Daley M, Reifler L, Glanz J et al. Association Between Aluminum Exposure From Vaccines Before Age 24 Months and Persistent Asthma at Age 24 to 59 Months. Acad Pediatr published September 28, 2022
Estudio retrospectivo de cohortes llevado a cabo en los Estados Unidos de América con datos del sistema de vigilancia de seguridad vacunalVaccine Safety Datalink, en el que se analizan los antecedentes de vacunación para estimar los acumulados de exposición al aluminio de las vacunas infantiles administradas antes de los 24 meses, y en consecuencia, determinar si podría existir una asociación con el asma infantil persistente entre los 24 y 59 meses de vida.
El asma persistente se definió como uno o dos encuentros ambulatorios con el sistema sanitario y dos o más dispensaciones de medicación para el control a largo plazo del asma. Se calculó el Hazard Ratio ajustado (aHR) por varias variables.
La cohorte incluyó 326.991 niños, de los que el 4.4% tenían eczema. Para niños con/sin esa patología, la media de exposición al aluminio fue de 4.07 y de 3.98 miligramos, respectivamente. Entre los niños con/sin eczema, el 6% y el 2.1% desarrollaron asma persistente. En los niños con eczema el aluminio vacunal se asoció positivamente con asma persistente con una aHR de 1.26 (IC 95%: 1.07-1.49) por cada miligramo de aumento en aluminio. Adicionalmente, también se encontró una asociación positiva entre los niños sin eczema (aHR: 1.19 con IC 95%: 1.14-1.25). Como limitaciones, los autores exponen: una probable incorrecta clasificación de la exposición al aluminio vacunal, la posibilidad de que las distintas presentaciones del aluminio tengan distintos efectos biológicos, la propia limitación de la definición adoptada y los errores en la clasificación de los casos que debieran ajustarse a la definición y, por último, los factores de confusión no medidos.
Concluyen, por tanto, que considerando el bajo efecto observado y las limitaciones expuestas, especialmente las debidas a los factores de confusión no medidos, los hallazgos encontrados no suponen una potente evidencia que cuestione la seguridad del aluminio contenido en las vacunas. No obstante, estaría justificado llevar a cabo investigaciones adicionales a este respecto.
• Asociación entre la exposición al aluminio de las vacunas antes de los 24 meses de edad y el asma persistente entre los 24 y 59 meses de edad