Enfermedad de Marburg en Guinea Ecuatorial

La Región de África de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha comunicado el primer brote de enfermedad por el virus de Marburg en Guinea Ecuatorial, que ya se ha cobrado la vida de al menos nueve personas en la provincia de Kie Ntem. Hasta el momento, otras 16 permanecen bajo sospecha de la enfermedad. Como respuesta, la OMS ha enviado expertos en emergencias sanitarias epidemiológicas y equipos de protección personal para realizar labores de trazabilidad de contactos, aislamiento y tratamiento médico a los enfermos.

La enfermedad es altamente virulenta, con una letalidad próxima al 88% y está causada por un virus de la misma familia que el Ébola. Es transmitido al humano desde los murciélagos de la fruta y se disemina entre humanos mediante contacto directo con fluidos, superficies o material contaminado. Aunque no hay antivíricos o vacunas, hace unas fechas se publicaron en The Lancet los resultados de la fase I de una vacuna que utiliza como plataforma el vector adenovirus de chimpancé tipo 3.




Australia cambia el esquema de vacunación frente a VPH en jóvenes a una dosis

El Australian Government Department of Health and Aged Care ha anunciado que a partir del día 6 de febrero de este año se cambia el esquema de vacunación frente al virus del papiloma humano, de manera que pasan de un esquema de dos a una dosis de Gardasil 9 en los jóvenes de 12 a 13 años. Por otra parte, han ampliado el programa de catch-up para aquellos/as que no recibieron la vacunación en su momento, de modo que se extiende desde los 19 a los 25 años de edad.

Aquellos, excepto los inmunodeprimidos, que recibieron una dosis única antes de los 26 años no necesitarán una segunda dosis para considerarlos como bien vacunados, mientras que los inmunodeprimidos seguirán con pauta de tres dosis.

Para estos importantes cambios, el Australian Technical Advisory Group on Immunisation (ATAGI) ha considerado las últimas evidencias científicas y clínicas, que muestran que una dosis proporciona una protección comparable en los/las jóvenes.




La AEV se reúne con la Directora General de Salud Pública, Pilar Aparicio, para presentarle el proyecto de la nueva junta directiva

La Asociación Española de Vacunología (AEV) mantuvo el pasado viernes una reunión con Pilar Aparicio, Directora General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad. En la reunión estuvieron presentes Jaime Pérez, presidente de la AEV, y Glòria Mirada, vicepresidenta 1ª de la entidad, además de Aurora Limia, jefa de Área de Vacunación de la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad.

Durante este encuentro se presentaron las líneas de actuación de la nueva junta directiva de la AEV, que continuará trabajando para fomentar el uso idóneo de las vacunas para la prevención de enfermedades infecciosas, contribuyendo con ello a una mayor esperanza y calidad de vida.

Además, la AEV trasladó algunas de las principales solicitudes que tiene en estos momentos, como que las Políticas de Salud prioricen la prevención mediante inmunización o que se agilice la evaluación de las nuevas vacunas una vez que estén aprobadas.

Líneas de trabajo de la AEV

A lo largo del encuentro se expusieron las líneas de trabajo de la nueva junta directiva de la AEV, constituida el pasado mes de octubre. Durante los próximos cuatro años, la sociedad científica seguirá trabajando para difundir el valor de las vacunaciones y promocionar los conocimientos y la formación científico-técnica de la comunidad sanitaria.

Asimismo, es su intención mantener su presencia en grupos técnicos de asesoramiento en vacunas de la Administración Sanitaria, así como seguir formando a los profesionales y divulgando conocimiento a la población a través de los medios de comunicación.

Además, próximamente elaborará un manifiesto que presentará en todas las capitales de provincia con el objetivo de que se dedique un espacio público (calle, plaza) al reconocimiento tanto de los profesionales como de la ciudadanía por los logros conseguidos durante y gracias a la Vacunación COVID-19.

Entre los retos a afrontar a corto y medio plazo, la AEV ha destacado que los anticuerpos monoclonales cada vez están más presentes en las estrategias preventivas. Esto exige una mayor y más óptima planificación y, por tanto, una mayor necesidad de que los profesionales sanitarios reciban una formación rigurosa para incorporar también estas herramientas entre el arsenal preventivo del día a día.

Otro de los objetivos de la nueva junta es solicitar la evaluación de los Programas de Vacunas y participar en proyectos de calidad asistencial relacionados con el ámbito de la Vacunología, así como incluir en la filosofía de la AEV el concepto OneHealth.

Por otra parte, España ejercerá la presidencia del Consejo de la Unión Europea en el segundo semestre de 2023. Por ello, la AEV se ofreció a liderar un grupo de sociedades científicas para colaborar con el Ministerio en el diseño de actividades e iniciativas que den visibilidad al calendario de vacunación español, uno de los mejores de Europa en materia de coberturas y confianza.

Además, se están constituyendo nuevos grupos de trabajo sobre vacunación del viajero y las vacunas en el ámbito laboral.

Solicitudes al Ministerio

El encuentro sirvió a la AEV para solicitar al Ministerio de Sanidad un liderazgo integrador y conjunto con otras administraciones y sociedades científicas, poniendo como ejemplo la compra de vacunas para la gripe por parte del Ministerio en 2020 y la gestión junto con las CC.AA. y la Comisión Europea del proceso de vacunación frente a la COVID-19.

