Retirada en Japón la vacuna ActHib

La empresa japonesa Daiichi Sankyo ha anunciado que retirará en Japón 13 lotes de la vacuna ActHib de Sanofi Pasteur debido a la detección de una sustancia no identificada encontrada en dos jeringas. Se ha confirmado que el material extraño es aséptico aunque con el objetivo de eliminar cualquier posible riesgo para la salud se ha decidido la retirada voluntaria. Es posible que la contaminación tuviera lugar durante el proceso de fabricación en el año 2009.

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Historias de la vacunología: La revolta da vacina en rio (1904)

Historias de la vacunología: La revolta da vacina en rio (1904)

Julio 2005

Autores: Dr. José Tuells ( tuells@ua.es )
Departamento de Enfermería Comunitaria, Medicina Preventiva y Salud Pública e Historia de la Ciencia. Universidad de Alicante.
Palabra clave: Otros aspectos

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LA REVOLTA DA VACINA EN RIO (1904)

El 14 de noviembre de 1904, las agencias de prensa se hacen eco de una noticia procedente de Río de Janeiro: “desde hace tres días la capital de Brasil se haya inmersa en una revuelta popular con violentos enfrentamientos callejeros que han originado decenas de muertos y heridos; la policía encarcela a centenares de amotinados; la causa de la insurrección es el rechazo a la vacunación obligatoria contra la viruela decretada por el gobierno” (Figura 1).

 

Figura 1. Postal que representa la Plaza de la República el 14 de noviembre de 1904.

 

Durante aquella semana las calles de Río vivieron una auténtica guerra civil. El estallido de indignación popular, considerado como un caso extremo de resistencia a la vacunación, fue sofocado en pocos días y ha pasado a la historia como la Revolta da Vacina.

La explicación oficial dada por las autoridades de la época estimó que aquél episodio no era más que una reacción explosiva de las “masas ignorantes” contra el progreso y las innovaciones. El blanco principal de las críticas fue Oswaldo Cruz, a la sazón Director General de Salud Pública, un higienista que había tomado medidas impopulares para sanear la ciudad y que fue objeto de mordaces ataques por parte de la prensa y de distintos sectores de la población.

Los doscientos años de historia de las vacunaciones han vivido ejemplos análogos de oposición frontal a esta medida preventiva. Cada uno de ellos se inscribe en la relación entre los determinantes sociales y políticos de las estrategias de vacunación(1).

Las circunstancias que rodean a la Revolta da Vacina pueden ilustrar la necesidad de integrar “lo científico” junto a “lo social”, la imprescindible colaboración entre las ciencias biomédicas con las ciencias sociales.
Pero, ¿Qué pasó en Río? ¿Cómo se organizó tamaña resistencia? ¿Quiénes fueron los actores? ¿Cuál era la decoración del escenario?

La Belle Epoque carioca

La revuelta se sitúa en el período de la historia de Brasil conocido como la Republica Velha (1889-1930) y más concretamente en el contexto de lo que se ha llamado la Belle Epoque carioca (1898-1914)(2).

Con el presidente Campos Sales (paulista, 1898-1902) se inaugura un periodo dominado por las clases conservadoras, el control de las oligarquías, los círculos elitistas deseosos de modernizar el país. La palabra de moda era “civilización” que simbolizaba las nuevas ideas frente al “barbarismo” de etapas anteriores mas radicales(3). Europa constituía el ideal civilizado y se lanzaron a copiar frenéticamente sus modas, cultura e ideología(3). Era la belle epoque, con clubes selectos a la inglesa, bailes a la francesa y un renacimiento de la “alta sociedad”(4).

Este deseo de esplendor coexistía, sin embargo, con un buen número de problemas. Río de Janeiro, la capital que quería simbolizar los nuevos tiempos, no era una ciudad moderna. El rápido crecimiento urbano junto a sus peculiaridades climáticas, políticas o económicas dibujaba un panorama no muy halagüeño(5).

Las condiciones higiénico-sanitarias de la ciudad eran desastrosas, las viviendas inadecuadas e insalubres, las comunicaciones y medios de transporte públicos desorganizados. A los ojos de sus gobernantes, Río carecía además de instituciones relacionadas con la “fascinante” cultura europea. No había ópera, ni teatros, museos, bibliotecas, tiendas, hoteles o cafés.

Los bancos, cámaras de comercio o consignatarios eran escasos o ausentes. Gran parte de la población, inmigrantes pobres en busca de trabajo, se apiñaba en bloques de pisos mal construidos en la zona baja de la ciudad. Las clases desfavorecidas, mendigos, prostitutas, ofrecían una “mala imagen” para las élites y los visitantes extranjeros(3).

La prensa se hacía eco continuamente del aumento de robos en las casas o de los crímenes y asaltos que ocurrían a plena luz del día.

Sin embargo, el problema principal de la ciudad, asociado a esa pobreza, era la insalubridad. Ciudad portuaria, con calles estrechas, bloques de pisos destartalados (los llamados cortiços y casebres)(6), construida además en un lugar que se inundaba durante la estación de lluvias originando charcas de agua estancada que cuando llegaba el calor eran un hervidero de mosquitos. El vehículo imprescindible para las epidemias de malaria y fiebre amarilla(3).

 Río era hasta tal punto un foco de epidemias(7) que se la llegó a conocer como el “túmulo de estrangeiros”(8). En 1895, atracó en su puerto el navío italiano Lombardía que perdió a 234 de sus 337 tripulantes por la fiebre amarilla. “Viaje directo a Argentina sin pasar por los peligrosos focos de epidemia de Brasil” indicaba a principios de siglo la publicidad de una compañía naviera para tranquilizar a sus viajeros.

En estas circunstancias llega al poder Rodrigues Alves (1902-1906), tercer presidente de origen paulista y también vinculado al sector cafetero. Con él empieza a gran escala el más serio intento de dignificar, embellecer y, sobre todo, acometer el saneamiento de la ciudad. Rodrigues Alves pretendía desarrollar el país intentando abrir el mercado exterior, expandir el comercio del café, atraer firmas inversoras extranjeras y para ello consideraba como elemento clave revitalizar la capital convirtiéndola en un influyente núcleo comercial.

Su estrategia de modernización del país se basó en tres pilares. El primero, un sofisticado y ambicioso programa de control y erradicación de la enfermedad, dirigido por Oswaldo Cruz, que prometió eliminar de Río, umbral de Brasil, las enfermedades por las que había alcanzado notoriedad; el segundo, construir, racionalizar y embellecer las calles y plazas de la ciudad siguiendo el modelo parisino de Haussmann, tarea que encargó al alcalde Pereira Passos y el tercero, la construcción de un puerto moderno ligado al comercio y la industria de las zonas vieja y norte de la ciudad replicando también el estilo de los bulevares parisinos, encargo que asumió el ministro de industria, transporte y obras públicas Lauro Müller(4).

En el breve plazo de dos años, Pereira Passos, ingeniero que conocía bien la renovación de París, transformó la ciudad, renovando especialmente el distrito comercial, construyó paseos, avenidas, centros culturales, mejoró la red de distribución de agua y abrió las calles demoliendo viejos edificios (590 en un año) entre ellos numerosos cortiços. Así surgieron la Avenida Central, el Teatro Municipal, la Librería Nacional, la Academia de Bellas Artes, hoteles, oficinas de periódicos, etc.

 

La Campaña de la Fiebre Amarilla

En marzo de 1903 se nombra a Oswaldo Cruz como Director General de Salud Pública. Éste diseña un programa para erradicar la fiebre amarilla tomando como modelo el que Carlos Finlay y Walter Reed habían probado con éxito en La Habana, eliminando sobre el terreno las larvas de mosquito.

