Dalby T, Andersen P, Hoffman S. Euro Surveill. 2016;21(36):pii=30334
Los autores llevan a cabo una revision de la epidemiología de la tosferina en Dinamarca entre los años 1995 y 2013. Abordan primeramente las vacunas utilizadas en los programas sistemáticos. Comenzaron en 1961 con vacuna de célula entera para pasar en 1997 a una vacuna acellular que incluía únicamente el componente de toxina pertussis en concentraciones de 40 microgramos por dosis detoxificada con peróxido de hidrógeno en lugar formaldehido o glutaraldehido. EL esquema fue y ha sido de tres dosis en primovacunación (3, 5 y 12 meses) con un recuerdo de 20 microgramos de toxoide a los cinco años. Los datos epidemiológicos los extraen de la base nacional de casos confirmados por laboratorio (cultivo, PCR o serología). La última epidemia fue la de 2002 con una incidencia de 36/100.000 habitantes y desde 1995 solo se han registrado seis fallecimientos, todos ellos en lactantes. La incidencia interepidémica se encuentra por debajo de 10/100.000. Mientras que en 1995 la edad media de los casos era de 9.2 años, ha ido aumentando hasta 23.9 años en 2013. A lo largo de todo el periodo de studio la mayor incidencia se ha constatado en menores de un año con incidencias entre 84 y 331 en periodos interepidémicos y de 435 para el brote de 2002. Tras la introducción del booster preescolar en 2003, la mayor incidencia en menores de un año y en mayorcitos cambió gradualmente de los de 3 a 5 años en 2003 a los 12-14 años en 2013. Los autores concluyen que al contrario de otros países próximos, Dinamarca no ha experimentado una resurgencia de la enfermedad en los años recientes, aunque es difícil establecer comparaciones con otros países pordiferencias en sensibilización, practicas diagnósticas, sistemas de notificación, densidad poblacional, rechazo a la vacunación, entre otras. En cualquier caso parece que el auténtico nivel de tosferina en el país ha decaido desde la década de los noventa.