Por otro lado, reclamaron una mayor transparencia informativa sobre los planes de trabajo de la Ponencia de Vacunas y de la Comisión de Salud Pública para que tanto la opinión pública como los profesionales sanitarios puedan conocerlos de primera mano mediante la publicación de agendas de trabajo semestrales.

Por último, propusieron la creación de un fondo de vacunas con parte del presupuesto destinado a la compra de vacunas COVID-19 por parte del Ministerio de Sanidad, que en principio finalizaría en 2023. Este fondo también se podría usar para llevar a cabo estrategias de catch-up en algunas vacunaciones (especialmente del adulto), etc. Este tipo de estrategia podría aumentar la sostenibilidad de los Programas de Vacunación y el papel de España en el mundo de la Vacunología en Europa.

Todo ello, con el objetivo de continuar siendo un referente en el espacio sanitario y contribuir a mantener las elevadas coberturas de vacunación infantil, potenciar la vacunación del adulto y de las personas inmunodeprimidas, profesionales, viajeros y tantas otras situaciones nuevas que puedan acontecer.




Casos de difteria en la República Dominicana

Según información publicada en ProMED-Mail, en las provincias de Barahona e Independencia de la República Dominicana se han registrado varios casos de difteria. Entre ellos, el de un niño de 4 años que falleció y el de sus tres hermanos, que permanecen hospitalizados.

La Pan American Health Organization ha atribuido los brotes de difteria en la Región de las Américas a varios factores, entre los que se encuentra el descenso de las coberturas de vacunación generadas por la irrupción de la pandemia de COVID-19.




La UKHSA del Reino Unido ha anunciado la eliminación de la transmisión perinatal de la hepatitis B

La United Kingdom Health Security Agency (UKSHA) ha anunciado la eliminación de la transmisión perinatal del virus de la hepatitis B en Inglaterra y se encuentra en vías de eliminar tanto la hepatitis B, como la hepatitis C para 2030. El logro se ha conseguido mediante la introducción de un programa de vacunación para los recién nacidos de madres positivas a partir de 1990 y de la vacunación sistemática del lactante en 2017, alcanzado coberturas superiores al 90%.

Se estima que son 206.000 personas las que padecen una hepatitis B crónica en Inglaterra, siendo la mayoría se ellas migrantes con infección adquirida en países endémicos. En cuanto a la hepatitis C, el número podría rondar las 92.900 personas a finales de 2021.




Ocho pioneras en el mundo de la vacunología para conmemorar el VIII Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

La Asociación Española de Vacunología hace un repaso por la vida y los logros de ocho mujeres que realizaron importantes contribuciones en el campo de las vacunas y la inmunología entre los siglos XVIII y XXI

El VIII Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia se celebra desde 2016 con el objetivo de lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, además de para alcanzar la igualdad de género

Jueves, 9 de febrero de 2023.- La historia de la vacunología y la inmunización también tiene nombre de mujer. Coincidiendo con la celebración del VIII Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, el próximo 11 de febrero, la Asociación Española de Vacunología (AEV) ha hecho un repaso por la vida y los logros de ocho mujeres que realizaron importantes contribuciones en el campo de las vacunas y la inmunología entre los siglos XVIII y XXI.

Sin ellas no hubiera sido posible la extensión de la variolización, técnica previa a la vacunación; o el desarrollo de la vacuna de la tosferina. Además, las mujeres jugaron un destacado papel en el desarrollo de las vacunas de la COVID-19. Estos son solo algunos de los nombres que han engrandecido la vacunología y que han allanado el camino a tantas otras científicas que con su trabajo diario contribuyen al progreso de la humanidad:

La variolización: Lady Mary Wortley Montagu en el siglo XVIII

Lady Mary Wortley Montagu fue pionera en el proceso de variolización, que consistía en la inoculación del contenido de las pústulas de un enfermo varioloso a un sujeto sano con la finalidad de provocar una infección leve y que la persona quedase inmunizada. El método nació en China e India, pero Lady Mary Wortley Montagu lo llevó hasta Inglaterra después de regresar de Turquía, a donde había acudido como esposa del embajador británico en Constantinopla (Edward Wortley Montagu) en 1716.

Ella había padecido la viruela de pequeña y había visto morir a su hermano por esta enfermedad. Debido a su entusiasmo y a sus persistentes esfuerzos, la variolización se introdujo en Inglaterra y desde allí en el resto de Europa. La técnica alcanzó una gran popularidad, pero comenzó a perder aceptación por los peligros que conllevaba.

La Real Expedición Filantrópica de la Vacuna: Isabel Zendal Gómez en el siglo XIX

En los inicios del siglo XIX, Isabel Zendal Gómez, pionera de la enfermería comunitaria, se embarcó en una aventura que supuso un hito para la Salud Pública y que se podría denominar la primera misión sanitaria humanitaria de la historia. Ella, una mujer en un mundo de hombres, formó parte muy activa y destacada en la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, que capitaneada por el Dr. Francisco Javier Balmis y auspiciada por el rey Carlos IV tuvo como objetivo extender la vacunación frente a la viruela a todas las posesiones de la corona española en ultramar.

Isabel fue una figura crucial en esta peligrosa aventura de atravesar el Atlántico, conservando la vacuna viva hasta su destino, custodiando y cuidando a los 22 niños que formaron parte de la expedición y asegurando así la cadena de inmunizaciones hasta llegar a América.