Cruz ordena el drenaje de todas las charcas de agua estancada de la parte baja de la ciudad y la pulverización de las larvas (Figura 2). Para ello crea el Servicio de Profilaxis Específica de Fiebre Amarilla e incorpora a la DGSP a todo el personal médico y de los turnos de limpieza de la municipalidad(3).

 

Figura 2. Campaña contra la Fiebre Amarilla.

 

La campaña se estructura con un estilo organizativo de corte militar-autoritario y se pone en marcha a mediados de 1904. Llevan a cabo la intervención las brigadas de salud pública llamadas “mata mosquitos” (Figura 3) que recorrían los diez distritos en que Cruz dividió la ciudad.

El personal sanitario inspeccionaba edificio por edificio, tomaba nota de los casos de enfermedad, confeccionaba mapas y estadísticas sanitarias. Notificaban así mismo a los inquilinos de las viviendas insalubres sobre las medidas que tenían que adoptar, multaban a los que no las cumplían y, en su caso, ordenaban la demolición de inmuebles o cortiços.

Como apoyo a estas medidas se efectuaban pulverizaciones, limpieza de aljibes, petroleado en rejillas de desagües, limpieza de tejados, removían cualquier posible depósito de larvas y desinfectaban las casas. Los enfermos eran aislados en su domicilio o enviados al hospital.

Se aplicaron tanto medidas coercitivas (declaración obligatoria de casos) como persuasivas (folletos explicativos) y contaron con el apoyo de una misión francesa del Instituto Pasteur, interesados en la experiencia para aplicarla en sus colonias(9).

 

Figura 3. Brigadas sanitarias “mata mosquitos” utilizadas en la Campaña contra la Fiebre Amarilla.

 

A esta campaña se sumó una actuación similar frente a la peste bubónica. Las recientes aportaciones de Yersin sobre la enfermedad habían probado claramente su etiología, mecanismo de transmisión y se disponía asimismo de una vacuna para combatirla.

Además de aplicarla preventivamente a los habitantes de la zona portuaria, se desratizó la ciudad, obligando a los propietarios de viviendas insalubres a ejecutar reformas como impermeabilizar suelos o sellar oquedades. La enfermedad, también de declaración obligatoria, se cobró 1.344 víctimas entre 1900 y 1904 tras las medidas adoptadas, y durante los años siguientes, sólo registró 399 muertes(9).

La campaña de fiebre amarilla obtuvo desde sus inicios una mala aceptación por parte de las clases más pobres, obligadas a desalojar sus cortiços que eran demolidos sin contemplación. Muchos se encontraban en la calle de un día para otro, sin que las promesas del gobierno de construir viviendas económicas para su realojamiento se cumpliesen.

Al mismo tiempo veían nacer anchas avenidas y un teatro de la ópera para los visitantes ingleses. Mientras algunos vagaban por las calles, otros encontraban un lugar en los suburbios, barrios alejados del centro de la ciudad y tan insalubres como sus cortiços. La mayoría se refugió en barracones que fueron improvisando en los cerros o colinas cariocas, así nacieron y empezaron a expandirse las favelas(10).

Curiosamente, en los suburbios y favelas no se aplicó el programa, sólo interesaba el centro y la parte vieja de la ciudad.

 

Figura 4. Portada de “Revista da Semana” (2-10-1904) que representa al pueblo sojuzgado por el Congreso y su vacunación obligatoria.

El ambiente hostil contra las brigadas sanitarias “mata mosquitos”, temidas y odiadas, originaba tensiones entre los desclasados a las que se sumaron las de ciertos colectivos, médicos que no creían en esas medidas o miembros de la oposición política contrarios a ese programa de saneamiento y renovación.
Mientras se desarrollaban estas medidas comenzaron a darse casos de viruela, que originaron hasta un total de 1.761 ingresos hospitalarios durante el primer semestre de 1904.

Oswaldo Cruz elabora entonces, junto con la Comisión de Salud Pública, un proyecto de ley que es presentado en junio ante el Congreso.

Su objetivo es reinstaurar la obligatoriedad de la vacunación antivariólica como el mejor medio para prevenirla. Las cláusulas que figuraban en el proyecto eran muy duras; multas para los que se negaran a recibirla, obligación de mostrar que se estaba vacunado para matricularse en las escuelas, casarse, viajar o acceder a un empleo público.

Los debates en el Congreso fueron muy violentos, la proposición de ley generó un clima de fuerte agitación social y movilizó a diferentes sectores de la población en su contra(3, 4, 9)).

A pesar de eso, Cruz muestra su firmeza y con el apoyo del presidente de la nación se aprueba la ley de vacunación obligatoria contra la viruela el 31 de octubre (Figura 4). Las puertas para la insurrección comienzan a abrirse y la batalla que se avecina resulta imparable.

 

Actores de la resistencia

 

Figura 5. Portada de un diario sobre la vacunación obligatoria.

La prensa jugó un papel muy activo haciendo visible el malestar ciudadano por las medidas sanitarias que se estaban tomando. “Nuestro público debe evaluar bien lo que está arriesgando con la vacunación obligatoria. ¿Cuál es la razón para este impactante cambio?.

La simple vacunación, el gran destructor de la felicidad, la salud y la vida humana. La vacunación, el propagador de las peores enfermedades, el monstruo que contamina la pura e inocente sangre de nuestros hijos con las viles excreciones de animales enfermos…” (Correio da Manha, 13 octubre 1904)(4) (Figura 5).

La oposición política al régimen de Rodrigues Alves, fue determinante para arengar a las masas y hostigar al gobierno. Los republicanos radicales (jacobinos), las clases medias urbanas y los oficiales del ejército (positivistas) que habían contribuido a la proclamación de la República en 1889, habían sido desplazados en el poder por las oligarquías cafeteras (paulistas) de las que, como hemos visto, procedía el presidente Rodrigues Alves.

Su idea de transformación del país se basaba en un fuerte poder central, más autoritario, que favoreciera a las clases medias y trabajadoras con un programa nacionalista, paternalista hacia la industria y fomentador de la burocracia meritocrática frente a las del gobierno y su estilo “civilizador”, elitista, deseoso de conectar su economía con los mercados europeos.

Lauro Sodré, encabezaba esa oposición radical junto a Barbosa Lima y Alfredo Varela. Senador, antiguo oficial del ejército y héroe republicano lideró con apoyos en el Congreso y en la prensa (diario Commercio do Brasil) el intento de volver al ideal de la república, contando entre sus seguidores con militares, burócratas, profesionales liberales, estudiantes politizados y algunos funcionarios(4).

Para los habitantes de Río, la ley de vacunación obligatoria contra la viruela fue la gota que colmó el vaso del plan de saneamiento al que se venían oponiendo.

Dos organizaciones, la Iglesia Positivista de Brasil y el Centro Socialista de las Clases Obreras (Centro das Classes Operarias) fueron los centros catalizadores de la resistencia frente a esa medida. La Iglesia Positivista se oponía a la campaña de fiebre amarilla y, especialmente, a la vacunación obligatoria por dos razones.

De un lado creían que la salud pública y la vacunación estaban en conflicto con los derechos civiles y además interferían con el concepto darwiniano de supervivencia de los más fuertes. Por otra parte, el positivismo, con un buen número de seguidores entre los cadetes militares, tenía un discurso crítico contra los plantadores y comerciantes del café que detentaban el gobierno central arrinconando el poder e influencia del ejército(4).

El Centro desarrolló la oposición sindical al plan. En él se agrupaban trabajadores del puerto, del ferrocarril, maquinistas, pintores, albañiles, gente muy afectada por las reformas ya que vivían en las zonas de cortiços. El presidente del Centro fue, entre 1902 y 1904, Vicente de Souza, mulato nacido en Bahía, médico y profesor, antiguo abolicionista, representante de las clases medias, positivista y de tendencias jacobinas que en 1902 ayudó a fundar el efímero Partido Socialista Colectivista(4).

