Inmunogenicidad a largo plazo tras la vacunación frente a la fiebre amarilla en sujetos inmunodeprimidos y sanos
Burkhard J, Ciurea A, Gabay C et al. Long-term immunogenicity after yellow fever vaccination in immunosuppressed and healthy individuals. Vaccine 2020;38:3610-3617
Estudio prospectivo de cohortes multicéntrico en seis clínicas de reumatología y dos centros de vacunación del viajero suizos para evaluar la preservación a largo plazo de la protección humoral frente a la fiebre amarilla en pacientes que habían sido vacunados antes del comienzo de un tratamiento inmunosupresor.
Examinaron a 35 pacientes sanos y a 40 inmunodeprimidos por enfermedades autoinmunes o trasplantados de órgano sólido. Incluyeron en el grupo de inmunodeprimidos a los que estaban con hidroxicloroquina y sulfasalacina al ser inmunomoduladores no inmunosupresores.
El tiempo medio desde la última dosis de vacuna fue de 20.6 años (IQR: 14.4-31.5) en el grupo a estudiar y de 23.4 años en el grupo control. El tiempo medio entre la última dosis de vacuna y la extracción sanguínea fue de 4.6 años (IQR: 0.9-8.4 años). 35 pacientes inmunodeprimidos (88%) se mantenían seropositivos (PRNT≥1:10), mientras que lo estaban el 89% del grupo control. La media geométrica de los títulos de anticuerpos no fueron distintos entre ambos grupos. El único factor de riesgo para una menor concentración de anticuerpos neutralizantes fue la duración de la enfermedad de base. Se encontró un nivel insuficiente de anticuerpos en nueve individuos que habían recibido solamente una dosis de vacuna -media de 17 años desde la vacunación, y dos de ellos con más sesenta años-.
Los autores concluyen que la medicación inmunosupresora no parece alterar la duración a largo plazo de la inmunidad humoral, aunque sería necesaria una segunda dosis de vacuna para garantizar la inmunidad a largo plazo.