20 años de vacunas antineumocócicas conjugadas. Más de 100 serotipos de neumococo

En el año 2000, cuando se comercializó en España la primera vacuna antineumocócica conjugada, una vacuna heptavalente, se conocían más de 90 serotipos de Streptococcus pneumoniae (neumococo) (Moraga Llop FA ed, La enfermedad neumocócica en el niño, Barcelona:Prous Science, 2001). Diez años después, cuando se autorizó una vacuna de segunda generación, la 13-valente, se habían identificado para entonces, más de 93 serotipos (Moraga Llop FA ed, La enfermedad neumocócica y su prevención. Caminando hacia el futuro, ISBN: 978-84-938163-4-6, 2010). Hace unos días, hemos podido saber que acaba de conocerse un nuevo serotipo neumocócico, el número 100 (Ganaie F et al, A new pneumococcal capsule type, 10D, is the 100th serotype and has a large cps fragment from an oral streptococcus. DOI: 10.1128/mBio.00937-20), justamente cuando están en fase de avanzada investigación dos nuevas vacunas conjugadas de tercera generación, una 15-valente y otra 20-valente.

La cápsula y el nuevo serotipo de neumococo se han denominado 10D por su similitud serológica con el 10A, evidenciándose una reacción cruzada serológica con éste y la aparición de anticuerpos opsonizantes cruzados en respuesta a la inmunización con el polisacárido 10A de la vacuna antineumocócica 23-valente. Los estudios genéticos proporcionan una fuerte evidencia de que el neumococo creó el polisacárido de la cápsula 10D al capturar un gran fragmento genético de un estreptococo oral (Streptococcus mitis). Hay que destacar que tales intercambios genéticos entre especies podrían aumentar en gran medida la diversidad de las cápsulas de neumococo y complicar los cambios de serotipo.

El neumococo es un microorganismo altamente patógeno, debido en parte, a su gran diversidad de polisacáridos capsulares, lo que da lugar a una gran cantidad de serotipos únicos. En este sentido, los estudios han demostrado que la diversidad de cápsulas es mayor que la apreciada anteriormente. Aunque prácticamente en un siglo de estudios basados en las reacciones de Quellung se identificaron 90 tipos de polisacáridos capsulares diferentes, el uso de anticuerpos monoclonales y de pantallas genéticas permitió el descubrimiento de nueve serotipos nuevos a partir del descubrimiento del serotipo 6C en 2007.

En consonancia con estos hallazgos, es necesario destacar que la transferencia entre especies de los genes del locus de síntesis capsular (cps) aumentaría significativamente la diversidad de los tipos de cápsulas neumocócicas, ya que las vías respiratorias altas de los humanos albergan muchas fuentes de genes. Las especies de estreptococos orales incluyen no solo las del grupo mitis, sino también muchas especies genéticamente diversas que tienen cps que se asemejan a cps neumocócicos, lo que puede representar fuentes inusuales de diversidad de cápsulas que contribuyan a la aparición de nuevas y al reemplazo de serotipos.

 

F.A. Moraga-Llop

Prohibida la reproducción total o parcial de esta información sin citar su fuente




Una entrevista con el Dr. Anthony Fauci

En STAT Morning Rounds, la periodista especializada en asuntos médicos, Helen Branswell, entrevista al asesor del presidente de los Estados Unidos en materia de enfermedades infecciosas y actual director del National Institute for Allergy and Infectious Diseases, Anthony Fauci.

El Dr. Fauci es una de las caras norteamericanas más visibles en la respuesta a la pandemia y antes de la entrevista, ya reconoce que el mundo dispondrá de datos limitados de las nuevas vacunas una vez se encuentren comercializadas y, por ello, reflexiona acerca de la necesidad imperiosa de salvar vidas, por una parte, con la posibilidad de que se generen algunos efectos adversos, por otra.

Por su interés, por las cualidades del científico y por su papel de principal asesor de la Casa Blanca para la COVID-19, se reproduce la entrevista:

Pregunta (P). A la vista del rápido desconfinamiento, se está observando a multitudes apelotonadas en playas, incluso sin mascarillas faciales. ¿Le preocupa que aparezca un efecto boomerang en las próximas semanas?