El Centro, durante los meses que la ley de vacunación obligatoria estuvo en discusión (julio y agosto), agitó a sus afiliados contra esta medida y recogió 10.000 firmas que presentaron en el Congreso, instando a que se mejoraran las miserables condiciones de vida de los habitantes de los suburbios y a que se construyeran casas de bajo coste para obreros.

No menos protagonistas, aunque sí anónimos, fueron los millares de habitantes de la ciudad más pobres, las “masas cariocas”, que procedían de la inmigración campesina portuguesa o de las plantaciones del interior del país (afro-brasileños) y que acudían a la capital en busca de trabajo contribuyendo a su espectacular crecimiento demográfico.

La Revolta da Vacina

No pasan más que cinco días desde que se aprueba la ley para que, el 5 de noviembre, se celebre un mitin en el Centro que reúne a cerca de 2.000 personas opuestas a la medida. Faltan seis días para que entre en vigor, el ambiente está caldeado y son dos los principales oradores.

Lauro Sodré, el líder positivista, que pronuncia un discurso largamente aplaudido en el que hace un llamamiento a la protesta ciudadana en defensa de sus derechos civiles. Sin embargo es Vicente de Souza, el presidente del Centro, quién enciende a la multitud.

Empieza su discurso describiendo con cierto dramatismo la escena de “una joven virginal o quizá de una mujer alejada de su marido, forzadas a mostrar su brazo desnudo a un desconocido funcionario de salud pública que le inoculará el virus de la viruela”, reitera que “el gobierno que promueve tan reprensible acción es el mismo que ha desoído la petición de los 10.000 obreros de construir casas baratas, un gobierno de ricos y barones del café que va a someter a los pobres a la inyección de un virus extranjero”, añade que “la vacunación es solo una parte del extenso plan de renovación dirigido a destruir las casas de los pobres y la clase obrera” y se hace eco de la proclama de Sodré instando a las masas a ejercer su legítimo derecho a la resistencia contra la vacunación forzosa(3).

En el mitin se encuentran presentes grupos representativos de la alianza formada contra la ley de vacunación: sindicalistas del ferrocarril, del puerto o de la construcción, estudiantes, miembros de asociaciones profesionales y de la enseñanza, jóvenes cadetes del ejército y la marina, periodistas de la oposición, funcionarios y centenares de no afiliados, llegados de motu propio.
Finalizadas las intervenciones, deciden constituir la “Liga Contra la Vacunación Obligatoria” tomando como modelo la que se creó en Inglaterra años atrás y eligen a sus representantes entre los miembros de la Iglesia Positivista y el Centro. La asamblea concluye con exaltados “vivas” a “los estudiantes, la clase obrera y el proletariado”(3).

La víspera del 11 de noviembre, día en que la ley sería efectiva, se producen los primeros conatos de violencia callejera. La Liga organiza una manifestación que congrega a una multitud de 3.000 personas en el Largo de Sao Francisco de Paula. Los oradores llaman a rechazar la vacunación y quedan en volver al día siguiente al mismo lugar. Grupos de jóvenes rompen a pedradas las farolas(3).

La mañana siguiente la revuelta estalla en la ciudad. Cuando la multitud vuelve a reunirse es dispersada por unidades de la policía a caballo.

Cunde el pánico, un grupo de 1.000 manifestantes inicia por el centro de la ciudad una oleada de destrucción del mobiliario callejero y tiendas, mientras grupos de 30 o 40 jóvenes se dispersan en todas direcciones. La gente ha tomado las calles y plazas enfrentándose con piedras del pavimento, navajas y revólveres a los sables y rifles de la policía. Los tranvías son detenidos y usados como barricadas. La gente bautiza a la ley como el “Código de Torturas” y participan en los tumultos desde sindicalistas, propietarios de pequeños negocios, obreros, hasta grupos de pobres marginales.

“Parece propósito firme del gobierno violentar a la población de esta ciudad por todos los medios. Como si no bastasen el Código de Torturas y su vacunación obligatoria, provocan a la gente con ridículas exhibiciones de fuerza por parte de la policía, desafiándolos o agrediéndolos directamente desde sus caballos” (diario Correio da Manha, 12 de noviembre).

La policía detiene a algunos manifestantes, todos trabajadores, entre los que hay un cocinero, marineros, zapateros, porteros o conductores de tranvía. La anarco-sindicalista Federaçao das Associaçoes de Classe emite un comunicado solicitando la derogación de la ley y la libertad de los detenidos(3, 4).

Presionados para trabajar por sus patronos, los estibadores del puerto, operarios de la limpieza y tranviarios se niegan a hacerlo mientras no se les garantice su seguridad. El ejército es llamado para reforzar a la policía y ocupa estratégicamente las zonas cercanas a las comisarías, el barrio antiguo, el Gasómetro y la plaza de Catete, sede del palacio presidencial(4).

Los ataques contra las compañías de transporte público, carros y tranvías, se suceden, se queman con bombas incendiarias, se levantan las vías y se deja todo en barricadas cortando las calles. Se asaltan oficinas municipales y se destruyen documentos. Los piquetes multiplican sus acciones y la policía embiste contra ellos con fuerza inusitada(4).La prensa es instada por el gobierno para no dar noticias alarmantes, pero dice limitarse a narrar los hechos. Oswaldo Cruz es sujeto de mofa y blanco de las críticas en diversos medios.

Los días 14 y 15 de noviembre son los más duros de la revuelta. Hay zonas de la ciudad controladas por la masa enardecida que sufre fuertes acometidas por parte de la policía. Parte de los conspiradores civiles y militares reunidos en el Club Militar comisionan el día 14 al general Silveira para que ofrezca al presidente una salida a la crisis y les de concesiones bajo la amenaza de una posible rebelión militar.

Rodrigues Alves se niega en rotundo y los conspiradores deciden dar un paso adelante para derrocar al gobierno. Lauro Sodré, la figura más preeminente de la oposición, que ha liderado la Liga Contra la Vacunación Obligatoria y que posee una gran influencia en círculos militares se une al general Silvestre Travassos y organizan a los jóvenes y radicales cadetes de la Academia Militar de Praia Vermelha.

El día 15 éstos se unen a la revuelta con el objeto de hacer caer al presidente e imponer un nuevo gobierno que comandaría Sodré. El plan que tenían de tomar el palacio de Catete atacándolo desde dos posiciones se viene pronto abajo.

El ataque por la zona norte con cadetes de la Escuela Militar de Realengo no llega a producirse ya que el director de la misma con la ayuda de oficiales leales al gobierno arresta a los sublevados. El grupo que iba a atacar el palacio por la zona sur pierde un tiempo precioso buscando munición lo que da lugar a que el presidente y sus generales se organicen.

Entrada la noche los cadetes mandados por Sodré y Travassos se enfrentan a tiros en una calle con unidades leales del ejército, el combate dura apenas media hora. Los cabecillas, el senador y el general, son heridos y el resto de los sublevados arrestados y encerrados en su cuartel. La policía detiene también al resto de cabecillas de la Revolta como Vicente de Souza y otros miembros de la Liga Contra la Vacunación Obligatoria(3, 4).

Contenida la asonada militar, los combates continúan en otros lugares de la ciudad. En uno de los viejos distritos afro-brasileños, el porteño barrio de Saude, grupos de revoltosos oponen una férrea resistencia. Acostumbrados a la violencia callejera, eran conocidos como los “desordeiros” y practicaban el tradicional capoeira, organizan una auténtica guerra de trincheras.

Tienen como estandarte una bandera roja y se dan el nombre de Porto Arthur, un símbolo de la resistencia durante la guerra ruso-japonesa, su jefe es Horacio José da Silva “Prata Preta”. La policía combate duro y va tomando al asalto cada una de las barricadas, la marina los bombardea desde un navío, finalmente son derrotados y Prata Preta encarcelado(4).

