El Gobierno de Quebec tiene previsto cargar con un impuesto llamado “contribución para la salud”, de cuantía aun no revelada, a aquellos adultos que rechacen la vacunación. El proyecto se presentará a la legislatura regional a principios de febrero. Aunque el 89% de los de doce o más años se encuentran bien vacunados, Quebec sobrepasa en casos y muertes al resto de las regiones canadienses. Tras el anuncio se han incrementado las peticiones de citas para primeras dosis a unas 7.000 diarias.
Hasta ahora, la provincia exigía un certificado de vacunación para acceder a las tiendas de cannabis y a las licorerías estatales; asimismo, las encuestas realizadas a la población sugieren que hay una mayoría favorable a hacer obligatoria la vacunación.
Algunos expertos legales dudan de la constitucionalidad de la propuesta, ya que la Canada Health Act promete un acceso gratuito e igualitario para todos los ciudadanos. Algunos críticos sugieren que la medida podría conducir a aumentar los impuestos a fumadores y obesos.