Respuesta (R). Ciertamente soy sensible a la necesidad de que la población vaya recuperando alguna forma de normalización, teniendo en cuenta los más de tres difíciles meses pasados. Reconociendo que vivimos en un gran país y que la epidemiología de la pandemia puede variar en función del área de residencia, la población debe calibrar el nivel de la epidemiología local antes de reemprender la normalidad.

Me preocupa ver las aglomeraciones en zonas del país donde sigue circulando el virus con profusión.

P. Hablando de vacunas. En una entrevista reciente, el CEO de Merck cuestionó su afirmación de que no habría vacunas hasta transcurridos 12 o 18 meses. ¿Le preocupa que se pueda haber excedido en sus previsiones?

R.Realmente no lo estoy por los motivos siguientes:

Por una parte, la tendencia general de las grandes farmacéuticas, debido al enorme esfuerzo económico necesario para desarrollar una vacuna, es la de no pasar a la siguiente fase hasta estar bastante seguro de que los resultados de la fase en la que están son satisfactorios. Por la otra, es que no se comienza a producir nada hasta que no se tengan buenas señales de que es eficaz, y eso, hace que se prolongue el tiempo para conseguirla. Pero lo que estamos haciendo es algo que podría denominarse como “un desarrollo de riesgo”, y eso significa que al mismo tiempo que acabamos la fase I estamos preparando los lugares donde se llevará a cabo la fase III y estamos, además, comenzando a producir la vacuna incluso antes de saber si funciona. El resultado es acortar los tiempos.

Con respecto a la vacuna de Moderna, Inc., acaba de finalizar la fase I y los datos preliminares parecen prometedores desde la perspectiva de la inducción de anticuerpos neutralizantes, por lo que planean comenzar la fase III en la primera semana de julio. Algo similar ocurre con la de AstraZeneca y con la de Johnson and Johnson.

Como necesitas al menos unos pocos meses -cuatro en el mejor de los casos y siempre que siga circulando el virus- para que los vacunados se expongan de forma natural al virus, no se dispondrá de señales de eficacia hasta, al menos, el mes de noviembre. Si se van produciendo dosis para diciembre 2010 o enero 2021 y si tenemos suerte, en cuanto a la seguridad y eficacia, podría haber un número significativo de dosis para comienzos de 2021. Es un deseo, pero ciertamente es factible. Lo único que me resulta un gran enigma en este timeline es si la vacuna va a ser efectiva.

P. Háblemos un poco de lo que han mostrado los datos. Cuando Moderna publicó algo de información de la vacuna que está desarrollando con el NIAID, dijo que ocho vacunados tenían anticuerpos neutralizantes. ¿Hay más datos? ¿Qué niveles de anticuerpos se alcanzaron?

R. Hubiera preferido, francamente, esperar a disponer de todos los datos generados en la fase I y haberlos publicados en una respetable revista científica, pero la compañía, como hacen todas, es exponer resultados parciales en una rueda de prensa. Lo que nos hace ser cautelosamente optimistas no es que solamente se hayan detectado anticuerpos, sino que neutralizan el virus a niveles que podrían predecir que serán protectores.

P. ¿Le han preocupado las reacciones adversas? Se reportaron algunas de grado 3, graves, pero sin poner en peligro la vida.

R. Esas reacciones ocurrieron en los que recibieron la dosis alta de antígeno, pero se pueden observar respuestas inmunes protectoras con menor reactogenicidad. De hecho, Moderna prosigue con los ensayos pero a dosis antigénicas más bajas.

P. ¿Qué piensa de las otras vacunas en fase clínica y preclínica? ¿Piensa que pinta bien que dispongamos de varias vacunas?

R. Los datos en animales de la vacuna de la Oxford University, desarrollada con AstraZeneca, hablan de que algunos animales se infectaron pero sin enfermar. Me gustaría que hubieran estado protegidos frente a la infección, pero repito, depende de lo que pretendamos con la vacuna. Puede ser realmente buena para proteger frente a la enfermedad. Prefiero reservar mi opinión.

