Vaezipour N, Buettcher M, Ritz N. Fever in the Returning Pediatric Traveler. Pediatr Infect Dis J published on March 21, 2025
https://journals.lww.com/pidj/fulltext/9900/fever_in_the_returning_pediatric_traveler.1270.aspx
La fiebre es una de las razones predominantes de consulta médica cuando un niño vuelve de viaje y, aunque la mayoría de los episodios son autolimitados y debidos, generalmente, a infecciones respiratorias víricas o gastrointestinales, también puede ser un signo de un cuadro grave. Las causas más graves son las infecciones por Plasmodium falciparum seguidas de las fiebres entéricas y de la leptospirosis. Debido a la amplitud de los diagnósticos diferenciales en el niño febril es esencial una detallada historia clínica, incluyendo lugar de estancia, y conocer el periodo de incubación de los potenciales patógenos. Es también muy importante conocer si ha ido a visitar a amigos y familiares (VFR) y si padece algún tipo de inmunosupresión. Las distintas series llegan a mostrar que entre el 62% y el 95% de los niños que contraen malaria eran VFR. Y solo entre el 6.7% y el 21% habían recibido quimioprofilaxis antipalúdica. También los VFR están en riesgo de contraer tuberculosis, incluso superando el riesgo que tienen los propios niños del país visitado.
Es esencial, tanto en el niño como en el adulto una vez en el país de origen, aplicar en la historia clínica la regla nemotécnica TRAVEL DISC cuyo acrónimo en inglés es: T (“timing”, fechas de viaje, duración…), R (“route”, países y zonas del mismo visitadas, alojamiento y pernocta…), A (animal”, exposición a animales domésticos/salvajes y a insectos), V (“vaccination”, vacunas recibidas y documentadas), E (“exposure”, alimentos y bebidas consumidas…), L (“local”, contacto con los servicios sanitarios del país como dentistas, hospitalizaciones…), D (“drugs”, medicación, uso de inyectables….), I (“immune”, inmunosupresión conocida..), S (“social activities”, baño, rafting, espeleología…) y C (”contacts”, contacto sexual o con enfermos..)