Fernando Moraga-Llop
Información obtenida en la página web de la OMS
El 7 de abril de 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra el 75 aniversario de su fundación. Con sede en Ginebra, Suiza, sus 194 Estados miembros la gobiernan a través de sus representantes en la Asamblea Mundial de la Salud. Actualmente más de 7000 personas trabajan en seis Oficinas Regionales (África, Américas, Mediterráneo Oriental, Europa, Sudeste de Asia y Pacífico Occidental, ubicadas en Brazzaville, Washington, El Cairo, Copenhague, Nueva Delhi y Manila, respectivamente) y en 150 Oficinas de País, con un compromiso común: mejorar la salud de todos en todo el mundo. Su logotipo incluye la Vara de Asclepio, para los griegos, o de Esculapio, para los romanos, como símbolo de curación de enfermos mediante la medicina. La primera Asamblea Mundial de la Salud, celebrada en 1948, propuso que se estableciera el Día Mundial de la Salud el 7 de abril de cada año para conmemorar la fundación de la OMS, que se celebra desde 1950, y este año con el lema Salud para todos.
En 1948, los países del mundo se unieron y crearon la OMS para promover la salud, preservar la seguridad del mundo y servir a los vulnerables, de modo que todas las personas, en todas partes, puedan alcanzar el más alto grado de salud y bienestar.
Este año del 75 aniversario nos brinda la oportunidad de echar la vista atrás para recordar los éxitos de la salud pública que han mejorado la calidad de vida durante las últimas siete décadas. También es una oportunidad para motivar a la acción y hacer frente a los retos sanitarios de hoy y de mañana.
LOGROS DE LA OMS EN LAS ÚLTIMAS DÉCADAS EN SU LABOR DE AYUDAR A LAS PERSONAS DE TODO EL MUNDO A FORJAR UN FUTURO MÁS SALUDABLE
1. Salud para todos: nuestro máximo objetivo
El compromiso de la OMS con la salud para todos, que se asienta en la noción democrática de que todos los seres humanos son iguales, está claramente plasmado en su Constitución fundacional de 1948. En un momento en que el mundo se estaba recuperando de la destrucción causada por la Segunda Guerra Mundial y se empezaba a transformar para reconocer el valor de la vida de todas las personas que lo habitan, esta Constitución no tenía parangón. En ella se afirmó sin ambages que la salud es un derecho fundamental de todo ser humano y una condición fundamental para lograr la paz y la seguridad en el mundo.
Durante décadas, la OMS ha hecho frente a las principales dificultades del logro de su objetivo de dirigir las actividades encaminadas a mejorar las condiciones sociales para que las personas nazcan, crezcan, trabajen, vivan y envejezcan con buena salud. Además, la Organización cumple un papel fundamental en la promoción de la integración de la perspectiva de género y la inclusión de las personas con discapacidad en todo el mundo. Sin embargo, estos logros se ven constantemente amenazados por la persistencia de las desigualdades en la atención de salud. Por eso, la meta de que todas las personas gocen de buena salud sigue siendo tan importante hoy como hace 75 años. Para la OMS, continúa representando una de las principales vías para lograr el tercer Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas y los otros 16 ODS que deben alcanzarse de aquí a 2030.
2. Aligerar la carga de las infecciones mortales
Una de las principales metas de la OMS es prevenir, paliar y detener la propagación de infecciones mortales. En 1980, merced a una cooperación mundial sin precedentes, la OMS certificó la erradicación de la viruela, una enfermedad muy contagiosa y mortal que se cobró unos 300 millones de vidas solo en el siglo xx.
A principios de la década de 2020, el mundo está a punto de erradicar la poliomielitis y la dracunculosis, otras dos enfermedades devastadoras. La «Iniciativa de Erradicación Mundial de la Poliomielitis» de la OMS ha forjado numerosas alianzas y ha ayudado a desarrollar actividades que han reducido la propagación de esta enfermedad en un 99,9%.