Todavía no se dispone de muchos datos del resto de vacunas. La de Pfizer es de ARN mensajero, muy similar a la de Moderna. Espero que sus resultados sean similares.

Lo que me gusta en global, es que hay múltiples candidatos. Lo que estaría bien es que los titulares de cuatro o cinco candidatos llegaran a un acuerdo para que trabajasen en sintonía, de manera que fueran similares los protocolos de los ensayos y los tests de laboratorio para poder así, extrapolar los resultados de unos y otros.

Por tanto, ¿qué es lo importante? Si una vacuna se muestra eficaz en un ensayo mientras otra va por detrás pero compartiendo el mismo subrogado de protección, se pueden utilizar datos “puente” que faciliten la aprobación de una segunda o tercera vacuna basada en la eficacia de la primera.

P. Ha dicho que se podría comenzar a vacunar en diciembre o en enero. ¿Es este contexto temporal lo que busca el presidente Trump? Parece, incluso, que espera que sea antes.

R. Pienso que al presidente y a su administración les haría muy felices si tuviéramos una vacuna para finales de este año.

P. ¿Ha hablado usted con el presidente sobre los trabajos en vacunas?

R. No. Solíamos mantener reuniones diarias del grupo de trabajo, incluidos sábados y domingos, y nos uníamos al presidente al final de tres de cuatro reuniones. Pero, como probablemente habrá notado, el grupo últimamente no se ha reunido muy a menudo, y ciertamente, mis entrevistas con el presidente han descendido dramáticamente.

P. Con un espacio de tiempo tan comprimido para ensayar las vacunas, ¿qué piensa que vamos a conocer sobre ellas antes de que comencemos a administrarlas? Si solo tenemos los datos producidos en unos cuantos meses, no conoceremos la duración de la protección y tampoco demasiada información acerca de la seguridad y eficacia.

R. Cuando se diseña un ensayo clínico hay ciertos hechos que nos darán una respuesta definitiva sobre si la vacuna va a ser o no efectiva, y eso está “marcado a fuego”. No podremos declarar que es eficaz o incluso comenzar a pensar en ello hasta que no se alcance un número estadísticamente predeterminado de infecciones producidas o evitadas. Dure un ensayo diez años o cuatro meses, los endpoints seguirán siendo los mismos.

Respecto a la duración, está en lo cierto. No lo vamos a conocer, pero tendremos que vivir con ello. Lo importante es: si te vacunas al final del verano o a comienzos del otoño, ¿estarás protegido a lo largo de todo el otoño, ese invierno y la próxima primavera? Si la respuesta es sí, estupendo, y luego ya nos preocuparemos de la duración de la protección.

En términos de seguridad, nos enfrentamos a la misma situación. Obviamente, la preocupación con una vacuna de un virus como el que nos ocupa es que produzca un efecto potenciador de la enfermedad. Este fenómeno ya se observó con otros dos virus para los que se disponía de vacunas razonablemente buenas, el dengue y el respiratorio sincitial. Se ha diseñado la fase III para investigar cuidadosamente la seguridad, incluso más de lo que se realiza de forma habitual.

P. Un ensayo de 30.000 personas, ¿es lo suficientemente amplio para que se detecte una señal a ese respecto

R. Pienso que sí. Pero repito, alguien podría decir, con propiedad, ¿qué pasaría si la administramos a cinco millones de personas?

P. ¿O a cinco mil millones?

R. Si ese fuera el caso, se trataría de una cuestión de equilibrio entre una vacuna que salva vidas versus una vacuna con un efecto perjudicial. Por tanto, es enfrentar miles de vidas salvadas con el que alguien sufra una potenciación de la enfermedad.

P. Hay mucho interés en desarrollar vacunas a la mayor rapidez, pero también hay mucha preocupación sobre la velocidad a la que se está acometiendo el proyecto War Speed. Si realmente se asociara la vacuna a un efecto adverso grave, ¿se vería dañada la confianza de las vacunas sistemáticas? ¿Le preocuparía?

R. Sí.

 

Traducido y adaptado por José A. Navarro-Alonso M.D.

Pediatra. Comité Editorial A.E.V.