La vacuna frente a la tosferina: Pearl Kendrick, Grace Eldering, Loney Gordon y Margaret Pitmann en el siglo XX

En la década de 1930, Pearl Kendrick, bacterióloga, y Grace Eldering, especialista en Salud Pública y Bacteriología, con la colaboración de la química Loney Gordon, técnica de laboratorio, comenzaron a investigar una vacuna contra la tosferina, ya que las obtenidas hasta entonces no habían resultado eficaces. En 1943, la Academia Americana de Pediatría aprobó su vacuna para uso sistemático, y con ello la incidencia de la tosferina y las tasas de mortalidad del país se redujeron drásticamente.

La doctora Margaret Pittman, bacterióloga, se convirtió en la primera mujer que lideró un gran laboratorio dentro de los Institutos Nacionales de Salud, y se añadió al éxito de estas tres mujeres con la vacuna de la tosferina. En 1943 desarrolló un método para comprobar la seguridad y la eficacia de la vacuna, trabajo que se convirtió en la base de los requisitos internacionales de potencia exigida a esta vacuna.

Las vacunas frente al SARS-CoV-2: Katalin Karikó y Sarah Gilbert en el siglo XXI

La andadura científica de Katalin Karikó se inicia en la década de 1980 en Hungría y a partir de 1985 en los Estados Unidos. Ya en 1984 obtuvo su primer logro al sintetizar el ARN mensajero, pero en la práctica, su aplicación se enfrentaba a importantes problemas. Fueron necesarios muchos años de trabajo constante, entrega, fortaleza y grandes esfuerzos para que Karikó, junto con Drew Weissman, consiguiesen solucionar estos problemas al obtener un ARN modificado (2005) y después envuelto en nanopartículas lipídicas (2014) que facilitaban su entrada en las células, el cual se utilizó para la vacuna. Y seis años más tarde, en 2020, se aprobaron las dos primeras vacunas frente al SARS-CoV-2 obtenidas con esta nueva tecnología del ARN mensajero.

Sarah Gilbert es una vacunóloga británica nacida en 1962 cuyo trabajo ha estado centrado en el desarrollo de vacunas de vectores virales que permitan una respuesta robusta por parte de las células T y B. El proyecto que le ha dado mayor popularidad ha sido el desarrollo de la vacuna ChAdOx1nCoV-19 frente a la COVID-19, en una coalición de la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca. Esta vacuna se autorizó para su uso en el Reino Unido el 30 de diciembre de 2020 y, posteriormente, en numerosos países de todo el mundo. Hasta enero de 2022, más de 2500 millones de dosis de esta vacuna se distribuyeron a más de 170 países.

Puedes leer el artículo completo, escrito por el Dr. Fernando Moraga-Llop, vocal Sénior y portavoz de la Asociación Española de Vacunología, aquí.




La Vacunología y el VIII Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

Fernando Moraga-Llop, Victoria Nartallo Penas y Jaime J. Pérez Martín

Asociación Española de Vacunología

«Sacrificio sin esperar gloria.»

Lema de la Escuela de Enfermería Isabel Zendal de Puebla, México

El 11 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, efeméride que fue instituida por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 22 de diciembre de 2015, con el fin de lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, y además para alcanzar la igualdad de género. Este Día comenzó a celebrarse en 2016 y su sexta conmemoración, en 2021, ya tuvo como lema uno relacionado con el mundo de las vacunas: «Las mujeres científicas, líderes en la lucha contra la COVID-19».

En este comentario queremos recordar, a modo de ejemplo, a ocho mujeres que vivieron en los siglos XVIII, XIX, XX y XXI. Las dos primeras se sitúan en los orígenes de la historia de la vacunación, Lady Mary Wortley Montagu (pionera de la variolización, técnica previa a la vacunación) e Isabel Zendal Gómez (enfermera responsable de los 22 niños de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna de Balmis y Salvany). En tercer lugar, destacamos a Pearl Kendrick por su contribución al desarrollo de la vacuna de la tosferina, encabezando un grupo de investigadoras (Grace Eldering, Loney Gordon y Margaret Pittman). Y por último a Katalin Karikó y Sara Gilbert, por su destacado papel en el desarrollo de las vacunas de la actual pandemia: Karikó como máxima artífice científica de la primera vacuna frente al SARS-CoV-2, por la tecnología del ARN mensajero, y Gilbert de la segunda, por la plataforma que utiliza un vector adenoviral.

La variolización: Lady Mary Wortley Montagu en el siglo XVIII

La variolización consistía en la inoculación del contenido de las pústulas de un enfermo varioloso a un sujeto sano, con la finalidad de provocar una infección leve y que la persona quedase inmune. Este método nació en China e India, donde se conocía la enfermedad desde hacía miles de años, y consistía en la aplicación de costras variolosas en la mucosa nasal de personas sanas. Los brahmanes de la India practicaban la variolización arañando la piel con agujas y frotándola después con hilas impregnadas en las costras del año anterior, humedecidas con agua del río Ganges en el momento de aplicarlas.La variolización se mantuvo durante muchas centurias en Asia y en el oeste de África, y después pasó a Europa por Grecia y a Constantinopla por las costas del Bósforo, donde fue conocida en el siglo xviii.

