En un estudio publicado en la revista Medrxiv, investigadores de universidades de los Estados Unidos sugieren que los adultos que se expusieron por vez primera al virus gripal A/H3N2 a finales de los años sesenta o a principios de los setenta tienen anticuerpos antigripales no neutralizantes frente a las cepas en continua evolución del virus actualmente circulante, 3c2.A H3N2, lo que les hace más susceptibles, con carácter perpetuo, a la infección.
Ello sería debido a que el H3N2 comenzó a circular en 1968 no desarrollando anticuerpos la mayoría de los expuestos hacia los tres o cuatro años de edad. Esta primera “impregnación inmune” va a afectar la respuesta inmune a las distintas cepas gripales que encuentre a lo largo de la vida.