, incluso por el mismo serotipo, fue muy infrecuente. Independientemente del estado vacunal y de las concentraciones de anticuerpos frente al infectante. Lo que consideraron inesperado fue que una menor proporción de niños vacunados antes de la ENI tuvieran IgG>0.35 frente al infectante (63% tras la ENI y 71% tras la vacunación post-ENI versus 85% y 98%, respectivamente, para los no infectantes). Exponen varias teorías para explicar este fenómeno (alta carga polisacárida que depleciona células B de memoria con parálisis inmune serotipo-específica).