Las manchetas de los periódicos de aquellos días son bien significativas: “Vacina ou morte”, “O monstruoso projeto”, “O comercio paralizado” (Correio da manha); “A revolta dos alunos militares”, “Assaltos a casas populares”, “Estado de sitio”, “A conspiraçao”, “Rendiçao de Porto Arthur”, “Prisao dos alunos da Escola de Realengo” (Gazeta de Noticias); “Barricadas e tiroteios”, “Conflitos, ferimentos e mortes” (A Tribuna) (Figura 6).

 

Figura 6. Ilustración del rechazo a la vacunación obligatoria.

 

El día 17 de noviembre el gobierno rectifica y elimina la obligatoriedad de la vacunación. La calma vuelve a la ciudad desde el día siguiente. Nadie celebra la aparente victoria sobre el código de la vacuna. Seguirá un periodo de fuerte represión política, interrogatorios y exilio de algunos implicados. La policía estimó que el negativo saldo de aquella semana fue de 23 muertos, 67 heridos y 945 presos(8).

Los líderes de la revuelta no pagaron un alto precio por sublevarse. Lauro Sodré y el resto de conspiradores, además de los cadetes fueron amnistiados en 1905. El propio Sodré recibió una buena acogida cuando asistió a una recepción en el Teatro Lírico, centro tradicional de la clase acomodada(4).

No corrieron igual suerte los pobres, desordeiros, mendigos, ladrones, prostitutas y desempleados. La policía detuvo y deportó a los que tenía fichados o sabía que habían participado en los disturbios. Fue un “saneamiento social”, una purga que mandó a muchos a la Isla de las Cobras y a otros a un más terrible lugar del interior, el territorio de Acre(3, 4, 9).

Con estas medidas la ciudad quedó limpia de un buen número de pobladores “molestos”.

La Belle Epoque, el progreso y la civilización de Río que pretendía Rodrigues Alves se había conseguido, convirtiéndola en poco tiempo en una “linda, maravillosa y moderna” capital(4).

La mítica y controvertida figura de Oswaldo Cruz

 

Figura 7. Oswaldo Cruz (1872-1917).

Hijo de médico, Oswaldo Gonçalves Cruz(9), nace el 5 de agosto de 1872 en Sao Luiz do Paraitinga, estado de Sao Paulo (Figura 7). Contaba cinco años cuando, recién trasladada su familia a Río de Janeiro, iniciaba su formación escolar que completó brillantemente aprobando, con solo catorce años, su ingreso en la Facultad de Medicina.

Allí sintió una gran fascinación por la microbiología, precisamente en el momento que se iniciaba la revolución pasteuriana. Desde 1888 colabora como ayudante en el Laboratorio de Higiene de la Facultad de Medicina transformado poco después en el Instituto Nacional de Higiene. Se doctora el 8 de noviembre de 1892 con una tesis titulada “A vehiculaçao microbiana pela agua” y, tras casarse, ejerce durante un par de años como clínico en la consulta que había tenido su padre.

Estimulado por un grupo de colegas(11) entre los que se encontraba Salles Guerra y atraído por la ciencia alemana y francesa, decide viajar a Europa y se instala en París en 1896. Allí estudia urología con Félix Guyon, una especialidad que podría reportarle clientela en el futuro, pero sobre todo frecuenta el Instituto Pasteur, prolífico hervidero de descubrimientos, donde aprende las técnicas de producción de sueros como el antidiftérico o el antipestoso. Completa su estancia acudiendo a una fábrica de vidrio para conocer las técnicas de fabricación de material de laboratorio (probetas, ampollas, etc…).

De vuelta a su país, es comisionado por la Dirección General de Salud Pública en octubre de 1899 para estudiar un posible brote de peste bubónica en el puerto de Santos, Sao Paulo. Confirmado el brote y preocupadas las autoridades por la manera de combatirlo, se impone una cuarentena y se decide aplicar el suero y vacuna contra la enfermedad que habían sido descubiertos recientemente por el pasteuriano Alexandre Yersin. Dado que el Instituto Pasteur no fabricaba cantidades suficientes para atender la demanda mundial, se crea el Instituto Sueroterápico de Río de Janeiro(12) dependiente de la DGSP y ubicado en una zona de las afueras de la capital, la hacienda de Manguinhos. La dirección técnica fue confiada a Oswaldo Cruz, que junto a otros colaboradores comenzaron a preparar sueros y vacunas antipestosos.

Durante seis años (1903-1909), Oswaldo Cruz compatibilizó su nombramiento como Director General de Salud Pública con la dirección del Instituto de Manguinhos, que luego pasó a llamarse Instituto Oswaldo Cruz.

Desde su posición institucional y aprovechando los recursos que el gobierno federal destinaba al mejoramiento de Río, aseguró la dotación en materiales técnicos del Instituto y lo convirtió en un centro referente en investigación biomédica y formación en microbiología.

Además de producir vacunas, inician investigaciones en enfermedades transmisibles (humanas y zoonosis), especialmente las tropicales como paludismo (Figura 8), beri-beri o filariosis, presentes en las regiones interiores del país.

 

Figura 8. Oswaldo Cruz (en el centro) con una tela de protección contra mosquitos.

 

Figura 9. “El Nerón de la Higiene” caricatura de Cruz en O Malho (19-11-1904).

Cruz fomenta el intercambio con instituciones extranjeras y numerosos investigadores viajan a Europa o Estados Unidos para recibir formación o acuden para impartir docencia. La Medalla de Oro obtenida en la Exposición de Berlín de 1907 les dio el espaldarazo internacional definitivo y consagró la figura de Cruz. El posterior descubrimiento por Carlos Chagas, otro investigador del Instituto, de la enfermedad que lleva su nombre(13) y que fue presentada en la Exposición Internacional de Higiene de Dresden (1911) acabó por consolidarles en la comunidad científica como uno de los centros más importantes en investigación de dolencias tropicales.

 

Figura 10. “Guilherme Tela de Arame”, O mais extraordinario caçador de… Mosquitos, por J. Carlos, Tagarela, 12-3-1904.

 

 

 

 

 

La popularidad de Oswaldo Cruz a lo largo de su vida fue incontestable. Criticado ferozmente y caricaturizado hasta la saciedad durante los acontecimientos de la Revolta da Vacina, época en la que contaba apenas 32 años, su imagen se convirtió en icono mediático. Representado como Nerón, Napoleón, Guillermo Tell o Luis XIV, fue víctima del humor mordaz de los opositores a la vacuna(14, 15) (Figuras 9, 10, 11). Tuvo, sin embargo, el mérito de asumir un compromiso de acción política desde su posición como científico para contribuir al desarrollo sanitario de su nación.

Los éxitos internacionales de las investigaciones y logros científicos que se obtuvieron en el Instituto, fueron trocando aquella imagen distorsionada por la de símbolo de la ciencia de su país. A partir de 1910 su labor se centró en el Instituto y desde allí efectuaron una intensa actividad, recorriendo zonas de la Amazonia en sucesivas expediciones que mostraron la triste situación de salud en aquella región. La denuncia de aquella realidad movilizó a las fuerzas políticas para modernizar los servicios sanitarios. Oswaldo Cruz comienza a recibir homenajes por su liderazgo en el movimiento sanitarista que se articula desde el Instituto, es elegido como miembro de la Academia de Letras Brasileña o recibe la Legión de Honor francesa.

 

 

Figura 11. “Luis XIV da seringaçao” caricatura de Cruz, por Kalixto, 1904.

 

 

 

 

 

 

En 1914, enfermo de nefritis, emprende un viaje a Francia acompañado de su familia para recuperar la salud y visitar centros de investigación. Allí les sorprende el estallido de la Iª Guerra Mundial y deben regresar a los pocos meses. Su estado de salud empeora y los hijos le convencen para que abandone la febril actividad en el Instituto.

