El sarampión está retornando en todo el mundo y también en los Estados Unidos. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) declararon esta semana que se han confirmado 226 casos adicionales de sarampión en 26 estados de la unión y en el Distrito de Columbia.
Los estados afectados son los siguientes: Arkansas, California, Connecticut, Florida, Illinois, Indiana, Kansas, Louisiana, Maryland, Massachusetts, Michigan, Minnesota, Missouri, Nebraska, Nevada, New Jersey, New York, Carolina del Norte, Oklahoma, Oregon, Pennsylvania, Carolina del Sur, Tennessee, Texas, Virginia y Washington.
El reporte de la agencia incluyó a 220 casos reportados a los departamentos de salud locales y estatales hasta el 3 de Noviembre último; y se compara con la cifra de 120 casos para los Estados Unidos durante todo el año 2017. Hasta la fecha, en el año 2018 se han reportado por lo menos 15 brotes de sarampión.
Los CDC señalaron que el aumento en el número de casos de sarampión en los Estados Unidos puede rastrearse hasta brotes en países hacia donde los estadounidenses viajan con frecuencia, incluyendo a Inglaterra, Francia, Alemania, India, las Islas Filipinas y Vietnam.
Del mismo modo, la agencia señaló que el sarampión está diseminándose en los Estados Unidos en las comunidades con personas no vacunadas. Por ejemplo, en el año 2017, 75 personas enfermaron en una comunidad somalí-estadounidense en Minneapolis, con una pobre cobertura de vacunación. Un brote de sarampión que abarcó a varios estados de la unión en el año 2015 — 147 casos — fue rastreado en cuanto a su origen en un parque de diversiones en California; y, as u vez, esta ocurrencia se originó en un brote de sarampión a gran escala en las Islas Filipinas en el año 2014. Comunidades Amish no vacunadas en Ohio enfermaron en una forma desproporcionada en un brote en el año 2014 asociado con el citado brote que ocurrió en las Islas Filipinas.
La meta establecida por los CDC de eliminar el sarampión en los EE.UU. para el año 1978 se quedó corta; los programas ampliados de inmunización llevaron a que la agencia recién declarara la eliminación del sarampión en los Estados Unidos para el año 2000.
Algunos padres rehusan que sus hijos sean vacunados sobre la base de afirmaciones erróneas en diversas partes del mundo, las cuales relacionan a las vacunas con el autismo, pero los CDC y las agencias de salud global, tales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan que los niños reciban dos dosis de la vacuna contra sarampión y rubéola o de la vacuna contra el sarampión-paperas y rubéola.
Para tener una idea acerca de qué tan contagioso es el virus del sarampión, una persona no vacunada o inmune que comparte un espacio cercano con una persona infectada que estornuda o tose, tiene una probabilidad de 90 por ciento para contraer la enfermedad.
El virus es abundante; y puede subsistir hasta por dos horas en el espacio de aire en donde la persona infectada ha tosido o estornudado. Y las personas que tienen sarampión pueden diseminar dicha condición desde cuatro días antes de la aparición del rash hasta cuatro días después que se haya desvanecido dicha erupción cutánea.
A nivel global, los casos de sarampión han aumentado en un 30 por ciento en el año 2017; y se estima que la enfermedad segó la vida de unas 110,000 personas, de acuerdo con la OMS. La principal razón para tal aumento en Europa, en donde 41,000 personas se infectaron en los seis primeros meses del año 2018, fue la negativa de los padres para que sus niños sean vacunados, señaló la agencia global especializada en salud.
Fuente: ProMED