Lady Mary Wortley Montagu (de soltera Mary Pierrepont)fue la pionera en este procedimiento prejenneriano de la variolización en Inglaterra, después de regresar de Turquía, a donde había acudido como esposa del embajador británico en Constantinopla (Edward Wortley Montagu) en 1716. Ella había padecido la viruela de pequeña, de la cual le habían quedado cicatrices, y había visto morir a su hermano por esta enfermedad. Debido a su entusiasmo y a sus persistentes esfuerzos, la variolización se introdujo en Inglaterra y desde allí en el resto de Europa. Para probar la eficacia del procedimiento, Mary Montagu hizo variolizar a su hijo Edward, de 3 años, por una mujer griega bajo la inspección del médico de la embajada.

Al regresar a Inglaterra mandó variolizar a su hija bajo la inspección de tres médicos del Royal College of Physicians; luego, uno de ellos decidió variolizar a su hijo de 6 años. Después de ser inoculadas con éxito dos princesas de sangre real, este procedimiento empezó a extenderse por todo el país, y a partir de 1749, desde Ginebra, también por el continente europeo. En España, se sabe que en Lugo los aldeanos practicaban la inoculación desde tiempo inmemorial (aprendida de los celtas, los galos y los godos), y que un cirujano rural de Jadraque (Guadalajara), José Sánchez de Caseda, inoculaba ya la viruela hacia el año 1730, pero esta práctica no se extendió por España hasta 1771.

La variolización alcanzó gran popularidad, hasta que empezó a perder aceptación por los peligros que comportaba. No era un método perfecto y siempre tenía que considerarse el riesgo de muerte; además, su protección no era absoluta y cabía la posibilidad de originar nuevos focos de la infección y de transmitir otras enfermedades. Medio siglo después, Edward Jenner hizo el trascendental descubrimiento de la vacunación.

La Real Expedición Filantrópica de la Vacuna: Isabel Zendal Gómez en el siglo XIX

En los inicios del siglo XIX, Isabel Zendal Gómez, pionera de la enfermería comunitaria, se embarcó en una aventura que supuso un hito para la Salud Pública y que se podría denominar la primera misión sanitaria humanitaria de la historia. Ella, una mujer en un mundo de hombres, formó parte muy activa y destacada en la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, que capitaneada por el Dr. Francisco Javier Balmis y auspiciada por el rey Carlos IV tuvo como objetivo extender la vacunación frente a la viruela a todas las posesiones de la corona española en ultramar.

Isabel nació en una remota aldea gallega en 1773, en el seno de una familia muy humilde, pero su vida estuvo marcada por algunos hechos poco comunes para una mujer de finales del siglo XVIII. Recibió desde pequeña clases del párroco de su aldea, hecho nada habitual en aquella época y que fue decisivo para ella. Su primer contacto con el padecimiento que luego ayudaría a prevenir lo tuvo a los 13 años, al fallecer su madre de viruela, enfermedad devastadora en ese momento que no entendía de sexo, edad ni clase social.

Tuvo que ponerse a trabajar y, gracias a su formación, a los 20 años entró en el Hospital de Caridad de La Coruña, primero como auxiliar de enfermería y unos años más tarde fue nombrada rectora de la Casa de Expósitos de esa misma ciudad.

Corre el año 1803 cuando Balmis prepara su expedición. Basándose en los conocimientos de Edward Jenner, obtuvo permiso del rey para distribuir la vacuna en el Nuevo Mundo, donde la viruela estaba causando estragos. Para ello debía transportar la vacuna inoculándola de brazo a brazo en 22 niños que no habían pasado la enfermedad, y que reclutó en las Casas de los Desamparados de Madrid, Santiago de Compostela y La Coruña. Fue allí donde conoció a Isabel Zendal y le propuso embarcarse con ellos contratada como enfermera, con el mismo sueldo y funciones que los varones que iban en la expedición y con la función de cuidar el bienestar de los niños, asegurando así la cadena de inmunizaciones hasta llegar a América. Además de cuidar, Isabel, como única figura femenina de la tripulación, debía acompañar, entretener y serenar a los niños durante el viaje, lo cual era parte esencial del éxito de la expedición.

Isabel fue una figura crucial en esta peligrosa aventura de atravesar el Atlántico, conservando la vacuna viva hasta su destino, custodiando a los niños, pero es una mujer valiente, convencida y entregada, que no duda en llevarse a su propio hijo en este periplo. Llegaron con éxito a Puerto Rico en febrero de 1804 y un año más tarde volvió a acompañar a Balmis en otra arriesgada misión, atravesando otro océano, esta vez el Pacífico, para llevar la vacuna a Filipinas. Esta gesta es el primer ejemplo de inmunización colectiva frente a una pandemia, con más de 250.000 personas vacunadas.

No regresó nunca a España, afincándose en Méjico, como la totalidad de los niños que portaron la vacuna. Hay datos que la sitúan colaborando en el Hospicio mejicano y se sabe que falleció en Puebla en una fecha sin determinar.

No fue hasta casi dos siglos después cuando se reconoció públicamente su contribución al mundo de la Vacunología; homenajes en forma de premios que llevan su nombre, estatuas de reconocimiento a su labor en España y en América y, más recientemente, en el año 2020, la inauguración de un hospital en la Comunidad de Madrid, el Hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zendal, inaugurado para hacer frente a otra pandemia tan devastadora como aquella a cuya lucha ella dedicó su vida.