Prohibida la reproducción total o parcial de esta información sin citar su fuente




III Edición de Light On Vax

Las necesidades formativas de los profesionales sanitarios en materia de vacunaciones y enfermedades infecciosas han de adaptarse a la situación que vivimos en la actualidad con la pandemia producida por el SARS-CoV-2.

Por ello, durante los meses de junio y julio tendrá lugar una nueva edición, la tercera, de Light On Vax, organizada por Sanofi Pasteur, en la que se llevarán a cabo interesantes sesiones en directo de la mano de grandes expertos y sobre los temas de mayor actualidad, como los nuevos desafíos y tendencias en vacunación en tiempos de COVID-19, además de otros temas como la lucha contra la gripe, la vacunación a lo largo de la vida y los avances en vacunación

Amplía aquí la información

Inscripción

AGENDA LIGHT VAX PARA PDF 08-06-2020




Declaración de la International Federation on Pharmaceutical Manufacturers & Associations (IFPMA) respecto a las vacunas frente al SARS-CoV-2

Por su trascendencia de cara a la disponibilidad universal de vacunas frente al SARS-CoV-2 se presenta el documento que la International Federation of Pharmaceutical Manufacturers & Associations (IFPMA) ha publicado, en el que se recogen una serie de principios que reflejan su visión de cómo puede abordarse la pandemia con carácter global. El citado documento parte del reconocimiento de la gran tarea que constituye el desarrollo y la distribución de una vacuna, que implica un gran esfuerzo colectivo y multisectorial, y en el que todos los partners deben contribuir por igual para disponer de las vacunas que precisamos con urgencia para toda la población. Cabe destacar que esta federación representa a más de 35 compañías de investigación biofarmacéutica y a las asociaciones de fabricantes regionales y nacionales de todo el mundo.

 

Principios referidos a investigación, desarrollo y producción

– Asegurar la vigilancia continuada de la enfermedad y mantener abierto el rápido intercambio de información sobre el virus, al objeto de informar del desarrollo de vacunas y de las políticas de vacunación.

– Asegurar la priorización, basada en la evidencia, de los programas de desarrollo de vacunas.

– Apoyar una colaboración que haga posible la fabricación a gran escala y la capacidad de rellenado y embalaje, pero manteniendo la capacidad de mantener el suministro global de las vacunas rutinarias.

– Crear modelos de riesgo compartido que incluyan financiación para construcción de plantas y compras “a la avanzada”, que reconozcan las incertidumbres de la pandemia a medida que la demanda y la epidemiología vayan variando con el tiempo.

– Asegurar el desarrollo de una infraestructura apropiada que apoye el proceso de fabricación y la inversión de capital para mano de obra.

 

Principios referidos a la disponibilidad, acceso y utilización

– Promover la colaboración de las agencias regulatorias nacionales que incluya el desarrollo de procesos regulatorios compartidos.

– Apoyar enfoques que permitan acelerar la comercialización de productos sin menoscabo de reconocer que la propiedad intelectual no ha supuesto, hasta la fecha, un impedimento a la respuesta pandémica, sino todo lo contrario.

– Asegurar un acceso equitativo a las vacunas frente a la COVID-19 a escala nacional y mundial, apoyando a organizaciones multilaterales y a los líderes de países para respaldar los principios de la asignación.

– Apoyar el desarrollo e implantación de las políticas de vacunación y el despliegue de las estrategias que incluyan la preparación de los vacunadores y de las infraestructuras, asegurando la monitorización de la seguridad post-comercialización y la difusión de la información.

– Trabajar con los gobiernos, fabricantes y compradores para asegurar que una vez que se aprueben las vacunas, estarán disponibles a un precio asequible.

– Garantizar el equilibrio adecuado de riesgos para el despliegue de vacunas contra la pandemia aprobadas a una velocidad y escala sin precedentes. Se necesitan mecanismos legales globales para indemnizar a las empresas durante emergencias cuando se cumplen los requisitos reglamentarios

– Asegurar el suministro de las vacunas incluidas en los calendarios nacionales para proteger la salud y evitar una carga adicional al sistema sanitario.