Acepta la prefectura de un naciente municipio, Petrópolis, donde apenas tendrá tiempo de ejercer el cargo ya que morirá allí a los pocos meses, el 11 de febrero de 1917 a la edad de 44 años. La figura polémica da paso al mito de la ciencia brasileña. Nace el héroe catalizador del movimiento sanitarista, el fundador de la medicina experimental brasileña o el saneador de Río.

 

Interpretaciones sobre la Revolta y la resistencia a las vacunas

Se han dado varias explicaciones al episodio histórico en el que “Río estuvo en manos de las masas”(4). Tanta violencia ¿fue realmente una respuesta desproporcionada al mero intento de inmunización contra una de las enfermedades más temibles?.

Los sanitarios de la época opinaban que la violencia fue el resultado de la ignorancia y superstición de una chusma temerosa de los beneficios de la ciencia moderna. Apuntando como incitadores a los jóvenes oficiales positivistas opuestos a la salud pública, que jugaron con la ignorancia de los pobres y enmascararon una tentativa de golpe militar(3).

Los gobernantes y la policía culparon de los disturbios a “extranjeros, vagabundos y prostitutas”. El Ministro de Justicia acusó a “anarquistas extranjeros que agitaron y explotaron a los humildes”, concluyendo que los “principales líderes de la destrucción fueron los desempleados que infestaban Río” y que “la policía no había sido suficientemente represiva”(3).

Los historiadores han aceptado algunas de estas tesis oficiales, haciendo responsables a “elementos subversivos que buscaban un problema explotable para subvertir el régimen” o a “favelados siempre dispuestos al desorden” o arguyendo que “no fue más que una excusa de grupos opositores del régimen de Rodrigues Alves para desacreditar el gobierno”(3).

También se ha dicho que lo que para algunos grupos participantes en la Revolta ésta no fue más que “una excusa”, para otros fue “un agravio legítimo”. Teresa Meade relata estas interpretaciones y pone el énfasis como se ha visto a lo largo del texto en la manera en que algunas grandes ciudades se han desarrollado y en que el precio de la renovación, saneamiento o reformas para alcanzar el bienestar se hace a veces a expensas de los más pobres(3).

Jeffrey Needell también repasa el punto de vista de algunos referentes como justificación a las causas de la violencia de las masas: la conspiración liderada por Lauro, la tradición tolerante del positivismo radical, la mala situación de la gente de color o las reformas urbanas e intenta efectuar un análisis de la revuelta misma(4).

Tras la Revolta da vacina y la derogación de la ley, la viruela siguió diezmando a la población de Río. Un brote epidémico causó en 1908 un total de 9.000 muertes, por lo que se implantó nuevamente un programa de vacunación. Sin embargo, éste no obtuvo el mismo rechazo social que el controvertido plan de cinco años antes.

Quizá sea debido a un aumento en el nivel de aceptación hacia las medidas de salud pública, habida cuenta del éxito en la eliminación de la fiebre amarilla y, además, al miedo a producir otra inesperada y violenta reacción en la población. Por otra parte, los pobres ya se habían ido desplazando del centro de la ciudad a los suburbios, arrastrando con ellos su carga de enfermedad y miseria.

El ejemplo de la Revolta da Vacina se inscribe en el grupo de argumentos antivacunales relacionados con la defensa de los derechos civiles individuales frente a los de la salud pública colectiva. A lo que debemos añadir el miedo auténtico popular al propio acto vacunal, no es casualidad que Cruz fuera representado con una jeringuilla en la mano a modo de arma letal (Figura 12). Lo que simboliza el miedo atávico hacia la inyección(16).

 

Figura 12. “Oswaldo Cruz, O Napoleao da seringa e lanceta” por Leonidas en O Malho (29-10-1904).

 

La vacunación es un fenómeno de ciencia y de creencia. Los científicos, los salubristas, cargados de certeza, intentan desarrollar estrategias o programas apoyados en las estadísticas de morbilidad o mortalidad(16).

Así se implantan, desde la verticalidad, programas standard para todos los países o regiones. En pocas ocasiones se tiene en cuenta las creencias de los habitantes de tal o cual zona, su percepción de la enfermedad, de la salud, de su propio cuerpo. ¿Debo aceptar algo que se me impone desde la autoridad? ¿Debo admitir que un extranjero me inyecte algo que desconozco?

Muchas de las resistencias tienen su origen en el escaso esfuerzo que se realiza por comprender las razones del otro, en dar por hecho que ciencia y progreso son “buenos”. La mejora en la aceptabilidad pasa, sin duda, por apoyarse más en algunas herramientas de las ciencias sociales, en la comprensión de las experiencias que han configurado las actitudes de los grupos poblacionales hacia la vacunación, en aproximarse a las creencias.

Bibliografía

1. Moulin AM. Les vaccins: implications sociales et politiques. Médecine et Maladies Infectieuses 2003; 33: 564-569

2. Tras ser derrocada la Monarquía y proclamada la República (15 noviembre de 1889), los brasileños vivieron un periodo inicial en que sus presidentes fueron militares (República da Espada, 1889-1894), dando paso inmediatamente a lo que se llamó la República da Oligarquías (1894-1930), cuyos presidentes de gobierno eran civiles ligados al sector agrario. De un lado los procedentes del estado de Sao Paulo (republicanos paulistas con intereses en el café) y de otro los de Minas Gerais (republicanos mineiros ligados a la producción de leche), que dio lugar a lo que se conocía popularmente como la política del café con café (paulistas) o del café con leche (mineiros).

3. Meade T. "Civilizing Rio de Janeiro": the public health campaign and the riot of 1904. J Soc Hist 1986; 20 (2): 301-322

4. Needell JD. The Revolta contra vacina of 1904: the revolt against "modernization" in belle epoque Rio de Janeiro. Hisp Am Hist Rev 1987; 67 (2): 233-269

5. La inmigración proveniente de áreas rurales del interior del país junto a la procedente de Europa provocó un crecimiento espectacular de la población de Río, pasando de 274.000 habitantes en 1872 a 518.290 en 1889 y alcanzando más de un millón en 1920 (Meade, 1986)

6. Las viviendas eran un foco constante de insalubridad. Los cortiços o colmenas (casas pequeñas, cubículos) eran estructuras destartaladas de los distritos cercanos a los muelles y a las zonas comerciales. Oscuros y sórdidos, mal ventilados, repletos de trabajadores pobres (estibadores del puerto, empleados de los servicios municipales, gente de la construcción) mezclados con mendigos, ladrones, prostitutas y otros de oficio desconocido. Otro apelativo para estas construcciones era la de casebres, barracones. Agostinho José de Souza Lima, Inspector de Salud Pública, redactó un informe en 1891 que resultó demoledor y en el que denunciaba la alta tasa de mortalidad de los habitantes de los cortiços, que vivían en “miserable promiscuidad”, “conducta licenciosa” y “completa ausencia de moral”.

7. Viruela, fiebre amarilla y otras epidemias atacaban periódicamente a los distritos pobres. En 1850, la fiebre amarilla causó 90.000 enfermos y 4.160 muertos. Entre 1850 y 1908 se cobró 60.000 víctimas. Cuando la fiebre amarilla descansaba, el tifus, la malaria o la disentería ocupaban su lugar. Los capitanes de los barcos que llegaban a Río se negaban a atracar en el puerto ante el temor a las plagas.