En diciembre de 2016, el Sindicato de Enfermería presentó en Galicia un documental sobre su vida y su labor titulado «La enfermera que cambió el rumbo del mundo»; creo que este lema es lo suficientemente expresivo para cerrar una semblanza de Isabel Zendal Gómez, la primera vacunóloga, una mujer decidida que contribuyó plenamente a la lucha contra la única enfermedad infecciosa que ha sido erradicada en el mundo.

La vacuna frente a la tosferina: Pearl Kendrick, Grace Eldering, Loney Gordon y Margaret Pitmann en el siglo XX

En la década de 1930, Pearl Kendrick, bacterióloga, y Grace Eldering, especialista en Salud Pública y Bacteriología, con la colaboración de la química Loney Gordon, técnica de laboratorio junto con Kendrich, trabajando en el laboratorio del Departamento de Salud de Michigan, comenzaron a investigar una vacuna contra la tosferina, ya que las obtenidas hasta entonces no habían resultado eficaces. Las dos primeras investigadoras estaban muy motivadas por haber padecido esa enfermedad en los primeros años de su vida. Después de realizar con éxito un ensayo clínico controlado, a gran escala, con más de 5800 niños, con la primera vacuna de la tosferina, esta se empezó a distribuir por los Estados Unidos (1940). En una segunda fase, la combinaron con la de la difteria y el tétanos: la vacuna DTP o triple bacteriana (1948). El modelo de Kendrick y Eldering de conseguir la ayuda de los médicos locales y el apoyo y los recursos de las comunidades locales, estatales y nacionales, fue muy importante para esta investigación en un momento de graves problemas económicos por la Gran Depresión del 29.

En 1943, la Academia Americana de Pediatría aprobó la vacuna para uso sistemático, y con ello la incidencia de la tosferina y las tasas de mortalidad del país se redujeron drásticamente.

La doctora Margaret Pittman, bacterióloga, que dirigió la División de Estándares Biológicos del Laboratorio de Productos Bacterianos de 1957 a 1971, y se convirtió en la primera mujer que lideró un gran laboratorio dentro de los Institutos Nacionales de Salud, se añadió al éxito de estas tres mujeres con la vacuna de la tosferina. En 1943 desarrolló un método para comprobar la seguridad y la eficacia de la vacuna; trabajo que se convirtió en la base de los requisitos internacionales de potencia exigida a esta vacuna. En 1976 planteó el concepto de que la tosferina es una infección mediada por toxinas, y así fue posible desarrollar vacunas más seguras (las acelulares).

Pitmann fue también la gran investigadora de Haemophilus influenzae: identificó los seis serotipos y realizó los estudios sobre el serotipo b que condujeron a lograr una vacuna específica.

Las vacunas frente al SARS-CoV-2: Katalin Karikó y Sarah Gilbert en el siglo XXI

La andadura científica de Katalin Karikó se inicia a finales del siglo XX, en los inicios de la década de 1980 en Hungría y a partir de 1985 en los Estados Unidos, y fructifica en el siglo XXI. Se graduó en Biología y Bioquímica en el Centro de Investigaciones Biológicas de la Universidad de Szeged. Ya en 1984 obtuvo su primer logro al sintetizar el ARN mensajero, pero su aplicación en la práctica se enfrentaba con dos problemas importantes: la inyección de ARN mensajero generaba una fuerte reacción inflamatoria originada por el sistema inmunitario y además la instrucción genética que proporcionaba no conseguía producir la suficiente cantidad de proteína por parte de las células del sistema inmunitario. Fueron necesarios muchos años de trabajo constante, entrega, fortaleza y grandes esfuerzos para que Karikó y Weissman consiguiesen, en Filadelfia, liderando un importante equipo de investigadores, solucionar estos problemas al obtener un ARN modificado (2005) y después envuelto en nanopartículas lipídicas (2014) que facilitaban su entrada en las células, el cual se utilizó para la vacuna. Y seis años más tarde, en 2020, se aprobaron las dos primeras vacunas frente al SARS-CoV-2 obtenidas con esta nueva tecnología del ARN mensajero.

Katalin se trasladó a los Estados Unidos con su familia en 1985, primero a Filadelfia para continuar sus estudios de doctorado y después como investigadora del ARN mensajero en la Universidad de Pensilvania, donde permaneció desde 1990 a pesar de que le iban denegando y rechazando todas las solicitudes de becas y ayudas de financiación. Los evaluadores de sus proyectos consideraban que la terapia con ARN mensajero era muy arriesgada para invertir en ella por la gran reacción inflamatoria que producía y porque el ARN sería destruido antes de que llegase a actuar en las células. Esta situación duró un decenio.

La esperanza renació en el año 2000, cuando Drew Weissman, gran experto en el virus de la inmunodeficiencia humana y alumno de Anthony Fauci, que acababa de llegar a la Universidad de Pensilvania, invitó a Katalin a trabajar en su laboratorio para intentar obtener una vacuna frente al sida con su nueva tecnología.