Finalizan la declaración apelando a su papel de socios fundadores de la Access to COVID-19 Tools (act) Accelerator, iniciativa liderada por la OMS, y como tales, se encuentran preparados para aportar su conocimiento y experiencia en el desarrollo de vacunas y en la capacidad de su producción y distribución a escala global. Adicionalmente, serán partners de las agencias regulatorias nacionales y de la comunidad científica para acelerar el proceso de evaluación de la seguridad y eficacia de las nuevas vacunas. Por otra parte, trabajarán con la OMS para identificar las necesidades mundiales y las poblaciones prioritarias y, junto a los gobernantes y a las sociedades filantrópicas, abordar los específicos retos a los que se enfrentarán los países de rentas medias y bajas.

En una rueda de prensa organizada por IFPMA a la que asistieron ejecutivos de Astra Zeneca, GlaxoSmithKline, Johnson and Johnson y Pfizer, se declaró por parte de todos ellos su compromiso para elaborar vacunas seguras frente al SARS-CoV-2 y garantizar su reparto equitativo.

 

Traducido y adaptado por José A. Navarro-Alonso M.D.

Pediatra. Comité Editorial A.E.V.

Prohibida la reproducción total o parcial de esta información sin citar su fuente




El distanciamiento social y las enfermedades inmunopreventibles

En un estudio preprint publicado en medRxiv y cuyos autores pertenecen a Public Health England y a la London School of Hygiene & Tropical Medicine se plantean una simulación para Inglaterra y Gales en relación al potencial impacto del descenso de las coberturas de vacunación de los lactantes (con pauta 1+1) frente a neumococo.

Encontraron que el modelo seleccionado predijo que cualquier incremento de la enfermedad neumocócica invasora debido a una disminución de las coberturas de vacunación sería más que compensada por la reducción en la transmisión con motivo del distanciamiento social, con una reducción neta de los casos acumulados para todas las edades y para los próximos cinco años.

Los autores concluyen que esas medidas tienen un acusado efecto sobre la transmisión de S pneumoniae, lo que aboca a una reducción en la prevalencia del transporte nasofaríngeo y en la enfermedad invasora. Aunque con datos provisionales, también parecen haberse reducido las notificaciones semanales de tosferina y de enfermedad meningocócica.




La Fundación BBVA convoca ayudas la investigación SARS-CoV-2 y COVID-19

La presente convocatoria de ayudas a la investigación mantiene las perspectivas disciplinares características del programa de impulso del conocimiento de la Fundación BBVA, desarrollado en las dos últimas décadas, abarcando desde la biomedicina a las humanidades. De manera excepcional, en correspondencia con el actual contexto, esta convocatoria pone a los proyectos un objeto formal específico: las distintas facetas del SARS-CoV-2  y la enfermedad COVID-19, primando la investigación de tipo básico, pero sin obviar algunas áreas de conocimiento aplicado.

La distribución de las ayudas en cada una de las áreas de esta convocatoria y su dotación será la siguiente:

Biomedicina (“Biomed-COVID-19): se concederán 4 ayudas de hasta 250.000 eurosbrutos cada una.

Big Data e Inteligencia Artificial (“Data-IA- COVID-19”): se concederán 4 ayudas de hasta 150.000 euros brutos cada una.

Ecología y Veterinaria (“Eco-Vet-COVID-19”): se concederán 4 ayudas de hasta 100.000 euros brutos cada una.

Economía y Ciencias Sociales (“Socioecon-COVID-19”): se concederán 4 ayudas de hasta 100.000 euros brutos cada una.

Humanidades (“Human-COVID-19”): se concederán 4 ayudas de hasta 75.000 euros brutos cada una.

 

BASES COMPLETAS DE LA CONVOCATORIA




Efectividad de la vacuna antigripal en pacientes diabéticos

Un estudio de casos y controles test negativos en Navarra liderado por el Dr Jesús Castilla ha evaluado la efectividad de la vacuna antigripal en reducir las hospitalizaciones causadas por gripe confirmada en pacientes diabéticos, en las temporadas 2013-14 a 2018-19.