8. Porto MY. Uma revolta popular contra a vacinaçao. Cienc Cult 2003; 55 (5): 53-54

9. Datos tomados de la Biblioteca Virtual Oswaldo Cruz elaborada por el CNPq y el Prossiga del Ministerio de Ciencia y Tecnología, la Casa de Oswaldo Cruz (COC) y la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) del Ministerio de Salud. Extraído el 24 de junio de 2005 del sitio Web BV O Cruz

10. Se llamó “favelados” a los habitantes de las favelas, originariamente “un grupo de 40 o 50 chozas no incluidas en el listado o registro de casas de una calle”. La primera favela fue levantada en Río por soldados veteranos de la campaña de los Canudos que hicieron un campamento para presionar al Ministro de la Guerra para reclamar sus pensiones. Llamada así en honor de la sangrienta batalla que habían librado cerca de la ciudad de Canudos, estado de Bahía (1897) en la ladera del Morro da Favela (Cerro de Favela). Desde entonces se aplica el nombre a los barrios de chabolas que cubren las laderas de las colinas de Río. (Meade, 1986)

11. Salles Guerra, que más tarde se convertirá en su principal biógrafo, conoce a Oswaldo Cruz en 1894 y le anima a montar un laboratorio de análisis en la Policlínica General de Río de Janeiro. Los dos, junto a Silva Araujo, Werneck Machado y Alfredo Porto constituyen el “grupo de los cinco germanistas” así llamado por su empeño en aprender alemán, el idioma de los textos de medicina más avanzados de la época.

12. El Instituto Sueroterápico de Río de Janeiro creado en 1900, estaba bajo la dirección de Pedro Affonso, propietario del Instituto Vacínico Municipal. En 1902 las divergencias entre Cruz y Affonso hicieron que éste último dimitiera y asumiera el cargo el propio Oswaldo Cruz.

13. Durante una campaña contra la malaria en 1908, Carlos Chagas descubre una nueva enfermedad en la ciudad de Lassance. Será la segunda tripanosomiasis humana conocida hasta aquél momento tras la africana o enfermedad del sueño, vehiculizada por la mosca tsé-tsé y producida por los Trypanosomas brucei gambiense o brucei rhodesiense. Chagas encuentra un tripanosoma que llamará cruzi en honor a Oswaldo Cruz. La enfermedad se conoce como tripanosomiasis americana o enfermedad de Chagas.

14. Lopes MB. Bodies scorned: when medicine and caricature meet. Hist Cienc Saude Manguinhos 1999 Jul-Oct; 6 (2): 257-275

15. Porto A, Ponte CF. Vaccines and campaigns: images with a story to tell. Hist Cienc Saude Manguinhos 2003; 10 (Suppl 2): 725-742

16. Moulin AM. The vaccinal hypothesis: towards a critical and anthropological approach to a historical phenomenon. Hist Cienc Saude Manguinhos 2003; 10 (Suppl 2): 499-517

Nota: Las ilustraciones han sido tomadas de los trabajos de Myriam Bahia Lopes (14), Angela Porto y Carlos Fidelis Ponte (15) publicados en la revista Historia, Ciencias, Saude-Manguinhos y del sitio Web Biblioteca Virtual Oswaldo Cruz (9).

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Seguridad de la vacuna antigripal en mujeres embarazadas en relación a resultados adversos al nacimiento: un estudio de cohorte prospectivo en Japón

Ohfuji S, Deguchi M, Tachibana D et al. Safety of influenza vaccination on adverse birth outcomes among pregnant women: a prospective cohort study in Japan. Int J Infect Dis 2020;93:68-76

Estudio prospectivo de cohortes para evaluar la seguridad de la vacuna antigripal inactivada en 10330 embarazadas japonesas, en su vertiente de patologías relacionadas con el parto: abortos, muerte fetal, partos prematuros, bajo peso al nacer y malformaciones.

Los antecedentes de vacunación procedían de cuestionarios antes y después de la temporada gripal 2013/14. Se registraron efectos adversos en 641 (10%) de las 6387 gestantes no vacunadas y en 356 (9%) de las que recibieron la vacuna. Tras ajustar por los potenciales factores de confusión, la vacunación en la gestación no se asoció con el riesgo de efectos adversos con odds ratio de 0.90 en IC 95%: 0.76-1.07. La vacunación en el primer o segundo trimestre tampoco mostró asociación con los outcomes reseñados, mientras que la recepción a lo largo del tercer trimestre se asoció inesperadamente con un descenso significativo en la aparición de dichas secuelas (OR: 0.70 con IC 95%: 0-51-0.98).

Los autores, tras exponer las limitaciones del estudio (modo de recogida de los antecedentes de vacunación, infrarregistro de peso, tabaquismo y consumo de alcohol, no ser representativos del área de estudio) concluyen que sus hallazgos indican que la vacunación antigripal de la gestante no tiene efectos adversos en el feto, independientemente del trimestre en el que recibió la vacuna.

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Información general

VARICELA-ZÓSTER

LA ENFERMEDAD

El virus varicela-zóster (VVZ) es uno de los ocho virus conocidos de la familia de los virus herpes. Se distribuye por todo el mundo y causa tanto la varicela, cuando infecta por primera vez a una persona (primoinfección), como el herpes zóster, en posteriores reactivaciones.

En los países de clima templado, como España, en ausencia de vacunación la mayoría de las personas (más del 90%) sufría la varicela antes de los 14 años de edad.

Aunque en la mayoría de los niños sanos la varicela se resuelve sola sin necesidad de tratamiento, la aparición de complicaciones potencialmente graves, como neumonía, hepatitis o encefalitis, es significativa en determinados grupos de población. Los grupos de mayor riesgo son los adultos, los lactantes (especialmente durante los primeros meses de vida), las embarazadas y las personas inmunodeprimidas.

Tras infectarse por el VVZ por primera vez, este queda latente en los ganglios sensoriales. Al disminuir la inmunidad, algo que puede ocurrir de manera natural con la edad avanzada o debido a medicamentos o enfermedades que causen una disminución de las defensas, los virus latentes pueden reactivarse y dar lugar al herpes zóster. La principal complicación del herpes zóster es la neuralgia posherpética, que consiste en dolor en la zona del territorio afectado que persiste más de un mes, incluso una vez curadas las lesiones en la piel.

Formas de contagio

La varicela es una enfermedad altamente contagiosa. Se calcula que más del 90% de las personas que conviven con alguien afectado por la varicela se contagian.

El VVZ se disemina por el aire desde la faringe de la persona con varicela cuando esta tose o estornuda, o en menor medida directamente desde las vesículas de la varicela o del herpes zóster diseminado. El contagio sucede cuando otra persona respira estos virus dispersos en el aire, o cuando su piel entra en contacto directo con las vesículas de la persona infectada.

La enfermedad es tanto más contagiosa cuanto mayor es el número de lesiones cutáneas que presenta la persona infectada. Las personas previamente vacunadas también pueden contraer la varicela, si bien en estos casos la enfermedad habitualmente es mucho menos grave, con menos lesiones y menos complicaciones, y por lo tanto también es menos contagiosa.

Periodo de incubación

Las personas que han contraído la varicela pueden infectar a otras desde 2 días antes de la aparición de las lesiones cutáneas hasta que estas se secan. La varicela tiene un periodo de incubación de entre 10 y 21 días, con una media de 14-16 días.

En los casos en que se administra inmunoglobulina antivaricela-zóster, el periodo de incubación puede prolongarse hasta 21-28 días.

Síntomas principales

El VVZ causa dos formas clínicamente diferenciadas de enfermedad. La infección primaria con VVZ resulta en la varicela, caracterizada por lesiones vesiculares en distintas fases de desarrollo en la cara, el tronco y las extremidades. El VVZ queda latente en los ganglios sensoriales y su reactivación resulta en el herpes zóster, también conocido como culebrilla. Esta forma clínica de la enfermedad está caracterizada por una erupción vesicular dolorosa que ocurre en un solo lado del cuerpo, usualmente en una distribución restringida al área de piel que corresponde al recorrido de un nervio espinal.

