Con una larga trayectoria consolidada en el desarrollo de vacunas para animales, la compañía española HIPRA ha asumido en los últimos años un ambicioso proceso de expansión hacia el desarrollo de vacunas de uso humano.
La situación de emergencia sanitaria evidenció la necesidad de sumar nuevas capacidades en el ámbito de las vacunas de uso humano en España, e HIPRA puso al servicio de esta causa su experiencia de más de 50 años en el desarrollo de vacunas. Por este motivo, la compañía comenzó a trabajar en las vacunas de uso humano con la llegada del coronavirus, y su vacuna -Bimervax- se convirtió en la primera desarrollada íntegramente por una empresa en la UE, y también en España.
Un proyecto de largo recorrido
El salto de las vacunas para animales a las vacunas de uso humano requiere una gran inversión en recursos económicos, científicos y humanos, y ha supuesto un importante impacto económico en sus resultados. La compañía cerró la pasada campaña con unas ganancias de 32,7 millones de euros frente a los 51 millones de la campaña anterior, es decir, un 37% menos. La facturación también descendió un 2,5%; pasando de 452 millones a 440,2 millones.
Tal y como explica Carles Fàbrega, Managing Director Human Health de HIPRA, se trata de “un proyecto de largo recorrido” que en 2024 se ha traducido en “una fuerte inversión en infraestructuras, I+D y en nuevas incorporaciones al equipo de la División de Salud Humana”. A pesar del impacto en los beneficios a corto plazo de la empresa, HIPRA reafirma su compromiso con el proyecto: “Seguimos invirtiendo, creando estructuras, incorporando talento y desarrollando capacidades que nos permitirán tener un papel relevante en la salud humana durante los próximos años”, señalan desde la compañía.
En estos momentos, HIPRA tiene en fase temprana de desarrollo dos vacunas de uso humano: una para el VRS y otra para el virus del Nilo Occidental. Ambas están en fase de investigación para encontrar el mejor antígeno y la formulación a partir de estudios de inmunogenicidad, eficacia y seguridad en modelos animales. “Una vez se tengan unos candidatos firmes, el siguiente paso será iniciar la fase preclínica. Y, más adelante, se empezarán los primeros ensayos clínicos en humanos”, aseguran desde HIPRA.
El papel de las vacunas frente a las resistencias antibióticas
Más allá de las vacunas de uso humano, HIPRA tiene en marcha 28 proyectos de nuevos desarrollos de vacunas innovadoras que abarcan todas las especies de animales de engorde. Un ejemplo de ello es la vacuna frente a la Peste Porcina Africana (PPA) en el marco del proyecto europeo VAX4ASF, impulsado por el programa Horizon Europe.
Además, desde 2009 HIPRA cuenta con un posicionamiento estratégico claramente enfocado a la prevención, con el objetivo de convertirse en un referente mundial en vacunas diferenciales e innovadoras. En ese sentido, aseguran que “las vacunas animales son una herramienta clave para reducir el uso de antibióticos en ganadería, ya que permiten prevenir enfermedades infecciosas que, de otro modo, requerirían tratamiento antibiótico”. Una prevención que contribuye a reducir la aparición de bacterias resistentes, un desafío de salud pública a escala global.
Un posicionamiento que se alinea con el enfoque One Health, y que desde HIPRA se potencia a través de las sinergias creadas entre la División de Salud Humana y la División de Salud Animal.