El efecto promedio en evitar las hospitalizaciones fue de un 46% para la temporada en curso y del 44% para aquellas personas vacunadas en temporadas previas. En diabéticos con gripe confirmada, la vacunación en la temporada en estudio redujo la probabilidad de hospitalización con una ORa de 0.35.

El estudio ha sido publicado en la edición on line de Clinical Infectious Diseases.

 




Las prisas por conseguir una vacuna y sus consecuencias no deseadas

Instructivo artículo publicado como “Viewpoint” en la revista JAMA por médicos de la New York University Langone Health en relación a las consecuencias adversas causadas por la precipitación en disponer de una vacuna frente al SARS-CoV-2 y sus implicaciones para la confianza del público.

La operación Warp Speed (velocidad de la luz), lanzada por el presidente Donald Trump, que se propone tener una vacuna en los Estados Unidos para comienzos del año próximo debería provocar temor entre la comunidad científica y sanitaria, ya que la “buena ciencia”  precisa rigor, disciplina y cautela. En ausencia de extensas garantías, cualquier terapia médica para uso humano tiene el potencial de causar daño, no solamente en los que la reciben sino también en la confianza de la población hacia todas las vacunas. Ese potencial daño ocurriría en el contexto de un incremento global de las reticencias y de un rechazo a la vacunación, tal como indicó la Organización Mundial de la Salud en 2019 cuando definió la reticencia vacunal como una de las diez amenazas para la salud mundial.

Gran parte de la desconfianza a las vacunas, y por extensión a los médicos y científicos que las promueven, provienen de la desinformación generada en las fuentes de información on line y en las comunidades escépticas. Se puede tomar el autismo como ejemplo: todavía persiste la creencia de que algunas vacunas lo causan, a pesar de haber sido rebatida esa presunta asociación por multitud de estudios cuidadosamente diseñados. Cuando un sanitario promociona la vacunación, lo hace a sabiendas de que los beneficios sobrepasan con creces a los mínimos riesgos y que el perfil de seguridad de cada vacuna se ha estudiado exhaustivamente. Pero aun así, muchos oponentes acusan con frecuencia a las comunidades médicas y científicas de no estudiar la seguridad, señalándolas como promotoras de la vacunación en base a aspectos financieros y políticos.

En relación a acelerar el desarrollo de una vacuna frente al SARS-CoV-2, esas comunidades, cuyo único interés es mantener la confianza del público en los programas de vacunación, no deberían apoyar una vacuna que haya obviado los estándares de seguridad establecidos o sobre la que recaigan sospechas de que así haya sucedido.

Desgraciadamente la historia nos muestra precedentes de las consecuencias de apresurar el desarrollo de una vacuna. En la década de los cincuenta se aprobó, tras el mayor experimento en la historia de la salud pública norteamericana, que incluyó a más de un millón de escolares, la vacuna inactivada antipoliomielítica de Jonas Salk. Las prisas en la fabricación de dosis de vacuna a gran escala, estuvieron detrás de que una vacuna de una de las firmas fabricantes, Cutter Laboratories, causara polio paralítica en 164 niños y 10 fallecimientos en niños que recibieron un preparado contaminado con virus polio salvaje. El único aspecto “positivo” del incidente Cutter fue la creación de una autoridad regulatoria que garantizara que las vacunas se someten a miles de tests para asegurar su seguridad y eficacia previo a su uso masivo. Un hecho similar acaeció en 1976 con la aparición de una pandemia gripal. Por reminiscencias a la gripe de 1918, el presidente Gerald Ford convocó un panel científico que recomendó la vacunación masiva. Uno de los fabricantes produjo incorrectamente una cepa gripal que causó reacciones sistémicas importantes, una ausencia de respuesta inmune y casos, muy poco frecuentes, de síndrome de Guillain-Barré. Aunque sigue siendo controvertida la asociación causal entre el síndrome y la vacuna, fue ese hecho uno de los que inició el movimiento antivacunas en los Estados Unidos: “la presión por desarrollar y distribuir con rapidez una vacuna socavó la integridad científica del proceso y erosionó la confianza del público”.