En 2005 consiguieron un ARN que, modificando la secuencia genética al cambiar la uridina por la pseudouridina, no genera una respuesta inmunitaria exagerada y facilita la producción de proteínas en grandes cantidades: el llamado ARN modificado. Por esto, cuando un grupo de investigadores de los Estados Unidos fundó una empresa en 2010, que compró los derechos sobre las patentes de Karikó y de Weissman, la denominaron Moderna, acrónimo de ARN (RNA en inglés) modificado. Al mismo tiempo, una empresa alemana, BioNTech, fundada en 2008 por un matrimonio turco, los doctores Ugur Sahin y Özlem Türeci, adquirió varias patentes sobre ARN modificado de Karikó y de Weissman para investigar vacunas contra el cáncer.

Weissman dirige en la actualidad el instituto público que desarrolló la vacuna contra la COVID-19 junto con Moderna. Karikó, en 2013 (30 años después de aquel 1984 inicial) se incorporó a BioNTech, que juntamente con Pfizer lograron la otra vacuna autorizada, y actualmente es vicepresidenta sénior de la biotecnológica alemana. Dos grandes investigadores cuya nueva tecnología en la fabricación de vacunas y de otras terapias ya está proporcionando grandes servicios a la Humanidad, y con un gran futuro para otras enfermedades aparte de las infecciosas.

Sarah Gilbert es una vacunóloga británica nacida en 1962. Bióloga de formación, en 1986 realizó un doctorado en la Universidad de Hull, donde investigó en el campo de la bioquímica. Posteriormente desempeñó diferentes trabajos relacionados con la investigación en la industria farmacéutica hasta que en 1994 comenzó a trabajar en el Departamento Nuttfield de Medicina en la Universidad de Oxford, comenzando su trayectoria investigadora más intensa. En el año 2004 consiguió una plaza de profesora de Vacunología en la Universidad de Oxford, y desde el momento en que se fundó (2005) se incorporó al Instituto Jenner.

El principal ámbito de su trabajo ha estado centrado en el desarrollo de vacunas de vectores virales que permitan una respuesta robusta por parte de las células T y B. Ha liderado investigaciones sobre vacunas de la gripe (incluso un proyecto de vacuna universal) y otros patógenos emergentes, incluyendo los virus Nipah, MERS y Lassa, entre otros. Las buenas prácticas de fabricación (normas GMP) y los ensayos clínicos en humanos son otros de sus campos de trabajo.

El proyecto que le ha dado mayor popularidad ha sido el desarrollo de la vacuna ChAdOx1nCoV-19 frente a la COVID-19, en una coalición de la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca. Esta vacuna se autorizó para su uso en el Reino Unido el 30 de diciembre de 2020 y posteriormente en numerosos países de todo el mundo. Hasta enero de 2022, más de 2500 millones de dosis de esta vacuna se distribuyeron a más de 170 países.

Respecto a su vida personal, Sarah Gilbert es hija de una maestra de Educación Primaria y un administrativo, y descubrió su vocación de trabajar en el ámbito sanitario durante la escuela secundaria. Fue madre de trillizos a los 36 años, lo que motivó que su pareja dejara su carrera para dedicarse a la crianza de los niños (actualmente los tres cursan estudios de bioquímica). Esta mujer rompedora también lo ha sido en el ejemplo que puede ser para las próximas generaciones: Mattel hizo un modelo de su popular muñeca Barbie con el nombre y la cara de la científica, por lo que las niñas, y también los niños, pueden jugar con una Barbie Sarah Gilbert en lugar de con las convencionales.

Finalmente, entre los galardones que ha recibido se encuentra el nombramiento de Dama de la Orden del Imperio Británico y el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica.

Respecto a los logros conseguidos con la vacuna frente a la COVID-19, Gilbert declaró: «He trabajado en el desarrollo de vacunas contra patógenos infecciosos durante muchos años y en los últimos 2 años he podido aprovechar todo lo que he aprendido para responder a la pandemia del SARS-CoV-2. He sido muy afortunada de trabajar con un equipo brillante y dedicado que hizo posible desarrollar una vacuna en menos tiempo de lo que nadie creía posible». Esperamos que las investigaciones de esta gran vacunóloga nos sigan dando grandes logros en el futuro.

Sirva esta pequeña semblanza de algunas mujeres que han engrandecido la Vacunología como homenaje a tantas otras científicas que con su trabajo diario contribuyen al progreso de la Humanidad.




Escape accidental de poliovirus salvaje en un laboratorio holandés

La revista Eurosurveillance Weekly se hace eco del escape de un poliovirus salvaje tipo 3 acaecido el 21 de noviembre de 2022 en la instalación holandesa Utrecht Science Park-Bilthoven, destinada entre otras actividades, a la producción de vacunas. La detección de la fuga se advirtió al aislarse el virus en una muestra medioambiental procedente del sistema de alcantarillado.

Los 51 empleados con acceso teórico a esta cepa fueron sometidos a cribado acerca de una infección por virus polio actual o reciente. Un empleado se identificó como excretante el 8 de diciembre, por lo que fue sometido a aislamiento y se procedió a identificación de contactos. Se interrumpió el aislamiento el 11 de enero, sin haberse detectado una transmisión ulterior.

Este acontecimiento ilustra claramente que la vigilancia medioambiental es una herramienta esencial para detectar roturas en los sistemas de contención en los laboratorios que trabajan con virus polio.




