La mayoría de las víctimas de este atentado cometido en Quetta son policías. Un periodista de la AFP vio gorras y zapatos desperdigados por el lugar del atentado mientras los investigadores buscaban indicios e introducían restos humanos en bolsas de plástico. Los agentes debían acompañar a los vacunadores en el tercer día de la campaña en Baluchistán, una provincia inestable cuya capital es Quetta. Según un oficial de la policía local, “hay 15 muertos, entre ellos 12 policías”, un balance confirmado por un médico del hospital Sandeman de la ciudad. Los ataques a los equipos de vacunación se han multiplicado desde finales de 2012, causando casi 100 muertos, incluidos los del miércoles, principalmente en el noroeste de Karachi, otro foco de la enfermedad.
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