Varicela

La infección primaria por el VVZ se denomina varicela y ocurre generalmente durante la infancia. Suele ser una enfermedad autolimitada, es decir, que se resuelve sola sin tratamiento, y benigna, aunque puede revestir cierta gravedad cuando se contrae durante la adolescencia o la edad adulta (en especial durante el embarazo), en el primer año de vida y en personas con el sistema inmunitario deprimido.

La varicela, al inicio, causa típicamente un cuadro similar a la gripe, con fiebre variable, dolor de cabeza, malestar general, faringitis y pérdida del apetito. En las siguientes 24-48 horas se desarrollan las lesiones cutáneas, que consisten en una erupción generalizada que produce intenso picor.

Las lesiones aparecen primero en forma de máculas (manchas rosadas) y pasan rápidamente a hacerse pápulas (lesiones rojizas sobreelevadas) y luego vesículas (le- siones con contenido líquido claro en el interior, como pequeñas ampollas), rodeadas de un halo rojizo inflamatorio. Finalmente, las lesiones acaban por secarse y formar costras. Las lesiones van apareciendo en sucesivos brotes, lo que confiere a la enfer- medad una de sus principales características, ya que coexisten lesiones en diferentes fases (la persona puede tener simultáneamente máculas, pápulas, vesículas y costras).

La aparición de vesículas dura hasta 5-7 días, y la mayoría de las lesiones suele haber formado costra en unos 6 días. Estas costras pueden durar hasta 2 semanas en la piel, y al desprenderse pueden dejar manchas claras u oscuras durante semanas o meses, pero solo dejarán cicatrices definitivas las lesiones que se sobreinfecten.

El número de lesiones que presente una persona puede variar entre unas pocas y varios centenares, dependiendo de la gravedad del cuadro.

Tradicionalmente se ha considerado que cuando una persona ha pasado la varicela es extraordinario que la contraiga en una segunda ocasión. No obstante, algunos estudios muestran que es más frecuente de lo que pensamos el reinfectarse sin que la enfermedad se manifieste de manera evidente (reinfección subclínica), o más raramente ocasionando un segundo episodio de varicela.

Hasta el 20% de los niños que son vacunados con una sola dosis de vacuna pueden padecer la enfermedad si se exponen al virus, aunque se ha visto que en este caso la enfermedad es más leve (menos fiebre y menor número de lesiones), en ocasiones no llega a formar vesículas y presenta menos complicaciones.

Herpes zóster

Cuando una persona padece la varicela, algunos virus quedan latentes en los ganglios sensoriales, y durante la edad adulta, al disminuir las defensas contra el virus, este puede reactivarse localmente y reaparecer en forma de herpes zóster, afectando al área del nervio que sale del ganglio sensorial afectado.

Es infrecuente padecer en más de una ocasión herpes zóster en personas con una adecuada inmunidad, pero sí es posible en inmunodeprimidos.

El herpes zóster se caracteriza por presentar:

  • Erupción en la piel sobre una base inflamatoria de similares características a la de la varicela, que puede llegar a ser sumamente dolorosa y que aparece siguiendo el territorio de un nervio sensitivo. Lo más frecuente es que se trate del recorrido de un nervio torácico o lumbar. Esto implica que la erupción rodea de forma lineal un lado del tórax, razón por la que popularmente se le conoce con el nombre de «culebrilla». En individuos con una buena inmunidad, las lesiones se secan en unos 7-10 días, momento en el que, al igual que en el caso de la varicela, ya no se consideran contagiosas. El desarrollo de nuevas lesiones después de 1 semana tras el inicio solo ocurrirá en personas con depresión del sistema inmunitario. Menos del 20% de los pacientes presentan síntomas generales significativos, como dolor de cabeza, fiebre, malestar general o cansancio.
  • Neuritis aguda: la neuritis, o inflamación de un nervio, produce dolor, que es el síntoma más común del herpes zóster. Aproximadamente el 75% de los pacientes tienen inicialmente dolor en el área donde luego aparecerá la erupción. El dolor puede ser constante o intermitente, puede preceder a la erupción en días o semanas, y es de mayor duración cuanto mayor es la edad de la persona. El dolor se refiere como quemante, punzante o lacerante, en ocasiones solo al tacto. A veces se manifiesta simplemente como picor.



La Asociación Española de Vacunología lanza un decálogo que responde a diez preguntas frecuentes sobre el sarampión

  • La Asociación Española de Vacunología ha publicado y difundido un documento a modo de guía en el que se da respuesta a una decena de preguntas sobre esta enfermedad que ha puesto en alerta a varios países de Europa
  • Las coberturas de vacunación de la triple vírica -la vacuna que previene la rubeola, la parotiditis y el sarampión- en 2023 en España fueron del 97,8,% en la 1ª dosis y 94,4% en la 2ª dosis, pero la sociedad científica insiste en que los porcentajes deben mejorar
  • Los expertos advierten de que el sarampión es una de las enfermedades más contagiosas del mundo, y que puede causar complicaciones respiratorias y neurológicas, así como alteraciones en el sistema inmune

La Asociación Española de Vacunología (AEV) ha lanzado un decálogo en el que responde a diez preguntas frecuentes sobre el sarampión y la vacuna que lo previene. Coincidiendo con el aumento de casos de sarampión que algunos países europeos están experimentando en las últimas semanas, la sociedad científica ha querido resolver algunas de las dudas sobre esta enfermedad a través de un documento divulgativo pensado para informar a la población general.

En dicho documento, elaborado por la Junta Directiva de la AEV, se recuerda que el sarampión es una enfermedad muy contagiosa que requiere niveles de inmunidad del 95% o más de la población para interrumpir su transmisión y eliminarlo de la comunidad. De hecho, se estima que cada caso de sarampión origina entre 12 y 18 nuevos casos.

Por ello, prevenir a través de la vacunación es fundamental para seguir avanzando en su control y eliminación. La vacuna que protege del sarampión es la llamada triple vírica, que también inmuniza frente a la rubeola y las paperas y está incluida en el calendario de vacunación infantil, y que se administra a los niños en dos dosis: una a los 12 meses y otra a los 3-4 años de edad.

Según los datos actualizados de SIVAMIN la cobertura de vacunación de la triple vírica en 2023 en España fue del 97,8% en la 1ª dosis y 94,4% en la 2ª dosis, aunque hay algunas comunidades por debajo de estos porcentajes. “Hay que aumentar las coberturas vacunales, pues se observa una reemergencia preocupante de la enfermedad en todo el mundo”, señalan desde la AEV.

En este sentido, insisten en la necesidad de administrar la vacuna triple vírica a los niños, y recomiendan la vacunación a todos aquellos adultos que no se vacunaran en la infancia y que no hayan pasado el sarampión. Por contra, quienes no estén vacunados pero hayan pasado el sarampión no tienen que volver a vacunarse.

Mayor letalidad en menores de cinco años y personas inmunodeprimidas

Entre las principales complicaciones que causa el sarampión se encuentran algunas como la otitis, la diarrea, la sinusitis o el neumotórax, y otras como convulsiones febriles, hepatitis, apendicitis, miocarditis y encefalitis aguda posinfecciosa.

Además, se ha observado que la enfermedad produce una alteración del sistema inmune, habiéndose probado un aumento del número de enfermedades infecciosas en la persona que padece el sarampión durante los tres años siguientes.

En cuanto a la letalidad de esta enfermedad, oscila entre el 1% y el 15% en los países en desarrollo, y se debe principalmente a complicaciones respiratorias y neurológicas. La tasa de letalidad está aumentada en los menores de 5 años, en los adultos y en las personas inmunodeprimidas, incluyendo los niños con leucemia, las personas con infección por el virus de la inmunodeficiencia humana y aquellas con malnutrición grave. Precisamente los niños con leucemia (y los adultos) e inmunodeprimidos en general tienen contraindicada la vacuna, por lo que la única protección que tienen es la de evitar la circulación del virus y eso solo se puede hacer vacunando al resto de la población. Por lo tanto, y especialmente en sarampión, vacunarse es un acto que nos protege y que protege a los demás.