Vacunación frente a la COVID-19 a partir de los 6 meses de edad. Completando el círculo de la prevención en pediatría

Fernando Moraga-Llop

La vacunación frente al SARS-CoV-2 en la edad pediátrica ha llegado a su tercera fase desde la perspectiva de la autorización de vacunas por las agencias reguladoras de medicamentos para las diferentes franjas de edad de la
infancia.
Sin embargo, en la toma de decisiones sobre la vacunación hay que tener en cuenta la situación epidemiológica de la
COVID-19, que las formas graves en el niño sano son muy poco frecuentes (síndrome inflamatorio multisistémico), que
la COVID-19 persistente es menos frecuente que en el adulto y que, además, un elevado porcentaje de los niños tienen
inmunidad natural por el padecimiento previo de la infección, que ha estado ampliamente presente en la familia y la escuela en la séptima ola de la pandemia. Por otro lado, la gravedad de la COVID-19 ha disminuido con la circulación de la variante ómicron durante el último año. Con la publicación de este tercer editorial se completa el ciclo de la prevención en la edad pediátrica que iniciamos en un primer escrito, en mayo de 2021, dedicado a la vacunación de los adolescentes1 coincidiendo con la primera autorización por la Agencia Reguladora de Medicamentos de Canadá el día 4 de mayo, y por la Food and Drug Administration de los Estados Unidos el día 10 de mayo, de la ampliación del uso de emergencia de la vacuna de BioNTech-Pfizer (Comirnaty®) a la franja de edad de 12 a 15 años, ya que en su primera aprobación, 5meses antes, era para personas a partir de los 16 años de edad. Unos días después, el 28 de mayo, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) aprobó esta ampliación, y el 22 de junio, en la octava actualización de la Estrategia de Vacunación frente a la COVID-19 en España se añadió un grupo en las priorizaciones de la vacunación que incluía los adolescentes de 12 a 19 años.

En un segundo editorial,3 en diciembre de 2021, nos referimos a la vacunación pediátrica antes de la adolescencia, en concreto a partir de los 5 años y hasta los 11 años, cuando la EMA acababa de autorizar Comirnaty® el 25 de noviembre para este grupo de edad y en España la situación epidemiológica era preocupante por la onda epidémica de la variante ómicron, de gran transmisibilidad y contagiosidad, que incluso llevó a que algunas escuelas adelantasen el inicio de las vacaciones de Navidad. Entonces, la Comisión de Salud Pública acordó el 7 de diciembre de 2021 la vacunación de todos los niños de 5 a 11 años, que se puso en marcha el 15 de diciembre.4 En noviembre de 2022, la EMA ha aprobado la vacuna adaptada bivalente Comirnaty Original/Ómicron BA.4- 5, 10 μg por dosis, para su uso como dosis de recuerdo en los niños de 5 a 11 años,5 y la Food and Drug Administration también ha autorizado la vacuna adaptada bivalente de Moderna para los niños de 6 a 11 años.

Y llegamos a este tercer editorial después de que la EMA, el 19 de octubre de 2022 (y en España el 17 de noviembre), haya aprobado de forma conjunta las 2 vacunas de ARNm, Comirnaty® y Spikevax®, a partir de los 6 meses de edad. El 6 de diciembre, el grupo de trabajo de emergencia de la EMA consideró que las vacunas de ARNm adaptadas bivalentes pueden usarse para la primovacunación en los niños y los adultos no vacunados previamente.9 Por último, los lactantes menores de 6 meses, que tienen tasas de hospitalización más altas que otros grupos de edad pediátrica y que no son elegibles para la vacunación con las vacunas actuales, deben ser protegidos mediante la vacunación materna. Las 2 vacunas se han autorizado por la EMA con 2 posologías diferentes:

  • Comirnaty® 3 μg/dosis concentrado para la dispersión inyectable de ARNm (tozinamerán) está indicada en los
    lactantes y los niños de entre 6 meses y 4 años de edad. La primovacunación consta de 3 dosis de 3 μg cada una (una
    décima parte que la dosis del adulto); las 2 primeras dosis se administran con 3 semanas de diferencia, seguidas de
    una tercera dosis al menos 8 semanas después de la segunda. El intervalo de 3 semanas entre las 2 primeras dosis se puede alargar a 8 semanas, lo que mejora la respuesta inmunitaria. No se ha determinado la necesidad de una dosis de refuerzo. Si un niño cumple 5 años entre sus dosis de la pauta de vacunación, deberá completar la pauta con la misma dosis de 3 μg.
  • Spikevax® 0,1 mg/ml para dispersión inyectable de ARN (elasomerán) está indicada en los niños de 6 meses a 5 años de edad. La primovacunación consta de 2 dosis de 2 μg (una cuarta parte que la dosis del adulto) cada una, con 4 semanas de diferencia entre ellas, que se puede alargar a 8 semanas. No se ha determinado la necesidad de una dosis de refuerzo.

En cuanto a los datos de seguridad de Comirnaty®, en la ficha técnica de la Agencia Española de Medicamentos y
Productos Sanitarios7 se indica que en el ensayo clínico de fase II/III se observaron casos de reactogenicidad leves. Las
reacciones adversas más frecuentes en lactantes de entre 6 y 23 meses fueron irritabilidad (>60%), somnolencia (>40%), disminución del apetito (>30%), dolor en la palpación en el lugar de la inyección (> 20%), enrojecimiento en el lugar de la inyección y fiebre (>10%); y en los niños de entre 2 y 4 años dolor en el lugar de la inyección y fatiga (>40%), y enrojecimiento en el lugar de la inyección y fiebre (>10%). No se dispone de datos sobre el riesgo de miocarditis y pericarditis tras la vacunación, pero se conoce que en los niños de entre 5 y 11 años es mucho menor que en aquellos entre 12 y 17 años. Dado el reducido número de niños incluidos en los ensayos clínicos, la vigilancia
poscomercialización es fundamental.