3. Proteger de las pandemias a la población
La OMS detecta cada día miles de señales de emergencia para la salud y trabaja para proteger a las personas de los riesgos y las repercusiones de las epidemias y las pandemias. En las últimas décadas, la OMS ha estado en primera línea para actuar frente a todas las grandes emergencias sanitarias: desde el cólera y el ébola hasta la gripe aviar por la cepa H5N1, el síndrome respiratorio agudo grave y la pandemia de COVID-19. En todos estos casos, la OMS ha hecho uso de su gran poder de convocatoria, sus conocimientos técnicos y las alianzas que ha forjado para reaccionar con rapidez y a gran escala, desplazando equipos, recursos y suministros allí donde más se necesitaran. Con ese fin, entabla debates y toma decisiones, a menudo en situaciones de máxima dificultad, que permiten intercambiar datos y muestras, y lograr avances científicos para que el mundo pueda superar estas emergencias.
Solo entre 2020 y 2021, la OMS intervino en 87 emergencias sanitarias, además de la pandemia de COVID-19. En 1969, la Organización adoptó el Reglamento Sanitario Internacional (RSI), que fue revisado en 2005. El RSI es un acuerdo por el que los Estados miembros se comprometen a colaborar para prevenir y controlar graves riesgos para la salud pública que pueden cruzar fronteras y poner en peligro a personas de todo el mundo. En estos momentos se está elaborando un nuevo acuerdo mundial sobre pandemias, en consulta con los 194 Estados miembros y con un amplio abanico de partes interesadas del sector público, con el objetivo de disponer de una estrategia orientada al futuro que proteja a las nuevas generaciones de las pandemias que puedan producirse en el siglo xxi.
4. Salud para la paz y paz para la salud
La labor de la OMS en la negociación de servicios humanitarios y sanitarios durante las guerras y los conflictos pasa a menudo desapercibida. Sin embargo, desde la década de 1980, la Organización ejecuta proyectos del programa «La salud: un puente hacia la paz» en África, América Latina, Asia y Europa, y lleva a cabo intervenciones humanitarias en situaciones de conflicto. En la década de 1990, las regiones beligerantes de Bosnia, con la ayuda de la OMS, acordaron la libre circulación de ambulancias y atención médica de urgencia, lo que permitió proseguir la vacunación contra la poliomielitis y las campañas contra la tuberculosis y el virus de la inmunodeficiencia humana.
El personal de la OMS sigue cumpliendo misiones peligrosas en zonas de conflicto, como Irak, Libia, Sudán y Ucrania, entre otras. En muchos lugares, la escalada de conflictos y el caos continúan en aumento. En la Región del Mediterráneo Oriental, por ejemplo, se está perpetuando la mayor crisis sanitaria de refugiados y migrantes del mundo, ya que la mitad de los 22 países y territorios de la Región permanecen en estado de emergencia aguda o prolongada.
En 2019, la Organización puso en marcha la «Iniciativa Mundial de Salud para la Paz» con el fin de impulsar la promoción de la atención de salud en las zonas sumidas en conflictos, incidiendo en los obstáculos a la paz.
5. Establecer orientaciones y políticas en la esfera de la atención de salud
La OMS es la máxima autoridad mundial en materia de políticas y directrices para mejorar la salud de la población. En 1981, sus Estados miembros adoptaron el «Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna», que según los datos recogidos en 2020 se aplica en 136 países y ayuda a fomentar la lactancia materna de millones de niños.
En 2003, los Estados miembros de la OMS adoptaron el «Convenio Marco para el Control del Tabaco», el primer acuerdo del ámbito de la salud pública adoptado a escala mundial. Este acuerdo, que ya se ha convertido en ley en 181 países, protege a las generaciones actuales y futuras de los efectos devastadores del consumo de tabaco. De acuerdo con los datos recogidos en 2021, la aplicación del convenio marco se ha traducido en la reducción del consumo de tabaco en 150 países.
