Cordonnier C, Labpoin M, Robin C, Ribaud P, Cabanne L, Chadelat C et al. Bone Marrow Transp 2015,50:978-983.
Palabra clave: trasplante progenitores, vacuna, neumococo, duración
Las pautas habitualmente utilizadas en la vacunación de los pacientes sometidos a trasplantes de progenitores hematopoyéticios (TPH) del tipo alógenicos, recomiendan tres dosis de vacuna antineumocócica conjugada a los 3-6 meses tras el trasplante, con intervalos de un mes entre ellas, más una dosis de vacuna polisacárida a los 12 meses postrasplante sin no hay enfermedad injerto contra huésped (EICH) o vacuna conjugada en caso de que sí la haya. Transcurrido este periodo ninguna guía recoge ninguna actuación posterior. En base a ello, los autores evalúan el mantenimiento de la respuesta inmune (IgG y anticuerpos opsonofagocíticos) en treinta pacientes vacunados diez años atrás, en lo que respecta a los siete antígenos de PnC7 y a dos de la vacuna PnPS23. Al comparar con los títulos obtenidos a los 24 meses postrasplante, la respuesta no disminuyó significativamente aunque sí se comprobó diferencias serotipo específicas (menores para 1, 14, 18 y 23F, mantenidos para 4, 6B, 9V y 19F y superiores para el serotipo 5).
No se comprobó, por otra parte, que se obtuviera beneficio con una dosis adicional de cualquiera de las dos vacunas administradas a once pacientes a los 2-11 años. Los autores concluyen que no han encontrado evidencias de que una dosis adicional de PnPS23 administrada entre los dos y los diez años tras el trasplante fuera beneficiosa, ni para inducir una respuesta en los no respondedores a los 24 meses ni para mantener la respuesta de los previamente respondedores. Hasta de no dispones de más estudios parece razonable mantener el recuerdo con vacuna conjugada para los no EICH y de polisacárida para los restantes.