La nueva cepa es eficaz, segura y estable, por lo que en caso de fuga del laboratorio no ocasionaría un rebrote de la enfermedad. La incidencia global de la poliomielitis se ha reducido en las últimas décadas en un 99%, hasta el punto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la enfermedad al límite de la erradicación. Entonces, una vez lograda la erradicación de la polio, ¿cuál debe ser el siguiente paso? Pues según dicta la propia OMS, debe diseñarse una vacuna que siga siendo efectiva y que, a su vez, pueda almacenarse sin riesgo de ocasionar la enfermedad por causas accidentales o intencionadas –como sería, por ejemplo, un ataque terrorista–. Y en este sentido, como recoge un estudio publicado en la revista «PLOS Pathogens», investigadores del Instituto Nacional de Estándares y Control Biológico de Reino Unido, han dado el primer paso –y quizás el último– en el desarrollo de esta vacuna.
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Autor: Asociación Española de Vacunología
Asociación científica dedicada a la formación e información sobre vacunas destinada a profesionales sanitarios y público en general.