Estos son solamente dos ejemplos del modo en que la OMS cumple su mandato esencial. Cada día, los expertos de la Organización se afanan por recopilar los mejores datos científicos disponibles sobre cuestiones relacionadas con la salud, desde la anemia y los ácidos grasos trans hasta la hepatitis y la hipertensión, para evaluarlos rigurosamente en consulta con redes de expertos, responsables políticos, profesionales de la salud y la sociedad civil, con el fin de elaborar normas y directrices para mejorar las políticas en este ámbito.
6. Vacunar para prevenir enfermedades
La OMS es pionera en el suministro de vacunas para prevenir enfermedades. La Organización creó su «Programa Ampliado de Inmunización» en 1974 para ayudar a implantar en todo el mundo vacunas que protegen a los niños contra varias enfermedades a la vez, con la intención de no dejar a nadie desatendido. En la actualidad se dispone de vacunas para prevenir más de 20 enfermedades potencialmente mortales que ayudan a personas de todas las edades a vivir más tiempo y con mejor salud.
La vacunación evita entre 3 y 3,5 millones de muertes anuales por enfermedades como la difteria, el tétanos, la tosferina, la gripe y el sarampión. Ahora que enfermedades como la poliomielitis y la difteria están pasando a la historia, la gente se vacuna cada vez más contra dolencias que ni siquiera conoce, lo que hace que sea más difícil comprender lo devastadoras que pueden llegar a ser. Sin embargo, las vacunas contra el ébola, la viruela del mono, la fiebre amarilla y el cólera pueden ayudar a prevenir su propagación.
En 2021 se presentó una nueva vacuna contra el paludismo, la primera de la historia contra un parásito, con la que se prevé salvar la vida de más de un millón de niños cada año. Además, la OMS colabora con los países en la aplicación de la «Agenda de Inmunización 2030» para que todas las personas, en todas partes, aprovechen plenamente las vacunas para mejorar su salud y su bienestar.
7. Afrontar los efectos del cambio climático en la salud
En estos momentos, el cambio climático es la mayor amenaza para la salud de la Humanidad. Afecta a la calidad del aire, el agua potable, el suministro de alimentos, el saneamiento, la vivienda y el medio ambiente en general. La OMS promueve la mejora de los datos, la ciencia, las políticas y la gobernanza a fin de controlar mejor los riesgos para la salud relacionados con el medio ambiente y sus consecuencias.
La OMS se ha mantenido siempre a la vanguardia haciendo frente a estas amenazas. En la década de 1990 puso en marcha el «Programa de Cambio Climático y Salud» para ayudar a los países a elaborar planes de acción integrales con los que combatir los efectos del cambio climático en la salud y conseguir que los sistemas y los establecimientos donde se presta atención de salud reduzcan sus emisiones y sean más resistentes y sostenibles. Ya en 2021, la Organización puso en marcha la «Alianza para la Acción Transformadora sobre Clima y Salud», con la que se pretende establecer sistemas de salud más resilientes y sostenibles ante las variaciones del clima, valiéndose del poder colectivo de los Estados miembros de la OMS y de otras partes interesadas para ampliar las actividades en este ámbito y agilizar su aplicación. Además, la alianza promueve la integración del vínculo entre el cambio climático y la salud en los planes nacionales, regionales y mundiales. En enero de 2023, más de 62 países se habían unido a esta iniciativa.
OTROS CINCO LOGROS DE LA OMS EN PRO DE LA SALUD DE TODOS EN TODAS PARTES
- Salvar la vida de las madres y los niños.
- Cuidar a los que cuidan de nosotros.
- Trabajar contra las enfermedades no transmisibles y por la salud mental.
- Hacer frente a la resistencia a los antimicrobianos.
- Basarse en la ciencia y la innovación.
Un deseo final: SALUD y PROSPERIDAD para la Organización Mundial de la Salud, y que disponga de los recursos necesarios para progresar en su objetivo de apoyo a la Salud Global.