La COVID-19 ha creado preocupación e incertidumbres en todo el mundo. Es inmensa la presión de la población y de los políticos para disponer con rapidez de una vacuna que, habitualmente, lleva años, no meses, de desarrollo. Pero la historia nos enseña que las presiones no siempre suplantan a la rigurosa práctica científica. El estándar ético es proceder paso a paso con las preceptivas fases de los ensayos clínicos; de lo contrario, la vacuna puede ser ineficaz, o lo que es peor, provocar efectos adversos inaceptables. A pesar de todo, hay razones para confiar en que no se desarrollarán esos escenarios, ya que por una parte es muy estrecha la supervisión regulatoria, y por otra, los avances tecnológicos permiten una comunicación rápida de los hallazgos de los ensayos clínicos relativos a la seguridad. A ello se suma la mejor comprensión de los factores genéticos que influyen en las respuestas inmunes no deseadas.

No se puede y no se debe permitir, que por estar en una situación desesperada, se supriman los principios científicos y los valores éticos. La comunidad médica no debe administrar vacunas inadecuadamente revisadas y no debe avalarlas sin los suficientes datos. Esa comunidad solo tiene una oportunidad para ganar la aceptación de la vacuna por parte de la población y la probabilidad de conseguir ese objetivo dependerá de lo convincente que será la evidencia tanto de su seguridad como de su eficacia.

 

Traducido y adaptado por José A. Navarro-Alonso M.D.

Pediatra. Comité Editorial A.E.V.

Prohibida la reproducción total o parcial de esta información sin citar su fuente 




Webinar Instituto Balmis de vacunas sobre vacunas frente a la COVID-19

unnamed

El Instituto Balmis de vacunas ha organizado un importante simposium sobre vacunas frente a la COVID-19 que cuenta con la participación de reputados investigadores y expertos de cuatro países diferentes. Este evento tendrá lugar el próximo viernes 05 de Junio, a las 17:00 horas, y se podrá seguir mediante inscripción gratuita en http://ibvacunas.com/covid-19-vaccines-are-coming/.

Se trata de un evento independiente que desde la Asociación Española de Vacunología no nos vamos a perder.

Puedes consultar el programa aquí




Recomendación emergente de vacunación frente al sarampión para lactantes de 6 a 11 meses durante un gran brote de sarampión en Okinawa (Japón) en 2018 y detección de sarampión asociado a la vacuna

Kuba Y, Kyan H, Iha Y et al. Emergent measles-containing vaccination recommendation for aged 6-11 months and detection of vaccine associated measles during a large measles outbreak in Okinawa, Japan, in 2018. Vaccine 2020;38:2361-2367

A raíz de un brote de sarampión que tuvo lugar en la Prefectura de Okinawa (Japón) entre marzo y mayo de 2018 con 109 casos positivos por laboratorio, los autores describen las características de catorce casos de sarampión asociados a la vacuna. Estos aparecieron en los que recibieron la primera dosis con 6-11 meses (seis), siete de un año y uno de tres años. Todos ellos tuvieron exantema y fiebre, aunque solo tres casos de los menores de un año presentaron síntomas catarrales y seis, de los de uno o más años. Los síntomas comenzaron en las dos semanas posteriores a la recepción de la vacuna, excepto uno que debutó a los 29 días.

Debido a que la frecuencia de sarampión postvacunal es baja, los autores enfatizan en la importancia de la rápida determinación de si se trata de un virus vacunal o el salvaje causante del brote para evitar aislamientos innecesarios e investigación de los contactos. Al ser esencial el papel del laboratorio, trasladan su experiencia en cuanto al lugar de donde recoger las muestras y concluyen que son las procedentes de la orofaringe (92.9% de positividad), seguidas de orina (25.0%) y de sangre (7.7%) las más confiables a la hora de determinar los casos de sarampión postvacunal. Al haber rebajado la edad a los seis meses con motivo del brote comprobaron cómo no se detectaron efectos adversos graves en ese segmento de edad.

(Prohibida la reproducción total o parcial de este artículo, sin citar su fuente original. José Antonio Navarro-Alonso M.D. Asociación Española de Vacunología)