Las autoridades sanitarias de Ohio han confirmado un importante brote de sarampión que comenzó a principios del mes de noviembre y que, hasta el momento, ha generado 46 casos, de los que 19 han precisado hospitalización. Ninguno de los mismos había recibido vacunación frente al sarampión y el 54% lo representan niños menores de dos años de edad.
Desde 2019 no se había declarado ningún caso de sarampión en todo el Estado. Uno de los casos del actual brote había viajado fuera del país, por lo que suponen que, probablemente, fue el responsable de la introducción del virus en la comunidad. La mayoría de los casos registrados se concentran en la capital, Columbus, que tiene una cobertura de vacunación inferior a la media del país. El Comisionado de Salud Pública de Columbus piensa que el brote durará meses.