Descarga aquí el decálogo completo.

 

 

 




Pauta de vacunación años después de una primera dosis

Respuesta del Experto a …
Pauta de vacunación años después de una primera dosis

Pregunta

Una persona que comenzó la vacunación de la Encefalitis Centroeuropea en 2016 y recibió un única dosis de ENCEPUR, puede continuar la primovacunación recibiendo una 2º dosis de Ticovac (que es la vacuna que tenemos disponible en el momento actual) o no son intercambiables, y se debe empezar de nuevo?
Muchas gracias, un saludo

Respuesta de José Antonio Navarro (04 de Agosto de 2023)

Buenos días.
Se dispone de datos que afirman que existe un priming del sistema inmune -demostrado por una respuesta anamnésica al antígeno de la encefelaitis centroeuropea- independientemente del tiempo transcurrido desde la última dosis de vacuna, incluso en personas que recibieron con anterioridad una sola dosis de vacuna (1).
Ello implicaría que en el caso que comenta podría continuar con el esquema de vacunación contabilizando la dosis de 2016. Por otra parte, ambas vacunas son intercambiables (2).

Referencias
1 World Health Organization. Vaccines against tick-borne encephalitis: WHO position paper. Wkly Epidemiol Rec 2011;86:241-256
2 Kollaritsch H et al. Vaccines and vaccination against tick-borne encephalitis. Exp Rev Vaccines 2012; 11:9, 1103-1119, DOI: 10.1586/erv.12.86




Descripción de un fallo de profilaxis antirrábica en inmunodeficiente

Holzbauer S, Schrodt C, Prabhu R et al.  Fatal Human Rabies Infection with Suspected Host-mediated Failure of Post-Exposure Prophylaxis Following a Recognized Zoonotic Exposure—Minnesota, 2021. Clin Infect Dis published on line March 29, 2023

https://academic.oup.com/cid/advance-article/doi/10.1093/cid/ciad098/7093064?login=false

Hasta la fecha no se habían notificado en los Estados Unidos casos de fallos de profilaxis postexposición frente a la rabia utilizando las nuevas vacunas de cultivo celular., pero en enero de 2021 un varón de 84 años falleció de rabia seis meses más tarde de haber sido mordido por un murciélago a pesar de haber recibido profilaxis postexposición en su momento. Desde el Departamento de Salud de Minnesota pusieron en marcha la batería de análisis con historias clínicas, resultados de laboratorio, necropsia y secuenciación genómica del virus del murciélago y del fallecido. Se evaluó el almacenamiento, administración e integridad de la vacuna e inmunoglobulina.

Se encontraron anticuerpos frente al virus en suero y fluido cerebroespinal, aunque no neutralizantes y en un examen sanguíneo antemortem se comprobó que el paciente padecía una gammapatía policlonal no diagnosticada y de significado clínico incierto. El paciente falleció de meningoencefalitis rábica y en la autopsia se constató un adenocarcinoma prostático con metástasis a médula ósea. La secuencia vírica fue idéntica en ambas muestras. Los autores concluyen que el fallo vacunal primario se puede atribuir a una alteración inmunitaria no reconocida como explicación más -plausible. Inciden en determinar anticuerpos neutralizantes en inmunodeprimidos, administrar una pauta completa de vacunación y un inicio precoz de la inmunoglobulina antirrábica.




La asociación entre virus y enfermedades neurodegenerativas

Un reciente artículo publicado en la revista Neuron (factor de impacto superior a 18) por investigadores de los National Institutes of Health de los Estados Unidos ha identificado 45 exposiciones víricas que se asociaron significativamente con un aumento de enfermedades neurodegenerativas, replicando, adicionalmente, la asociación entre las infecciones por el virus de Epstein-Barr y la esclerosis en placas. La mayor, se encontró entre la encefalitis vírica y la enfermedad de Alzheimer. Por otra parte, la gripe complicada con neumonía y el virus varicela zóster también se asociaron con carácter significativo con cinco de las seis enfermedades neurodegenerativas estudiadas (Alzheimer, esclerosis lateral amiotrófica, demencia generalizada, demencia vascular, Parkinson y esclerosis en placas). Fue notable comprobar cómo el aumento de riesgo para alguna de estas exposiciones se hizo patente transcurridos quince años desde la infección.

El mensaje del estudio está claro: dado que existen vacunas disponibles frente a algunos virus, la vacunación podría ser una manera de reducir en cierta medida el riesgo de padecer en la edad adulta algunas enfermedades neurodegenerativas.




Enfoques de las vacunas actuales y las estrategias emergentes frente al virus del herpes simple

Wijesinghe V, Farouk I, Zabidi N et al. Current vaccine approaches and emerging strategies against herpes simplex virus. Exp Rev Vaccines 2021. DOI: 10.1080/14760584.2021.1960162

El desarrollo de vacunas frente al herpes simple ha estado plagado de retos, de manera que a día de hoy, la enfermedad permanece incurable, estando además, extremadamente extendida debido a la alta tasa de infección y causando millones de infecciones en todo el mundo. La revisión de este documento explica las diversas formas de presentación (herpes neonatal, ocular, orofacial, la encefalitis y el virus como co-factor para otras infecciones) y los intentos pasados para conseguir una vacuna (vacunas de subunidades, no replicantes, vacunas vivas atenuadas y vacunas de ADN desnudo). Asimismo, examina las nuevas plataformas vacunales en ensayos clínicos para conocer la seguridad, inmnunogenicidad y eficacia (trivalentes de subunidades, vacunas de nanopartículas con modificaciones de nucleósidos en el ARN, vacunas multivalentes de ADN, vacunas atenuadas de siguiente generación y las de delección de gD2). Destacan como vacunas en fase más avanzada: GEN-003 de subunidades que contiene dos proteínas del virus junto a adyuvante matrix-M2 en fase II, gD2t con adyuvante MPL y una vacuna no replicante de HSV-2, HSV529. 

El futuro pasa por análisis in silico y por la bioinformática, por el uso de adyuvantes y por explorar vías alternativas de administración del/los antígeno/s.

• Enfoques de las vacunas actuales y las estrategias emergentes frente al virus del herpes simple




Publicada la actualización de la seguridad de las vacunas por parte de la AEMPS

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ha publicado el informe de la seguridad de las vacunas frente a la COVID-19 correspondiente al mes de julio. Analiza los muy infrecuentes casos de miocarditis/pericarditis tras la aplicación de vacunas de ARNm, no aparecidos hasta ahora con las vacunas de adenovirus. Suele aparecer en jóvenes, tras la segunda dosis y su evolución es favorable. Para Comirnatyse encuentra en estudio la posible aparición de astenia, letar­gia, disminución del apetito y sudoración nocturna. Se descarta una relación causal de la vacuna Spikevax con la aparición de trombocitopenia inmune.

Respecto a la vacuna Vaxzevria se han identificado como posibles reacciones adversas el dolor en las extremidades, en el abdomen y los síntomas pseudo-gripales (tales como fiebre, irritación de garganta, tos y escalofríos). Se encuentra actualmente en evaluación la posible asociación con la aparición de síndrome de Guillain-Barré (SGB), encefalomielitis diseminada aguda y encefa­litis, trombocitopenia inmune y neuroretinopatía macular aguda. 

En cuanto a la vacuna de Janssen se ha establecido como posible re­acción adversa de esta vacuna el síndrome de fuga capilar y se ha contraindicado su administración en personas que lo hayan sufrido con anterioridad. Del mismo modo, se ha identificado el SGB como una posible reac­ción adversa que puede aparecer muy raramente.