En el estudio con Comirnaty® se realizó un análisis de inmunogenicidad en 2 subgrupos, uno de 6 a 23 meses y otro
de 2 a 4 años de edad. Se compararon los títulos de anticuerpos neutralizantes un mes después de la pauta primaria de 3 dosis de 3 μg y los de un grupo de entre 16 y 25 años de edad un mes después de la pauta primaria de 2 dosis
de 30 μg. Los resultados mostraron que se cumplieron los criterios pre-especificados de inmunogenicidad puente o de
no inferioridad.

El análisis de eficacia del ensayo clínico de fase III se realizó en la población combinada de los participantes de meses y 4 años de edad basado en casos confirmados entre 873 participantes en el grupo vacunado y 381 en el grupo de placebo (razón de aleatorización de 2:1) que recibieron las 3 dosis durante el periodo de seguimiento con enmascaramiento cuando la variante ómicron del SARS-CoV-2 (BA.1) era la predominante en circulación. La eficacia de la vacuna después de la tercera dosis en los participantes de 6 meses a 4 años de edad fue del 73,2% (intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 43,8-87,6).

Los resultados del ensayo clínico de Spikevax® de fase II/III,8,11,12 aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo
(6.388 participantes), mostraron que esta vacuna es segura. La mayoría de las reacciones adversas locales (66,1%) fueron de grado 1-2 y tuvieron una duración de uno a 3 días. Las reacciones sistémicas (65,9%) más comunes fueron fatiga, irritabilidad, llanto, somnolencia, pérdida de apetito y fiebre, y resultaron más frecuentes después de la segunda dosis. La reactogenicidad fue menor que en los niños del grupo de 6 a 11 años.

La inmunogenicidad en los 2 subgrupos de edad (6-23 meses y 2-5 años), comparada (inmunopuente) con la del
grupo de adultos de 18 a 25 años de un estudio anterior que recibieron 2 dosis de 100 μg, fue comparable y se cumplieron los criterios de no inferioridad.

La eficacia de la vacuna en este estudio se estimó durante el periodo en que la variante B.1.1.529 (ómicron) era la
predominante. La eficacia a partir de los 14 días de la segunda dosis para la prevención de la COVID-19 sintomática
confirmada por el laboratorio fue del 37,8% (IC 95 %: 20,9-51,1) para los niños de 2 a 5 años y del 50,6% (IC 95%: 21,4-68,6) para los niños de 6 a 23 meses.

Se han publicado datos de seguridad vacunal en los Estados Unidos procedentes de un estudio poscomercialización
realizado después de la administración de un millón de dosis de vacunas de ARNm en los niños de 6 meses a 5 años de edad (datos del Vaccine Adverse Events Reporting System).13 El informe es concordante con los datos de los ensayos clínicos de autorización. Las reacciones locales y las sistémicas leves o moderadas (estas más frecuentes en el grupo de 6 a 23 meses que en los niños de 2 a 5 años) fueron las más comunes y no se informaron eventos adversos graves relacionados con la vacunación. Tampoco se comunicaron casos de miocarditis.

Descarga el artículo original, publicado en la revista Vacunas, aquí




En New England Journal of Medicina se publican los datos de efectividad de la vacuna antimeningocócica B en niños españoles

En el último número de la revista The New England Journal of Medicine ha publicado el estudio de casos y controles apareados llevado a cabo por miembros de los programas de vacunación y de vigilancia epidemiológica de las comunidades autónomas y del Ministerio de Sanidad, liderado por el Dr Jesús Castilla del Instituto de Salud Pública de Navarra, cuyo objetivo fue conocer la efectividad de la vacuna antimeningocócicamulticomponente frente al serogrupo B (4CMenB) en niños españoles menores de cinco años. El estudio incluyó todos los casos confirmados de enfermedad invasora registrados entre octubre de 2015 y octubre de 2019. Compararon 306 casos con 1224 controles de los que 35 y 298 habían recibido al menos una dosis de vacuna 4CMenB, respectivamente. La efectividad frente a la enfermedad causada por cualquiera de los serogrupos de meningococo en aquellos que recibieron al menos dos dosis de vacuna fue del 76%, mientras que la efectividad de la vacunación parcial llegó al 54%. La efectividad de un esquema completo de vacunación alcanzó el 71% frente a la enfermedad causada por el serogrupo B. La efectividad de al menos una dosis fue del 64% frente a la enfermedad por serogrupo B y del 82% frente a enfermedad por serogrupos no B. Con respecto al MATS (Meningoccocal AntigenTyping System) los pacientes con aislamientos que serían cubiertos por la vacuna 4CMenB fueron 44 de los que ninguno de ellos estaba vacunado. Los autores concluyen que un esquema completo de vacunación con 4CMenB es efectivo en evitar la enfermedad meningocócica por el serogrupo B y no B en niños españoles menores de cinco años.