El debate público sobre la seguridad de las vacunas trivalentes contra el sarampión, la rubéola y la parotiditis, y la caída de las tasas de vacunación en diversos países, persisten a pesar de su uso prácticamente universal y su aceptada eficacia.
La experiencia acumulada en los ensayos clínicos realizados, así como con el uso de la vacuna, demuestran que tiene un excelente perfil de seguridad.
Reacciones adversas
Efectos secundarios leves:
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Fiebre alta.
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Llanto anormal.
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Sarpullido leve.
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Hinchazón de las glándulas en las mejillas o el cuello.
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Reacciones locales en el lugar de la inyección.
Si ocurren estos problemas, por lo general es en los 7-12 días siguientes al de la inyección. Se producen con menos frecuencia tras la segunda dosis.
Efectos secundarios moderados:
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Convulsión causada por la fiebre (alrededor de una de cada 3000 dosis).
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Dolor temporal y rigidez en las articulaciones, principalmente en mujeres adolescentes o adultas (hasta una de cada cuatro dosis).
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Recuento de plaquetas bajo temporal, que puede causar un trastorno hemorrágico (alrededor de una de cada 30.000 dosis).
Efectos secundarios graves (muy raros):
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Reacción alérgica grave (menos de una de cada millón de dosis).
- Reacciones menos comunes incluyen: orquitis, parotiditis, pancreatitis, sordera o meningitis aséptica. Esta última se la relaciona con el componente parotiditico de la vacuna. Las tasas de esta complicación varian según la cepa vacunal empleada en la vacuna.
Estos efectos son tan raros que es difícil decir si son causados por la vacuna. Es importante notificar cualquier sospecha de reacción adversa posterior a la vacunación.
Falsas contraindicaciones
La lactancia no supone ninguna contraindicación para la madre ni para el hijo lactante.
Se puede administrar con seguridad la vacuna a la mayoría de los alérgicos al huevo.